El encargado de mediciones del Club de Caza Mayor y Menor de La Pampa «Mapú Vey Puudú», Rubén Ciaffoni, fue quien confirmó en junio de 2007, la medición de colmillos de un jabalí cazado en la provincia de La Pampa, que sumaba el máximo puntaje en Argentina (145,75 puntos), que lo confirmó como nuevo Record Nacional en la especialidad de Caza Mayor.
Recientemente, el cazador pampeano presentó los colmillos ante la Asociación Pampeana Argentina de Medición de Trofeos, del Club de Caza Valle de Quehué, quien le otorgó un puntaje menor, 142,540 puntos -que de igual manera lo ubica como record nacional-entregándole medalla de oro y una excepcional Copa de Cristal, durante el desarrollo de la 14ª Fiesta Pampeana de la Caza Mayor y Menor, desarrollada el 1º de diciembre en Quehué (ver REGION® 834).

Una sorpresa
«El lugar es un lugar que yo habitualmente visito, el campo de un amigo, donde tengo un par de apostaderos puestos y habitualmente cebamos los chanchos, pero en ese momento no había ni apostadero y los chanchos los cebábamos pero no asiduamente, simplemente para ir a cazar un par de cachorros para hacer chorizos, nada más, no era otro el fin» comenzó a contarnos Gustavo Sappa.
«Me acompañó un amigo de Córdoba, Eduardo Mortaro, que viene a cazar una vez cada tanto. Habitualmente viene él con el hijo o yo voy con mi hijo, es más salir a comer un asado y ver si hacemos un tiro que a buscar un trofeo, no es la finalidad ir a buscar el trofeo. Me coincidió a mí el fin de semana del 1º de mayo, que caía martes. Arrancamos el día sábado y la primer noche que nos apostamos, diez y media de la noche bajó este chancho. Desde que lo sentí la primera vez hasta que bajó, alrededor de una hora y cuarto, una hora y media, no controlé el tiempo, pero me acuerdo de haberlo sentido y haberme quedado expectante de ver que pasaba. Lo sentí en el monte, después lo sentí un rato más, después no lo sentí más y de golpe bajó en medio de tres novillos. Habían dos novillos, el chancho y un tercero, se queda el chancho en el limpio de un charco salitroso, pasa el tercer novillo y el chancho en vez de buscar a donde habíamos puesto maíz con que habitualmente los cebamos, busca para el lado mío, como rodeando el maíz, como desconfiando».

Muy cerca, a 25 metros.
Agregando más detalles de la zona, Sappa explicó: «Es en el valle de Remecó el campo, donde los vientos dan vuelta de noche, el viento se te pone de tres o cuatro lugares distintos, entonces el chancho tratando de buscar el viento, en vez de ir hacia donde está el maíz se viene hacia el lado donde estoy yo y le debo haber tirado a 25 metros. Abajo de un renuevo, había salido del apostadero donde habitualmente me apostaba porque la luz estaba muy clarita y el apostadero no tenía techo, entonces era un lugar donde cualquier bulto se veía con facilidad. Salí de ahí, me desplacé hacia el monte, me puse abajo de un renuevo y ahí esperé...»

Un puro
«Era un jabalí puro, 85 kilos habrá pesado, porque no me costó arrastrarlo, una vez que le pegué el tiro me acerqué, vi que el tiro por la cercanía lo pegué muy bajo para mi gusto, en la punta de la paleta, pero muy bajo, y el chancho igualmente quedó en el lugar. Lo sentía mascar cuando todavía estaba en el piso, me acerqué, lo degollé como hago siempre y donde veo los colmillos, con la luz de la luna parecía impresionante, me pareció un padrillo muy lindo en el momento y nada más. De hecho lo despancé y lo saqué a la sombra para que no se me estropeara la carne, pensaba más en la carne de un jabalí gordo, de hacerlo chorizos y no en el trofeo. Lo saqué y con tanta suerte que lo saqué bien, el viento me favoreció y a la hora y media, hora y cuarenta y cinco bajó otro padrillo más grande que éste, mucho más grande de cuerpo, impresionante el otro con 7 u 8 chanchas. Las chanchas llegaron hasta el maíz, el padrillo se paró en el medio del limpio y apunté otra vez al padrillo y lo volteé».

Colmillos impresionantes
«Realmente me di cuenta del trofeo cuando saqué los colmillos de la cabeza. Afuera impresionaban, habrá tenido 12 ó 13 centímetros afuera, gruesos, lindos, lo impresionante era el largo que había adentro, porque de 12 ó 13 que había afuera a los 27 centímetros que midió hay 14 de diferencia, impresionante y el grosor que está sobre los últimos llegó a 5 centímetros. Midieron 27,6 y 26,7 una cosa así y de grosor 31,46 cada uno, realmente impresionante. Cuando salió el de Vincent que hoy obtuvo el tercer puesto acá (en la Fiesta de la Caza en Quehué), cuando lo vi en la Vida Salvaje, un colmillo muy importante, 30,2 es un colmillo que me debe estar ganando, pensé, y después gente que vio los de Vincent y después vio los míos me dicen ‘los tuyos si bien son largos, son tremendamente anchos’. El hecho es que están primeros en Quehué, están primeros en Santa Rosa, aunque la Federación Argentina está dando vueltas para confirmarlo como récord nacional, están dando vueltas pero no hay motivos, los midieron en la Expo Armas en el mes de octubre y se dieron cuenta que es récord nacional. Si tomás como referencia el récord anterior que es de Moro del año 1978, con que estos duren 10 años ya está. Aparte el hecho es el momento, una salida con los amigos, la familia, haber comido unos buenos chorizos de ese chancho...»

Trofeo es lo que uno trae
«Una vez escuché que trofeo es lo que uno trae del campo, para uno es el trofeo, será importante para otros, pero para uno cada trofeo que trae del monte, después de estar una noche apostado es importante, ese es el trofeo de la cacería, después si mide bien entre otros trofeos es otro tema totalmente aparte. Yo creo que los cazadores salimos a cazar por la pasión de salir a cazar y no en búsqueda de un trofeo, siempre uno se entera de algún chancho grande que anda y demás pero es tan relativo el tema de la caza...» finalizó diciendo Sappa.