Las noticias no son siempre
entretenidas.   C.B

Un viaje de mil millas comienza
con el primer paso.  Lao-Tse

El crecimiento de un país no está realmente dado por la cantidad de sus habitantes, sino por su nivel de educación, de salud y finalmente de ingresos de cada uno de sus integrantes.
No es suficiente, aunque si es importante, el número de títulos expedidos por sus Universidades, si los egresados tienen un bajo coeficiente de ingreso al mercado laboral.
Tampoco alcanza tener una población que llega a una edad avanzada, si el cuidado de su salud no es gratificante para esas personas o sus familiares.
Si no hay equidad en el reparto del ingreso per cápita tampoco se obtiene tranquilidad social. Y cuando se habla de equidad debe considerarse el concepto de premios y castigos, en función de la actitud y responsabilidad laboral de todos los componentes de una actividad productiva o de servicios, sean éstos empleados o empleadores.
Una sociedad que no garantice equilibrio y seguridad, no genera orgullo ni deseo de pertenencia. Tampoco facilita pronósticos seguros de avances positivos, que garanticen a los descendientes inmediatos las opciones lógicas de un vivir adecuado.
Así como en repetidas oportunidades hemos hablado de que no se puede exportar ineficiencia, también debemos tener en cuenta que no se puede convivir con ella, sin decaer lentamente en acciones sin resultados válidos, o en omisiones destructivas.
El crecimiento auténtico de una Nación no puede estar basado en el decrecimiento individual, pero acumulativo, de sus miembros.
Es necesario que todos entendamos sobre la necesidad de reinversiones constantes que mejoren el rendimiento, a lo que debe sumarse la capacitación permanente para hacer valer cada paso tecnológico que se de.
La acumulación de deudas financieras no es una inversión válida. se termina trabajando para el financista, sea éste un banco de renombre, o un usurero silencioso. Por lo tanto el deudor no sólo pierde independencia económica en la toma de decisiones, sino que poco a poco va cayendo en una falencia que destruye el emprendimiento original
Creo que estos conceptos son realistas y entendibles, sin embargo no son metódicamente explicados ni en las Universidades, ni en las instituciones que agrupan a empleados y empleadores. Por ende el fracaso cotidiano adquiere un sentido de permanencia que casi se acerca a lo perpetuo para cada individuo.
El juego aleatorio de los presupuestos, tanto estatales o privados, no tiene como base una racional eficiencia en su planteo y aplicación. Para aquellos que por razones de edad hemos visto los actos fanfarrones de colocación de piedras fundamentales en débiles proyectos de plantas de generación de energía o futuras fábricas elaboradoras en cualquier parte del país, sin tener en cuenta la proximidad de las materias primas pero sí la posibilidad de negociar una exención impositiva zonal, o sonada.
La decadencia termina cuando comienza la autocrítica inteligente y eficaz. No seamos silenciosos cómplices de aquellos que actúan irresponsablemente dentro de sus entornos. La inconducta persistente termina convirtiéndose en una epidemia colectiva que baja nuestro estándar de vida, enfermándonos a todos

Carlos Besanson
Publicado en el Diario del Viajero n° 940, del 4 de mayo de 2005