La Pampa está condenada a tener un turismo cinegético que generará en un futuro no muy lejano, un ingreso económico equivalente a una cosecha de trigo por año. En efecto, sostengo que el desarrollo del turismo cinegético, independientemente de los gobiernos, en no muchos años, por la fuerza y creatividad de la actividad privada tendrá turistas de todo el mundo en busca de una buena caza.
Si los gobiernos de turno tienen funcionarios pro desarrollo racional de la caza, vendrá antes, caso contrario se retardará, pero inexorablemente la afluencia de turistas en busca de la caza será una constante. Quienes estamos inmersos en este tema, debemos ser conscientes que en vez de mostrar apatía o desinterés por capacitar y asesorar a los funcionarios de turno, debemos hacer un esfuerzo para ello aunque insuma tiempo y dinero. Que no se interprete esto como un avasallamiento al equilibrio que debe existir, para que no se cometan desmanes. Sino para que en su justa medida este recurso sea sustentable y aumente la calidad de vida de los habitantes de La Pampa. Se trata de un recurso doblemente noble porque no sólo genera ingresos genuinos sino que lo hace inyectando divisas, y con costos que quedan casi en un 90% en su propio territorio.
Un día de cacería en Anzin
Desde esta hermosa ciudad de París y luego de entrevistas y un día de cacería en Anzin -en un coto privado en la región de Flandria-, me gustaría compartir con los lectores una visión amplia, y generar una suerte de compresión más global, sobre la caza.
Se me ocurre pensar que muchas ciudades de La Pampa y en especial Santa Rosa en el futuro, estarán muy compenetradas con un ambiente temático de caza. Artistas, artesanos, produciendo obras de caza, plazas y lugares públicos con adornos y alegorías a sus animales, bares, hoteles y casas de comidas adornadas con ambientes acogedores que muestren los tributos de la fauna y sus artes. Estuve en un pueblo en Francia donde su arteria principal no exhibía como toda Francia, museos, iglesias o esculturas, sólo un humilde ciervo colorado tamaño natural de mimbre. En otro, en homenaje a los hombres y mujeres caídos en la segunda guerra mundial, no un soldado u otra alegoría a las batallas sino un ciervo de metal de un gran tamaño.
Mi visita y participación de una cacería en Francia pudo acercar, con imágenes y traducción mediante, las bondades de La Pampa. Sin duda es la provincia de Argentina mejor dotada por su diversidad y condiciones de la práctica cinegética. La Pampa es conocida en el mundo cinegético por la paloma y por el puma, luego por otras especies.
Los “batidores” con perros para la tradicional cacería conocida como
“Montería” que se practica en Europa pero no en Argentina. |
La caza es conservación
La explotación ordenada de la caza es la garantía de la sustentabilidad de las especies y su crecimiento poblacional, cuando así se desea. Sólo aquello que no tiene valor cinegético debe ser atendido con especial dedicación y también controlar la extracción de especies en absoluta libertad. Los establecimientos que decidieron invertir en el negocio del turismo cinegético dedican ingentes esfuerzos para mantener más y mejores animales salvajes. Las exigencias del Estado -que se transforman en costosas, o que insumen tiempo a sus dueños para entender resoluciones a veces de difícil interpretación, otras con reglas cambiantes- sólo afectan negativamente en la estimulación de la conservación y en el crecimiento de las poblaciones silvestres.
Sólo una mente inoperante o falta de conocimiento puede pensar que un empresario luego de invertir mucho dinero y tiempo pudiera exterminar su capital de fauna en una matanza irracional. Pues sería como si un ganadero se deshiciera de su ganado. Tampoco el Estado debe exigir que los privados reemplacen su rol, cuando requieren de un relevamiento de datos, imponiendo exigencias molestas y costosas.
Cuidado con desentenderse de los cambios de hábitat por factores evolutivos de la sociedad
La atención debe estar centrada como lo hacen los países ordenados, a la presión del crecimiento urbano o la explotación agrícola, que presionados por una demanda creciente de alimentos mata cientos de veces más que los cazadores.
La Agricultura altera el hábitat natural y no deja lugar físico a su reproducción, y en algunos casos favorece el desarrollo de otras especies exageradamente. Los interesados en estos temas debemos estar más presentes en esta área especifica, pues es ésta la acción del hombre más comprometedora para la Fauna. Tampoco esto significa una actitud irracional, sino más bien concensuada con todos los factores que intervienen en ella, para que efectivamente se cumplan estos objetivos.
De ello aprendí en Suiza, donde los temas son en su mayoría por consenso unánime (no de mayoría) sino de todos, donde prima la persuasión, comprensión, y otras herramientas de la era moderna no utilizadas en nuestro país donde las cosas se hacen como a empujones. Es así como en el país helvético adoptan normas que luego de sancionadas entran en vigencia no antes de los diez años. Esto da tiempo y posibilidades de cumplir con lo pactado a todos los actores de los temas en cuestión. Mucho tenemos que aprender del viejo mundo, aportar no prohibir o extraer recursos económicos, para que en un justo equilibrio entre intereses y conservación a los privados les sea factible hacer también una acción conservacionista, por más que muchísimos empresarios hacen ingentes esfuerzos en conservar dentro de sus posibilidades. Pero mucho más eficaz sería si fuera general y ordenado, con un Estado que participe y no sólo imponga deberes y obligaciones, la mayoría de imposible cumplimiento y sólo para los ciudadanos no para los funcionarios. Asimismo en estos años hemos sido testigos de atropellos inconfesables por aquellos que creen ser los paladines del conservacionismo, sin saber o no importar qué daño hacían por su afán de posicionamiento político.
Caza y Turismo
También deben estar atentos los hombres dedicados a este metie del turismo, para aprovechar un recurso que se transformará en pilar básico del turismo general. Pues de la mano del turismo cinegético vendrá el de la familia del cazador, y luego el impulso de otros desarrollos complementarios, como las termas, safaris fotográficos, turismo rural, esparcimiento de aventura , recorridos históricos, etc.
Claro que para ello deberemos hacer varias cosas, en especial el Estado. Puesto que, el no lograr que Aerolíneas Argentinas mantenga los vuelos domésticos a Santa Rosa, la capital de La Pampa, sólo representa ingentes esfuerzos perdidos por nosotros que invertimos tiempo y dinero y que nunca estará a nuestro alcance revertirlo. Lo que no saben los funcionarios es que las reservas de caza se hacen con seis meses y un año de anticipación mínimo. Estas variaciones han hecho caer, estimo, hasta el presente la mitad de las reservas programadas para el año 2008. Sólo los tontos creen que nuestros padecimientos son motivados por la avaricia de sus emprendedores. Cuando dejemos de comentar y diagnosticar sobre el vagón parado, veremos y prestaremos atención a la locomotora.
Uno de los trofeos obtenido luego de la jornada de Caza. Nota de la R: La diferencia con los colosales trofeos de jabalí que se obtienen en La Pampa (reciente Record Nacional) es sin dudas un factor que nos beneficia y que no debe descuidarse. |
Otra Pampa es posible
Los países prósperos prestan debida atención a las cosas del Estado y los ciudadanos le ponen limites a sus funcionarios, como la duración de los mandatos, una justicia rápida, legislación por consenso unánime, normas previsibles... En fin, otra Pampa es posible, con mejoras sustanciales para todos los sectores. Sólo hace falta saber que se puede, y no conformarse con lo que se tiene. Para aquellos que se quejan de sus gobernantes, los invito a competir con ellos, que no está vedado para nadie y menos para los que saben y son capaces en sus actividades y prósperos en sus emprendimientos. Sólo aquellos que se enteren que el Estado es su socio mayoritario, puesto que tiene más participación en sus vidas al llevarle el 62 % de sus ingresos, estaremos en un cambio sustancial. Los mejores niveles de vida lo tienen los pueblos que en su bolsillo queda la mayor parte de sus ingresos, y se ocupan de ordenar cómo sus gobernantes gastan el resto.
Algunos no compartirán estos conceptos, otros sí, de lo que estoy seguro es que de la diversidad de opiniones se crece, pero con ideas únicas o paradigmas absolutos nos quedaremos dando vuelta en la pobreza y la miseria.
Rodolfo Serradell
Ingeniero Agrónomo |