Como el lector recordará, un ciervo colorado de impresionantes dimensiones fue cazado en La Pampa en 2009 en el coto de caza «Los Cerritos». Tal fue su magnitud, que los propietarios del trofeo anticiparon una medición provisoria para conocer que puntaje se estimaba. La primer apreciación realizada por dos clubes de caza de la Provincia (foto abajo), no dejaron dudas de que el animal sería el nuevo Record Nacional, superando al mejor registro que tenía Argentina, por otro ciervo pampeano, logrado en el coto «La Escondida» en 2002. Luego, según los registros a los que tuvimos acceso y ante el silencio del CIC «Conseil International de la Chasse», a nuestra requisitoria, nos permitimos especular que el hermoso animal de 28 puntas de cornamenta, podría haber sido ‘en ese momento’ un Record Mundial.
Lo que era inimaginable es lo que vendría después, que el cazador se negara a medir el trofeo de manera oficial, para homologarlo y así pasar a integrar el Ranking Argentino e Internacional.

Lo cierto de todo es que, habiéndose obtenido en La Pampa en 2009, un nuevo Record Nacional de Ciervo Colorado, que estaría entre los primeros quince en el mundo, no figura en los rankings oficiales porque el cazador decidió no llevarlo a medir oficialmente, es decir el trofeo no llegó a ser homologado.

Breve historia
Luego de la cacería de Facundo Lana en el coto pampeano Los Cerritos de Luis Bertone, el pasado 25 de marzo de 2009, el entusiasmo fue tal que al enterarse las autoridades del Club de Caza Valle de Quehué (zona donde se encuentra el coto mencionado), inmediatamente quisieron medirlo para tener una idea del trofeo, ya que aparentaba ser espectacular. Y efectivamente así fue.
Luego Luis Bertone, trajo la cornamenta a Santa Rosa y la presentó a la prensa en el Hotel Calfucurá. Hasta allí se trasladaron integrantes de la Comisión de Mediciones del Club de Caza Mapú Vey Puudú y la midieron también. Y si bien hubo diferencias en cuanto a los puntajes dados por ambos clubes, de todas maneras el trofeo sobradamente rompía la marca nacional y se posicionaba sin lugar a dudas en muy buena posición a nivel mundial.
Precisamente debido a la diferencia de puntaje entre ambas mediciones entre el Club Quehué y el Club Mapú, utilizando la misma fórmula CIC, supimos de fuentes inobjetables que la cornamenta fue llevada por Nacho Blaquier y su taxidermista, esta vez a la Federación Argentina de Caza Mayor, con sede en Buenos Aires.
Las autoridades de la FACM le explicaron a los portadores del trofeo, que no podían medir la cabeza de manera «oficial», pues la reglamentación exige que el trofeo sea medido 90 días despues de haber sido cazado o precintado. Según nos dijo un alto dirigente de la entidad nacional: «ya que se habían tomado la molestia de llevar la cornamenta hasta la Federación, la medimos tanto como para poder zanjar las diferencias de puntos que les habían dado los clubes pampeanos».
Como conclusión, la medición ‘no oficial’ de la FACM arrojó un puntaje «más cercano a lo que midió el Club Mapú de Santa Rosa, a lo sumo estábamos en un punto de diferencia más o menos» dijeron en exclusiva a REGION® y el suplemento ‘Aire Libre’ desde la FACM, y agregaron: «quedó bien claro que debían regresar a medir el trofeo pasados los 90 días que exige el reglamento, pero nunca más volvieron, razón por la cual no hemos podido incorporalo al ranking nacional lamentablemente».
Consultada la FACM sobre si aún el cazador podría presentar el trofeo para ser medido, respondieron «no hay ningún problema, lo estamos esperando, sin dudas sería el nuevo Record Argentino y de acuerdo a lo que se cazó en el extranjero durante 2009, que fue muy bueno, la cabeza de Facundo Lana estaría en un 15º lugar a nivel mundial aproximadamente».
Las razones por las que el cazador porteño no habría querido llevar su trofeo a medir, sólo él las sabría. De nuestra parte hicimos varios intentos para contactarlo, pero no tuvimos éxito.
Lo que es una lástima, es que la decisión del cazador perjudica a la actividad cinegética y turística de La Pampa, al privar a la misma de la adecuada difusión de este recurso económico, donde muchas empresas de cacería invierten importantes sumas de dinero para lograr trofeos excepcionales como éste.