Caza Deportiva: Ciervo Colorado
La práctica de la caza mayor y menor en La
Pampa está reglamentada por normas que tienden
a la conservación de la fauna silvestre permitiendo
la actividad únicamente en ciertas especies y
en determinada época del año. La Dirección
de Recursos Naturales hace público el calendario
en el que se detallan entre otros aspectos, la temporada
de caza, especies permitidas, cupos y vedas. Para desarrollar
la actividad se requiere el permiso de caza extendido
por el organismo oficial administrador y la autorización
del propietario del campo La práctica de la pesca
deportiva está normada también por la
Ley de Conservación de la fauna silvestre estableciéndose
los requisitos, características y modalidades
a las que debe ajustarse la actividad.
Información: Dirección de Recursos Naturales.
Centro Cívico, 3º piso, (6300) Santa Rosa.
Horario de atención: de 7 a 13:30 horas.Tel:
(02954) 43-3010/20, Internos 306/28. Telefax: 42-3610
/ 43-3282.
EL CIERVO COLORADO
Hoy por hoy, el Ciervo Colorado es tan atrayente como
un buen dorado litoraleño, una trucha del sur
o el mejor cazón en las costas del atlántico.
Mas aún, cuando se puede competir por un trofeo
nacional o internacional si se diera el caso. Por todo
esto, es oportuno conocer más acerca de este
representante de La Pampa: el Cervus Elaphus o Ciervo
Colorado.
El orígen: Importados por Pedro O. Luro a comienzos
de siglo, los ciervos colorados, oriundos de los Cárpatos,
fueron aclimatados en el actual Parque Luro, desde donde
posteriormente fueron llevados algunos ejemplares a
Neuquén. A la muerte de Luro y el abandono de
su gran dominio en La Pampa, los ciervos y jabalíes
allí existentes escaparon, difundiéndose
por las zonas boscosas de la provincia, al adaptarse
a una amplia extensión. Hoy en día constituyen
un preciado trofeo para la caza mayor. La temporada
de caza del Ciervo Colorado se inicia en el mes de marzo,
en época de celo y brama, y se reglamenta a través
del Departamento de Fauna Silvestre de la Dirección
de Recursos Naturales Renovables. Los cervatillos nacen
en noviembre y diciembre. La cornamenta es el preciado
trofeo por el que los cazadores lo consideran uno de
los mayores atractivos de la caza mayor. Su habitat
es el bosque donde logra protección y alimento.
La mayor actividad la manifiestan en las últimas
horas de la tarde, durante la noche y en la madrugada.
Durante la noche se internan en la llanura en busca
de tiernos sembrados. Por la mañana regresan
a su refugio. Su andar es muy elegante, se distinguen
por su fortaleza y altivez. Andan despacio, trotan velozmente
y corren a gran velocidad; dan saltos prodigiosos y
vencen sin dificultad los mayores obstáculos.
Los machos de mayor edad forman reducidas tribus y los
viejos viven solitarios hasta la época de celo,
en que se reúnen con las otras manadas. Su instinto
de conservación los hace cautelosos y precavidos.
Tienen muy desarrollado los sentidos de la vista, olfato
y oído. La brama es el potente llamado a la lucha
de los machos, en acción preliminar al amor de
los ciervos. El área de dispersión en
La Pampa comprende los departamentos de Toay, parte
de Utracán, Loventué, Capital, Atreucó,
Guatraché, y Hucal, favorecidos por la naturaleza
de valles como los de Chillén, Chapalcó,
Naicó, Quehué, El Tigre, Malal Huaca,
Nerecó, etc. donde encuentran mayor protección
en los bosques xerófilos con predominio de caldén
(árbol que tipifica la vegetación pampeana),
abundando especies como molle, algarrobo, piquillín,
jarilla, chañar y sombra de toro. El ciervo se
ha adaptado perfectamente al clima local y al habitat
de estos bosques. Compartiendo territorio con otra especie
alóctona: el jabalí europeo, y las autóctonas:
como el puma, el zorro, etc; consideradas de caza mayor
y menor, que hacen a La Pampa, el paraíso de
los cazadores.
La Caza
La caza de los cérvidos, que se inicia a mediados
del mes de marzo de cada año, establece un número
de ejemplares a cobrar en cada período por cazador
y el número mínimo de candiles o puntas
de su cornamenta. La caza se efectúa al acecho
y al rececho. El primero aprovechando las noches de
luna llena, en la espera cerca del bramadero o picadero;
el cazador se mimetiza ubicándose en contra del
viento del ingreso posible de la presa. El rececho en
cambio, requiere el seguimiento del animal, reconociendo
sus rastros o tras sus bramidos, cuyos cortos intervalos
entre llamado y llamado, le orientan en su seguimiento;
debiendo tenerse conocimiento y habilidad para transitar
el bosque.
Trofeos
El puntaje mínimo para integrar el ranking
nacional de trofeos de ciervo colorado, es de 190 puntos,
fórmula adoptada por la Federación Argentina
de Caza Mayor, entidad que realiza las mediciones. El
trofeo comprende el cráneo y sus correspondientes
cornamentas; valores que se establecen a través
de una tabla donde se consideran: longitud de las astas,
de los candiles; circunferencia de las rosetas y de
las astas con varios puntos; peso de la cornamenta;
separación de las astas; número de puntas;
puntos por belleza, color, perlado, puntas segundo candil
y corona. Se aplican penalidades puntables, cuando existen
factores antiestéticos.
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