El 21 de octubre se recuerda el día del trabajador del seguro, popularmente conocido como el “Día del Seguro”. La fijación de la fecha fue propiciada por la Superintendencia de Seguros de la Nación para conmemorar la primera iniciativa gubernamental, atribuida a Bernardino Rivadavia, de crear un Banco de descuentos y una Compañía de Seguros Marítimos que, aunque no llegó a materializarse, se concretó el 21 de octubre de 1811.
Con el objeto de recordar a esta actividad económica tan importante en el tráfico comercial, no solamente en nuestro país, sino en todo el mundo, hemos de insertar una pequeña semblanza sobre la primer cooperativa que se fundó en la Argentina-esto fue el 1º de octubre de 1898-, llamada “El Progreso Agrícola”, que es precisamente una cooperativa de seguros, pionera, que atesora más de un siglo de historia.
Hace 114 años
El granizo representaba el peor enemigo para los chacareros pampeanos (de la pampa húmeda en general) de fines del siglo XIX. La única defensa que tenían los colonos de aquella época frente a las adversidades climáticas eran indemnizaciones reconocidas por aseguradoras de Bs. As.; escasas, de bajo monto, y tardías, aún cuando las primas ascendían y eran exigidas con pagos inmediatos.
Esteban Simón era un aveyronés que se sentía atraído por las ideas económicas de su amigo Charles Gide, uno de los principales impulsores de la “concepción católica de la economía”. Simón pensaba que, con la unión de todos los chacareros, podrían reemplazar a las aseguradoras de Bs. As. y se contactó con ellos para llevar adelante esta misión junto al fundador de Pigüé: Clemente Cabanetes.
El 1 de octubre de 1898 Cabanetes, Simón, y un conjunto de chacareros de la zona conformaron “El Progreso Agrícola de Pigüé, Cooperativa Mutua de Seguros Agrícolas y Anexos Ltda.”, que se encargaba de formar un fondo común, ayudándose mutuamente, para que aquel que tuviera una adversidad climática como el granizo pudiera resarcirse y volver a trabajar la tierra en el próximo año.
La actividad aseguradora sufrió con el paso del tiempo diversos avatares. La dinámica histórica de nuestra República no dejó de lado al seguro. En sus inicios, este segmento de la economía fue captado casi en su totalidad por las empresas extranjeras. Éstas llevaban la delantera, no solo por su mejor posicionamiento económico, sino por la experiencia estadística acumulada a través de mucho tiempo.
Pensemos que Inglaterra la cuna del seguro y fundamentalmente del reaseguro, tomó esa posición debido entre otras causas, a que en ese -por entonces imperio-, se inició un proceso transformador mundial, conocido como “Revolución Industrial”.
Hoy el mercado asegurador argentino registra índices de recuperación, luego de la crisis sufrida durante el período 2001 y 2002.
Sumado a lo anterior, es positivo el avance en la relación reaseguradora con mercados brasileros, esto hace que mejore la competitividad en una actividad ávida por un mayor y mejor posicionamiento.
El conjunto de esas acciones y otras que puedan tomarse en el futuro, redundará en múltiples beneficios para todos los sectores que indudablemente necesitan mejores coberturas para riesgos que en la actualidad, desgraciadamente adolecen por cierta precariedad técnica y costos muy altos debido a un desequilibrio entre toma de primas y siniestralidad.
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