“El surgimiento de Picomar mucha gente lo conoce, fue fruto de la casualidad y fruto de la desesperación, estaba en la calle, sin trabajo, sin casa y sin salud”, recuerda Ricardo Giorgetto, “así que fue un momento de muchísima angustia y me metí como se dice comúnmente, tuve que aprender y aprender mientras estaba caminando, las dos cosas simultáneas, es decir que todo se puede hacer en este mundo, felizmente tuvimos suerte y aprendimos, lo encauzamos y con el correr del tiempo pudimos perfeccionarlo, no todo, pero en gran medida nos fue bien”.
De esta manera comienza la entrevista con un pionero pampeano que se animó a una tarea que fue exitosa: Unir La Pampa y el Mar.
“Los comienzos fueron durísimos, pero sería porque éramos tan jóvenes que lo tomábamos con tanta alegría que hasta las cosas más amargas le encontrábamos la parte buena, cada viaje era un suplicio, caminos de tierra, camiones obsoletos, las cubiertas eran hilachas, íbamos desarmando ruedas el viaje entero, no había celulares, no había calefactores, o sea todo era miseria, incluso hasta para comer, pero bueno la juventud pasó por encima todo eso”.
“El objetivo que teníamos era el sustento de la familia, en esos años para llorar se iba a la iglesia, hoy hay otros lugares donde se atienden los reclamos, antes no existían, tal es el caso que para solventar una enfermedad tuve que vender la casa y me quedé sin nada, pero todo se superó, lo que hay que tener es el espíritu de redoblar el esfuerzo, así como vienen las malas, también vienen las buenas, lo que pasa es que hay que estar con los ojos abiertos para cuando vienen las buenas, no hay que desperdiciarlas no dejarlas pasar de largo y tampoco rematarlas, sino tenerlas a mano para cuando haga falta, las posibilidades depende más, no de la actualidad ni del pasado, depende de cómo sea la persona, como se enfoque frente a la vida -continúa diciendo Ricardo Giorgetto-, que posición tenga, que ganas tenga de hacer las cosas, que capacidad de desafíos tenga, porque está aquel que espera, y espera, y que espera, a ese nunca le va a llegar nada y siempre se va a estar lamentado, al contrario van a ir creciendo los lamentos, hay que sobreponerse a todo eso, por eso no comparo lo de antes ni lo de ahora, hay mucha gente que se queja ahora del valor inflacionario, se olvidan de cuando hubo el 20% mensual, para mí todos los gobiernos han sido malos, o todos han sido buenos, nunca pensé en lo que hacían ellos, pensé en lo que yo hacía”
Ricardo Giorgetto, un luchador, un ejemplo para imitar.
Duplicar el esfuerzo
“Cuando me inicié tomé dinero de dos usureros que me cobraban el 3% mensual pagaderos semanalmente y sin embargo lo tomé, pero eso sí, comía poco, dormía poco para poder pagar los intereses, ¿ y bueno a quién lloré ?, a nadie, hoy en día llenamos los diarios quejándonos de todo, ¿y porque?, no nos quejamos de que nosotros hemos retaceado el esfuerzo, yo nunca lo retaceo, hasta el día de hoy sigo con mi forma de trabajar, con lo que enseñaron los progenitores: hablar menos, la de quejarme menos y la de duplicar el esfuerzo calladito la boca, eso es lo que hemos olvidado muchos”...
“Al principio todo me salía mal, pero siempre pensé que tenía que cambiar la suerte y justamente el día que nació mi tercer hijo (Héctor) ese día me cambió la suerte, me empezaron a salir las cosas bien, la alegría me embargó, el espíritu era otro, empecé a caminar con más velocidad”.
Ricardo Giorgetto y toda una vida relacionada al camión, la herramienta de trabajo, nos dijo: “para mí todo los gobiernos han sido malos, o todos han sido buenos, nunca pensé en lo que hacían ellos, pensé en lo que yo hacía...”
Anécdotas
“Dentro de las anécdotas, las no tan felices: las calamidades en la ruta eran terribles, cruzábamos las lagunas de noche uno manejando el camión y el otro caminando con las botas adentro de la laguna para ver si había algún pozo de algún camión que se había encajado antes y en la próxima laguna lo hacíamos al revés; un día volcamos en Azul y estuvimos dos días con el camión volcado, no había forma de que alguien viniera para poderlo levantar y ahí estuvimos dos días comiendo postre Balcarce con mate amargo; un día casi nos matamos frente a la Virgen de la Loma en Olavarría, casi nos estrellamos contra un camión que había volcado cargado de hacienda y alcanzamos a frenar faltando 4 o 5 metros estaba la Virgen al lado, siempre cuando pasamos por ahí paramos en agradecimiento”.
El Personal
“Con el personal hemos compartido la vida y eso es muy significativo cuando hay una reciprocidad, reciprocidad en el esfuerzo común que tenemos que hacer los dos, el patrón y el empleado, o sea ponernos a la altura de cada uno en su lugar por supuesto, pero así se pueden llevar mejor las cosas porque se lo comprende a quién está tra bajando con uno y además de comprenderlo se lo valora y se lo dignifica, eso es lo fundamental porque a su vez él va hacer lo mismo con uno, cuando cunde el entendimiento el trabajo se lo hace mejor y a su vez se vive mejor”.
La Familia
“La familia se ha hecho grande especialmente junto a mí esposa, los hijos desde el primer día empezaron a trabajar palmo a palmo con nosotros, desde chiquitos, y eso fue la base de sustentación de todo este trabajo, ahora tengo 12 nietos y dos bisnietos y gracias a Dios los cónyuges también son buenos; en el trabajo nos sustituimos recíprocamente, o sea todos tenemos conocimiento de todo, jugamos en todos los puestos”.
Comercialización
“Cuando empecé con esto en la República Argentina la comercialización se hacía a través de un tren que salía de Mar del Plata directamente a Barracas, Buenos Aires y de ahí se redespachaba hacia todo el país, únicamente se hacía en forma directa a Mendoza, San Juan, Bahía Blanca y General Pico”.
“En la región central del país hicimos todo nosotros, después fue cambiando la comercialización, lo del ferrocarril fue desapareciendo, fue sustituido por los camiones en forma directa desde Mar del Plata; nosotros estamos atendiendo 66 pueblos con centro en General Pico, y tomamos parte de la provincia de Buenos Aires, La Pampa, sur de San Luis y sur de Córdoba”.
“Problemas en la pesca hay a montones, uno de ellos es la propia organización nacional de explotación del mar, el slogan de Picomar lo dice todo: ‘el mar también es pampeano’ ¿ porque lo decimos ? lo experimentamos en carne propia, nosotros llegamos a Mar del Plata, a Puerto Madryn, a San Antonio Oeste ¿ y quiénes somos los pampeanos ? no somos dueños del mar y vemos que hay otros que lo explotan en demasía, lo usufructúan ellos, son ellos los dueños del mar, ¿ no somos todos los argentinos dueños ? es vox populi la cantidad de negociados que hay, los permisos de pesca, los sobreprecios, la exportación ¿ y cómo, y los pampeanos ? espectadores en todo eso, se lo dije a muchos políticos nuestros de La Pampa, fíjense lo que nos están haciendo en el mar, pero no les importa, no les interesa, como si el mar argentino fuera de otro, simplemente se preocupan cuando saben que vienen 4 barcos a robar lo nuestro y no son 4 son 400, al contrario a esa gente que viene tan distante hasta habría que felicitarlos hacen 10 - 20 mil kilómetros para venir a buscar porque ellos no tienen, no tienen el producto, pero tienen la capacidad del esfuerzo y del trabajo y lo vienen a buscar acá, nosotros lo tenemos enfrente ni nos importa, ni siquiera lo vamos a cuidar, ¿ y entonces qué hacemos con correr a un barco pirata ? sí, está bien, hay que correr al barco pirata, pero después que lo corrés hay que ocupar ese lugar, hay que explotarlo y trabajarlo con inversión, o sea todo eso habría que cambiar y eso va a la comercialización de la mercadería, el resultado final es el precio de la mercadería que después nos quejamos que es caro, yo también me quejo de que es caro, pero vamos a que en general el problema de la pesca en la República Argentina es porque está desmadrado, siempre lo estuvo”.
Cámaras frigoríficas en la Casa Central de General Pico. La empresa pampeana “Picomar” atiende 66 localidades, llegando a las provincias de Buenos Aires, La Pampa, sur de San Luis y sur de Córdoba.
Frutos del mar
“Por supuesto que el filet de merluza ocupa el primer puesto inamovible a nivel mundial, acá no le damos tanto valor porque en la Argentina tenemos tantas carnes sustitutas y además no es tradición, no le damos importancia pero la merluza es un pescado que reúne cualidades excepcionales además de ser riquísimo; en el segundo lugar está el calamar que tiene un valor alimenticio altísimo, tendría que imponerse en todos los comedores escolares el consumo en especial del calamar que tiene calcio en alta proporción; en la Argentina se produce muchísimo langostino que va todo para Europa, por supuesto hay temporadas más excepcionales que otras pero el langostino argentino es altamente cotizado, tiene un precio espectacular a nivel internacional y después está todo el resto de las variedades, algunos que son riquísimos como el abadejo y el lenguado”.
General Pico
“Voy a tomar dos puntos muy distantes uno de otro, una distancia de 50 años, Pico era, ya no lo es, era un centro de distribución excepcional, la ubicación que tenía por la red ferroviaria era muy bueno, como centro de distribución en Pico teníamos de todo y pongo algunos ejemplos: había cinco fraccionadoras de vino, llegaba el vino de Mendoza en trenes, en vagones tanque de 50.000 litros y una vez fraccionado se repartía en camiones en toda la provincia de La Pampa, incluso provincia de Buenos Aires; había fábrica de jabón, se distribuía el jabón desde Pico, fábricas metalúrgicas varias, las fundiciones, es y había un centro de distribución de productos alimenticios, la fruta, la verdura venían por tren desde Mendoza y desde acá por el ferrocarril se empalmaban con los camiones y se llegaba hasta Victorica, Santa Rosa y Macachín todo con fruta y verdura desde aquí, además de los productos metalúrgicos y alimenticios había también otros renglones que se comercializaban desde Pico, como es la parte de los repuestos, hoy en día todo eso va desapareciendo porque hay otros sistemas de ventas, hay otros sistemas de entregas, modernas por supuesto, y eso honestamente a Pico lo va reduciendo a su venta más regional, más pequeña, y hasta diría más adelante llegaremos a que sea de neto corte local”.
“El caso de los viajantes lo dice todo, antes Pico era un lugar de encuentro de los viajantes, eso ha desaparecido también; la comercialización de hacienda con los remates ferias en toda la región también ha ido cambiando, por eso Pico que tenía un gran asentamiento comercial ha ido cambiando y la parte industrial también ha ido disminuyendo, es imperioso volver a que Pico tome otros bastiones de lucha, otros renglones de lucha, pero lo tiene que hacer lo antes posible, desde comercializar los productos propios de la región y salir a buscar mercados con valor agregado”.
La fiesta
“Toda fiesta lógicamente implica un costo, un gasto, que muchas veces también se dice ¿para qué, porque gastar esto, porque gastar lo otro? yo también lo sé decir en otros casos y a lo mejor me equivoco; por empezar hice muchas fiestas y todas las hacía con el mismo propósito igual que la de ahora, la de ahora es una más para mí, es un momento de reencuentro con la gente que uno aprecia, con la gente que uno le debe gratitudes, porque he tenido atenciones recíprocas de muchísima gente, además es un momento de profesar la convivencia, el acercamiento y fundamentalmente es para agradecer también públicamente a la comunidad que nos alberga, a la vida y a Dios que nos dio la vida, entonces, no vamos a ser ni más pobres ni más ricos porque hagamos una fiesta y esperamos que tenga el alcance que nosotros queremos, me refiero al alcance de apreciación de la gente, si Dios quiere vamos a tener la presencia de la Reina Nacional del Mar quién concurre habitualmente a otros lugares del país en actos que son públicos, el nuestro es un acto privado que implica también propaganda comercial, o sea todo eso está muy distante de la finalidad que debe cumplir la Reina del Mar, pero porque viene a Pico, expliqué bien el motivo sabiendo de que lo nuestro es privado, pero queríamos traerla porque en nuestra actividad estuvo siempre el slogan que dice: “Uniendo La Pampa y el Mar” significa para nosotros no solamente el trabajo que hacemos, sino significa la presencia de acercar dos sectores geográficos dentro de la República Argentina que durante toda la vida estuvo muy distante, es decir el mar y La Pampa estaban muy distantes, hoy puedo asegurar que están más cerca, pero a su vez se dan cuenta que son hermanos, esa es la finalidad clave, entonces lo insólito de traer la Reina Nacional del Mar, a un lugar de tierra, de arena y de Caldén es tan insólito que eso mismo nos está dando el asidero de nuestro reclamo, de querer unir La Pampa y el mar, por sobre todo por lo que siempre decimos: “el mar también es pampeano”, esa es la finalidad de la fiesta, reafirmar todos esos buenos conceptos, y compartir un buen vino desde ya que sí”.
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