Los diseños exclusivos siguen marcando las tendencias sustentables. En esta oportunidad un arquitecto dedicado a la arquitectura orgánica se encargó de llevar adelante este proyecto natural. Esta casa se encuentra en Portland, Oregón, Estados Unidos y la construcción le llevó siete años. Comenzó en 1997 y finalizó en 2004. La idea le pertenece al arquitecto Robert Harvey Oshatz. Rodeada de la naturaleza y la tranquilidad que se respira en ese lugar la hace idónea para escapar del estrés que produce la ciudad y volver al “hábitat natural”.
Quien encargó el proyecto es un cliente algo detallista, amante de la música, que pidió que su casa no sólo formase parte del paisaje natural, sino que estuviese en sintonía con el fluir musical. “Esta residencia evade los aspectos prácticos de la cámara, ya que es difícil capturar la forma en que fluye a la perfección el espacio exterior desde el interior”, aseguran desde distintos portales de curiosidades y diseño.
Es necesario recorrer toda la casa para conocer su complejidad y la conexión que mantiene con el exterior. El techo de madera natural que flota en el cielo del salón de estar, por ejemplo, está compuesto de listas de madera curvada pasando a través de un grueso cristal.
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