Este viernes 5 de septiembre, se recuerda en todo el país el “Día del Pintor”, ese profesional que con su ayuda, podemos convertir un espacio aburrido, en uno vibrante que acumule elogios.
A muchos les parece que pintar una casa es algo sencillo, pero no se trata solo de tener la habilidad para manejar un pincel y una lata de pintura, sino que requiere la capacidad de coordinar las diversas tareas involucradas en el proceso de la pintura para lograr un buen resultado final.
Es un trabajo complejo que necesita diferentes etapas, como pelar la pintura antigua existente si se trata de repintar, lijar y limpiar adecuadamente y además, utilizar las técnicas correctas con brochas, rodillos o máquinas.
Por otra parte si es una obra nueva, también necesita adecuación y un buen sellado de base, antes de ir al color deseado y para eso nada mejor que contar con un profesional especializado, según sean las distintas superficies, como paredes, aberturas, puertas, piscinas de material, etc.
A todo esto, debe agregarse la necesidad de un trabajo limpio, que no estropee pisos o muebles existentes y que el profesional cuente con todos los elementos necesarios para pintar en altura o en lugares difíciles.
Para esto, las recomendaciones juegan un papel muy importante y quien mejor que nuestro arquitecto o el proveedor habitual de pinturas para darnos una mano.