El 27 de marzo de este año, dimos cuenta de que la ruta del corredor bioceánico del lado chileno, quedó inaugurada, totalmente asfaltada, desde el hito limítrofe hasta la ciudad de Talca, pero del lado argentino resta asfaltar unos 60 kilómetros que en la actualidad son de ripio.
El ministro de Infraestructura de Mendoza, Rolando Baldasso, dijo a la prensa en un fam-press que Vialidad Nacional tiene previsto en el próximo semestre, tener el asfalto completo. Pero aún no está definida la fecha para la licitación.
Las declaraciones del ministro de Infraestructura de Mendoza, Rolando Baldasso, señalando a los periodistas que fueron invitados a conocer El Pehuenche, que Vialidad Nacional tiene previsto en el próximo semestre, tener el asfalto completo, son nada más que “jarabe de pico” porque aún no está definida la fecha para la licitación de ese último tramo, como tampoco la obra de la Aduana Integrada (Las Loicas), fondos que hace años están otorgados por la Corporación Andina de Fomento.
Con derecho y razón, la República de Chile pide que Argentina “cumpla con lo suyo”. Es simple observar desde el mismo límite, donde se realiza el tradicional encuentro anual de hermandad argentino-chilena, la diferencia en las obras prometidas por los gobiernos argentino y chileno. Desde el hito en adelante (ruta CH 115) y por más de 170 kilómetros el país trasandino ha concluido las obras de asfalto y contención de aludes a lo largo de todo el cruce.
Las autoridades chilenas de la Séptima Región -con ironía dicen- que “confían en que nuestro país cumpla” con su parte, recordando de paso, que Chile hasta tuvo el desvastador tsunami precisamente en esta zona y sin embargo se recuperó y culminó la obra.
El hecho de que Argentina todavía no llamó a licitación para el asfalto, retrasa la obra hasta el verano próximo y recién estaría concluida para la otra temporada turística, porque los trabajos en época de invierno deben detenerse por las inclemencias y las bajas temperaturas. |