En los primeros tiempos que comenzamos a escribir el Diario del Viajero sus ediciones eran de circulación reducida, pues pretendíamos encontrar un estilo en comunicación que permitiera una plena identificación con nuestros lectores.
Cuando definimos el mensaje, con su temática y una redacción agil, empezamos a llegar a distintos puntos del país.
Ejemplares semanales, en su gran mayoría como suplemento de periódicos impresos por la Agencia Periodística CID, fueron el resultado de nuestro cotidiano esfuerzo, y de una consciente planificación
Aunque en ocasiones presentíamos que iba a ser un difícil, y tal vez riesgoso camino, igual lo iniciamos y, más aún, lo continuamos. Diario del Viajeroes el resultado de un idea concretada, que se reafirma en cada publicación.
Ni costosas campañas publicitarias, ni dobles mensajes, ni obsecuentes notas periodísticas fueron necesarios para crear, e incrementar, una comunidad lectora que nos sigue. Sólo hizo falta un mensaje claro, una línea transparente y profesional que colocó una lupa sobre pequeños y grandes temas positivos y poco tratados por la prensa en general.
Nos lee el lector individual y también nuestro medio es usado en las aulas para enseñanza en los tres niveles educativos. Personas y profesionales de diferentes actividades, forman parte además de nuestra audiencia que se ha eslabonado en este proyecto que es una realidad que cursa ya 26 años.
Es indudable que el estilo marcó un camino, el crecimiento también.
Es un gusto para nosotros obsequiar todas las semanas ocho páginas con contenido cultural. Nos da sumo agrado ver con que habitualidad los lectores lo retiren de los distintos lugares donde lo distribuimos Es un orgullo acompañar como suplemento a tantos periódicos regionales o locales.
Nuestras premisas fueron crecer aún con vientos no tan favorables: los resultados obtenidos son la cosecha positiva a la perseverancia y el esfuerzo
Elizabeth Tuma y Carlos Besanson |