Cuando uno va a encarar un trabajo de decoración debe saber que se pueden combinar estilos, solo hay que saber usarlos con criterio. No todo está permitido y siempre deben primar el buen gusto y la funcionalidad.
Hay algunos movimientos que no se deben juntar, como el estilo inglés con el francés. Ambos tienen mucha personalidad y se la debe respetar.
Tampoco es bueno mezclar el estilo Biedermeier con uno francés, pues el estilo alemán se caracteriza por los tonos caramelo con detalles en filete negro que no condicen con el galo que tiene dorados a la hoja y tallas.
Hay otras corrientes decorativas que sí pueden amalgamarse. Por ejemplo, los estilos como el Luis XV y el Luis XVI pueden estar juntos o combinados con muebles contemporáneos. En ambientes minimalistas se puede dar un toque de personalidad con un sillón francés con detalles capitoné o una consola Luis XV dorada o plateada a la hoja en la entrada principal de una casa.
Quienes desean ir más allá pueden optar por refaccionar el mobiliario, en caso que el estilo lo amerite. Antes de trabajar sobre el mobiliario elegido es necesario evaluar el estado general de la pieza (que no esté apolillada, desencolada y más). Cada modelo puede tomar una nueva imagen de la mano de un lustre, una pátina e incluso modernizarlo con herrajes, en el caso de las puertas y los cajones.
Plan integral
Cuando elegimos mobiliario para ambientar un espacio tenemos que tratar de que sea homogéneo. Visualmente debe impactar por su armonía y no por su mezcla de estilos sin un cuidado en la elección de los mismos. Todo debe estar conjugado: telas, tonos de lustres en las maderas y la estética elegida también.
Otro punto a tener en cuenta es que hay que prestar especial atención para no abusar de los objetos decorativos. Por eso, volvemos a
recordar que el diseño interior debe ser armónico, incluso en los
detalles pequeños. Debe ser un todo integral. Los accesorios tienen que ser elegidos siguiendo el estilo imperante en el espacio. A veces menos es más.
Elegir un accesorio con cuidado ya sea por su estilo o material es lo que le da el toque de realce a una propuesta.
Del mismo modo, las telas utilizadas se eligen por sus texturas y colores ya sea para tapizar como para la confección de las cortinas.
En esa línea, el tono de las paredes es fundamental a la hora de
contener toda la decoración.
Por último, cuando se incorpora arte se debe pensar muy bien en el espacio que se le dedicará. Los cuadros o esculturas de líneas clásicas pueden conjugarse con muebles modernos o con piezas retro que han sido customizadas.
Colaboración: Alejandra Fernández,
decoradora de Fontenla, www.fontenla-furniture.com |