Con esta edición cumplimos 27 años de entrega semanal de estas ocho páginas gratuitas. Nos sentimos orgullosos de llegar a esta etapa, con el propósito de ofrecer a los lectores una opción informativa, transparente y sólo con el costo de retirarlo en los diferentes lugares donde lo colocamos.
Diario del Viajero, como usted amigo lector, hemos transitado todo este tiempo siendo testigos y protagonistas de muchas situaciones o hechos que directa o indirectamente decidieron sobre nuestra vida ciudadana. 27 años para un ser humano, son los suficientes para considerarse y los demás también lo consideren como una persona adulta. Todos hemos crecido, aprendido y reconocemos lo que ya no queremos para nuestras vidas.
Los cumpleaños son momentos de reflexiones y de aceptar la edad que se logra como un bello diploma que la vida nos entrega. lejos de sentir el peso de una mochila con muchos años creemos que estos son instantes importantes de análisis de conciencia, por eso les entregamos un texto que merece ser releído.
No hay igualdad sin justicia.
La vigencia de ambas permite una paz estable.
La libertad implica la responsabilidad en los actos de aquellos que la invocan. Las consecuencias de sus actos pueden beneficiar o perjudicar a los integrantes de una sociedad en general, o alguno de sus miembros en particular.
para aquellos que mal usan la libertad de expresión, existe una grave sanción moral, que es la pérdida final de prestigio por parte de los mentirosos, que pueden ser tanto de los personajes emergentes como de los periodistas decidores que buscan empalmar situaciones, como un relato permanente de formas de vida que no son precisamente ejemplares.
Es el público quien debe aprender a ejercitar su indiscutible derecho a que los medios de comunicación mal usados no le roben el único capital no restituible que es el tiempo.
De la misma manera que los individuos en procura de incrementar su cultura seleccionan hábilmente su material de lectura, ya sea en libros o en publicaciones, el espectador que quiere crecer en sus conocimientos inteligentes, también debe aprender a cambiar el canal de televisión o el programa de radio que no le transmite ni alegría, ni habilidades, sino maliciosos mensajes o niveles bajos de capacidad, idoneidad y ética.
Robarnos el tiempo capciosamente es otra forma de corrupción social, que baja el promedio de un país y de sus integrantes. La mejor censura es aquella que elabora un público que aprende a decir con firmeza: esto no me interesa.
Muchos años de una querida comunicación amistosa nos compromete con ese futuro que comienza hoy.
Elizabeth Tuma y Carlos Besanson |
