Un equipo periodístico de Semanario REGION® recorrió volviendo de Chile en enero de 2014, la ruta binacional del paso El Pehuenche.
Del lado chileno, la pavimentación está completa y terminada, del lado argentino, aún siguen de tierra más de 57 kms.

De Talca a Malargüe
Cruzamos desde Talca (VII Región de Chile) hacia Malargüe (Mendoza - Argentina). El tramo del lado chileno -RN Nº 115-, impecable. Al llegar al límite del Hito Pehuenche, la ruta se corta abruptamente y comienza el ripio.
Es otro país, es Argentina...

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Desde el límite, medimos -odómetro de por medio-, 40 kms sin pavimentar -Ruta Nacional Argentina Nº 145- hasta el puesto Las Loicas, donde se encuentran el control de migraciones y aduana argentinas, un tramo donde se aprecian varias obras de protección de montaña con piedras, mallas de contención para los deslizamientos naturales y paredones de defensas sobre los precipicios del lado del río.
Luego medimos 17 kms más, desde Las Loicas hasta donde se termina el pavimento, cerca del puesto Poti Malal, donde se nota que no hay ningún trabajo realizado, cero obra, igual que cuando el camino fue habilitado hace más de medio siglo, en 1961. En total son 57 kms de puro ripio que aún están esperando el asfalto.
De allí en adelante, poco más de 20 kms, la carretera está pavimentada hasta Bardas Blancas, en la intersección con la Ruta Nacional Nº 40.

Nada desde 2005
Como decía Perón copiando conceptos de Aristóteles, “la única verdad es la realidad”, y la realidad nos dice que mientras Chile ha cumplido con su parte de pavimentar en su totalidad la ruta internacional del cruce cordillerano por el Paso “El Pehuenche”, la Argentina no hizo ni un sólo kilómetro desde diciembre de 2005, cuando inauguró el tramo Nº 1, entre el paraje Bardas Blancas y la zona comprendida como Portezuelo del Viento.
Hace poco dijeron desde Vialidad Nacional, que en 2015 completarían la obra, pero quien ésto escribe -sin ser perito vial, tan solo un “viejo” conocedor de la zona y el tema-, la ‘realidad’ una vez más hace poco probable que esto sea ‘verdad’.

De los 75 km que hay del lado argentino entre el límite fronterizo El Pehuenche y la localidad mendocina de Bardas Blancas, medimos 57 kms que faltan pavimentar de la RN Nº 145. El resto, se había inaugurado en 2005 y a pesar del crédito de la Cooperación Andina de Fomento, no se pavimentó ni un solo kilómetro más en casi una década.

Portezuelo del Viento
La obra argentina original, fue proyectada en cuatro tramos de pavimentación. El Nº 1 es el único que se pavimentó. El Nº 2 no se hizo nada y el Nº 3 y Nº 4 tiene realizadas sólo obras complementarias.
El Tramo 3 y Tramo 4 se licitaron juntos y cubren la distancia entre cercanías del acceso a Cajón Grande hasta el hito del límite fronterizo.
Lo que queda en el aire es el conflictivo Tramo 2, que sería entre Portezuelo del Viento hasta casi el acceso a Cajón Grande. Un tramo que si bien ya está trazado, es muy posible que haya que modificarlo en virtud de otra obra proyectada en la zona -la represa del Río Grande-, que de concretarse dejaría la traza actual y el mismo paraje Las Loicas, bajo el agua.
¿Cuántos años más habrá que esperar?

Pablo Lacoste
El periodista e historiador mendocino Pablo Lacoste, hace poco (ver REGION® Nº 1.073) escribió:
“La realidad del Pehuenche hoy, es como si se hubiera construido un puente carretero de gran envergadura, para camiones pesados, pero sólo hasta la mitad del río internacional. Un país hizo su parte y el otro no.
Dos posiciones ideológicas antagónicas. Chile se presenta como un país con vocación latinoamericana y de integración.
En cambio Argentina muestra, en los hechos, nulo interés por la integración latinoamericana y un giro notable hacia posiciones nacionalistas.
Chile ha gastado 200 millones de dólares en una obra inútil, y de alto costo de mantenimiento. ¿Cuándo terminará su tramo el gobierno argentino? ¿En cinco o diez años? (...)
La situación es todavía más triste para la Argentina. Si en este desencuentro Chile perdió dinero, Argentina ha perdido algo más valioso: honor, confianza, credibilidad”.