Para el viajero experimentado en primer lugar, no está tan lejos, apenas a 780 km de Santa Rosa. Asi que, ojalá pueda viajar y si no, le quedan los datos para hacerlo otro fin de semana.
La temporada de avistaje de ballenas en las costas de la provincia de Chubut, que se extiende hasta diciembre, son el atractivo principal de la zona que tiene como epicentro de servicios a la ciudad de Puerto Madryn.
Los rituales de reproducción son la fuerza poderosa que convoca a las ballenas, constituyendo un espectáculo maravilloso para el viajero, que se repite y crece cada año, gracias a la labor de protección que desarrollan diversos organismos.
Pero no todo es ballenas y nada más, conocer la maravillosa Reserva Natural de Península Valdés con una superficie de 400.000 hectáreas es la parte más dulce de esta escapada.
El Litoral Marítimo Atlántico Argentino, y más específicamente las aguas vecinas a la Península de Valdés: Golfo Nuevo, Golfo San José y Caleta Valdés, conforman la principal área de cría de la Ballena Franca Austral, siendo la ciudad de Puerto Madryn el centro de servicios por excelencia, con buena hotelería, gastronomía y empresas que brindan todo tipo de posibilidades de recreación y diversión a partir del contacto con la naturaleza.
Avistaje embarcado
Embarcado puede uno acercarce a enormes ejemplares de ballenas, delfines o lobos y elefantes marinos. Los avistajes se realizan en embarcaciones de diversas capacidades, desde 8 hasta 30 pasajeros.
Estos programas de avistaje duran aproximadamente una hora según la época del año, las condiciones climáticas y la cantidad de animales que se encuentren en la zona, que se acercan a distancias increíbles que permitiéndonos su visualización pormenorizada. Durante el recorrido suelen verse también delfines, que se desplazan en grupos de 8 a 12, realizando sus simpáticas acrobacias que dan a los visitantes un espectáculo inigualable. |