La construcción de la embarcación semisumergible, diseñada y realizada en Argentina, comenzó en enero de 2012. Este año iniciará su funcionamiento y permitirá a los turistas ver ballenas bajo el agua. Se trata de un emprendimiento privado con el respaldo del Gobierno de Chubut. Está inspirado en modelos de ese tipo, que son utilizadas para observaciones submarinas en la barrera de arrecifes de Australia, en el Caribe, y en el Mar Rojo desde Israel.

La embarcación
El espacio para los pasajeros tendrá unos 40 asientos con sus ventanas. El promotor y director del proyecto, Tiño Resnik, expresó que, desde ellas, va a ser como mirar a los ojos a la ballena desde una máscara de buceo.
La superficie de la nave será similar, en sus medidas, a aquellas que parten de la reserva provincia Península Valdés, que fue declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por las Naciones Unidas. Estas se utilizan para los avistajes en el santuario de ballenas de Golfo Nuevo, aunque bajo el agua, tendrá un volumen mayor, con un calado que supera los dos metros.

Ambicioso proyecto
Resnik es buzo y capitán de barcos. En 2008, ganó una concesión para avistajes de ballenas, y en 2009, otra para paseos lacustres en el Parque Nacional Lago Puelo, en la cordillera de Chubut. Ese año propuso su idea a las autoridades provinciales. Tanto el gobernador de la mencionada provincia, Martín Buzzi, como el secretario de Turismo, Carlos Zonza, respaldaron la construcción del primer semisumbergible de la industria nacional.
El barco se encuentra en el Astillero Naval Federico Contessi, en Mar del Plata, y Resnik consideró que será lanzado el mes próximo. Las pruebas de navegación se harán en la costa bonaerense. Tras los ajustes necesarios, será trasladado a Chubut para actividades experimentales a fin de año. Luego, lo habilitarán para el público.

Características
Confeccionado en acero naval soldado, las medidas del semisumergible constarán de 15 metros de largo por cuatro de ancho. Será propulsado por dos motores de 50 HP cada uno, que le darán una velocidad máxima de seis nudos. Entre los dos pontones laterales que harán de flotadores, tendrá un tercer compartimento bajo la superficie. Ese será el salón de pasajeros, quienes tendrán la posibilidad de permanecer sentados allí o subir a la cubierta durante los viajes diurnos.

Yellow Submarine
El emprendimiento se llama Proyecto Yellow Submarine, ya que la parte visible de la nave será completamente amarilla. La ventaja que presenta, es que no se debe esperar a que las ballenas emerjan para poder verlas. Además, por la curiosidad de estos animales, el director y promotor estima que se acercarán a las ventanillas.
En Puerto Pirámide, por ser área protegida, no se construyó muelle. Por este motivo, el barco no podrá acercarse a la costa a causa de sus dos metros de calado, por lo tanto permanecerá anclado en la zona de avistaje, y los pasajeros llegarán en lanchas transbordadoras para iniciar directamente la actividad de forma submarina.

Dos horas de viaje
El tiempo en el que los turistas podrán ver a los mamíferos se extenderá más que en los barcos de superficie, con una salida diaria al mediodía y un total de dos horas de viaje, de las cuales una y media serán destinadas a la observación. El precio duplicará al de las naves actuales, que es de $ 490 por persona adulta.
Las lanchas que hacen excursiones desde Puerto Pirámide, son ingresadas al mar con tractores y sobre trailers, ya cargadas de pasajeros, por lo que para el YellowSubmarine también está en oba, en el mismo astillero marplatense, un rodado especial para cuando tenga que ser retirado el agua.

Resnik y su cónyuge, Silvina Garzonio, son los dueños de la firma Southern Spirit Para concretar Yellow Submarine, se asociaron con la inversora Julitte Decré.

Fuente: Télam