A lo largo de la Cordillera, entre Mendoza y Tierra del Fuego, el país ofrece variados centros de esquí para los amantes de la aventura. Catedral, Las Leñas, Castor y Chapelco, son destacados en el mundo por su belleza y calidad de servicios.
Son destinos propicios para quienes disfrutan del placer y la adrenalina de desplazarse en esquí o snowboard por las elevadas montañas cordilleranas.
Pero no todo el mundo es fanático de la nieve y los que aún lo son, buscan un complemento tradicional en el país, que se distingue con su Turismo Rural, donde se destaca La Pampa.

Las provincias de nieve
Desde mediados del mes de junio, las provincias “de nieve” vienen recibiendo turistas de todo el mundo que llegan al país en busca de diversión y adrenalina. Argentina, tiene la ventaja de tener más de una docena de centros invernales, especialmente preparados para recibir a los turistas. Hay infinitas pistas para todas las categorías, con la mayor seguridad e instructores capacitados.
También, caminos alternativos para los más atrevidos y actividades adicionales para los que solamente buscan lugares paradisíacos donde subir a una aerosilla, hacer un safari fotográfico o degustar los mejores platos de montaña bajo una intensa y pintoresca nevada.

Mendoza para el encanto
Esta provincia cuyana que alberga el Aconcagua, una de las montañas más altas del mundo, tiene varios centros de deportes invernales.
Con la ventaja de tener picos más elevados que la Patagonia, el complejo Las Leñas, es uno de los más exclusivos del país. Situado a unos 80 kilómetros de Malargüe, con sus más de 3.400 metros de altura tiene 24 pistas, 13 medios de elevación y 228 hectáreas esquiables.
Son destacables las áreas fuera de pista, que permiten practicar el heli-ski y el esquí más extremo en nieve virgen. Con cinco lujosos hoteles en la base y uno de los Snow Parks más importantes de América Latina, donde se encuentran saltos, cajones y barandas.
El detalle: la posibilidad de esquiar de noche en 2 mil metros de pistas iluminadas. Entre las actividades extra está el casino, espectáculos musicales, dance clubs y bares.
A pocos kilómetros está Los Penitentes, en Las Heras, con sus 300 hectáreas de superficie esquiable, 28 pistas y gran belleza natural, se ilumina todas las semanas con bajadas de antorchas, parque de trineos y tubbing park con medio de elevación propio.
También, al pie del Cordón del Plata, Vallecitos, ideal para aprendices, con 12 pistas y apenas 100 hectáreas para combinar el deporte con el andinismo y las cabalgatas de alta montaña.

Destacados de la Patagonia
Algunos de los centros invernales de la Patagonia Argentina tienen importancia internacional, y otros son más nuevos o pequeños, aunque en pleno crecimiento.
Entre los más destacados está Catedral, en Bariloche (provincia de Río Negro), primero en el país y uno de los más tradicionales. Es el más importante de Sudamérica, por las condiciones de sus pistas y amplios servicios.
Se encuentra ubicado dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi y desde sus 2.100 metros de altura domina uno de los paisajes de bosques y lagos más bellos del sur. Tiene 600 hectáreas esquiables, 53 pistas, 40 medios de elevación y 48 cañones para la producción de nieve artesanal.
Entre las prácticas permitidas está el esquí alpino, de fondo, de travesía, nórdico y fuera de pista, snowboard, snowpark, trineos, parapente, trecking, raquetas, motos de nieve, circuitos fourtrax y mountain bike.
En la base, hay 3 mil plazas hoteleras -que se suman a las 22 mil en el resto de la ciudad-, restaurantes, bares, un importante centro comercial, disco y casino en el Club Hotel Catedral.

Tras recorrer el camino de los 7 lagos, en San Martín de los Andes (provincia de Neuquén), está Chapelco con excelentes pistas y completa infraestructura. El clima es más húmedo ante la presencia de los lagos y la vegetación exuberante. Al igual que el Catedral, permite realizar paseos entre bosques milenarios. Se trata de un centro de nieve al que muchos ya eligieron denominar “boutique”, por sus dimensiones y atención. Con 140 hectáreas esquiables, 12 medios de elevación y 31 pistas es sede de la Copa Mundial de Snowboard y del Campeonato Brasileño de Esquí.

El más nuevo y austral es el Castor, en Tierra del Fuego. Allí, se dan las condiciones ideales para el ski nórdico, por las extensas llanuras cubiertas de nieve. Situado a unos 26 kilómetros de Ushuaia, fue inaugurado hace poco más de 10 años, y posee las mejores condiciones de nieve en polvo compacta. Tiene 600 hectáreas esquiables y 24 pistas con diferentes niveles. La ventaja de estar bien al sur le permite disfrutar de los cuatro meses completos.

Variedad de propuestas
La Patagonia Argentina se abre generosa al flujo de turistas para la temporada invernal, incluso para los que prefieren destinos más pequeños y acogedores.
En Neuquén, uno de los centros invernales a los que es posible acceder es el neuquino Caviahue, con la posibilidad de combinar el esquí con baños termales de la vecina localidad de Copahue. Dentro de la misma provincia están el Cerro Bayo, en Villa La Angostura, con un paisaje inigualable, y Batea Mahuida, en Villa Pehuenia.
Más al sur, pasando a la provincia de Chubut, el antiguo y pequeño centro La Hoya, en la ciudad de Esquel, con precios muy accesibles y excelentes servicios, junto al Parque Nacional Los Alerces.
Por último, Valdelén, el único de la provincia de Santa Cruz, y cercano a la ciudad de Río Turbio, con variadas pistas de esquí nórdico y alpino.

En las estancias turísticas pampeanas, nunca faltan las cabalgatas, los paseos en carruajes, las visitas a pueblos y atractivos de la zona, los monumentales asados criollos...

La Pampa Rural
Completando la Región Patagónica se encuentra La Pampa, donde la nieve es menos frecuente y por lo tanto, no hay servicios preparados para ella.
En cambio, varios establecimientos rurales cuentan con buenas propuestas hoteleras y actividades para la aventura. También este ofrecimiento prolifera en las provincias más al sur, pero en La Pampa el escenario es único, es el del verdadero campo argentino, con su producción tradicional, sus gauchos, sus costumbres y la más rica historia aborígen.
En las estancias turísticas pampeanas, nunca faltan las cabalgatas, los paseos en carruajes, las visitas a pueblos y atractivos de la zona, los monumentales asados criollos y comidas regionales, los fogones con encuentros folklóricos, las demostraciones de destreza y práctica del trabajo y las costumbres del campo argentino.
En definitiva, lo verdaderamente autóctono, con toda la carga faunística y la flora nativa, donde el Caldén se luce como principal representante.