La Organización Mundial de la Salud logró que 192 países firmaran la Convención Internacional de Lucha Contra el Tabaquismo. La trascendente resolución rechaza, entre otras cosas, falacias publicitarias como light o suave que algunas marcas emplean. Casi cinco millones de muertes anuales, y con una triste expectativa que las mismas se incrementen al doble en pocos años más, demuestran que el viejo negocio de vender humo empaquetado es perverso.
Recordamos lo que venimos diciendo desde hace años.
Carlos Besanson
Cortinas de Humo
Diario del Viajero n° 654, del 10 de noviembre de 1999
Hace mucho tiempo, en los comienzos de esta empresa periodística, tomamos una decisión: prohibir al personal fumar en los recintos. Pero consideramos que era injusto que los clientes y colegas tuvieran una franquicia para poder hacerlo en nuestro lugar de trabajo. Por ello extendimos la prohibición a todos, incluso parientes y amigos. Al principio pensamos que nos íbamos a quedar sin clientes, o sin amigos, porque la protesta de algunos de ellos era muy seria. Sin embargo nos mantuvimos en esa política, y creo que perdimos uno o dos clientes solamente, pero ganamos un clima interior mucho más sano, que finalmente fue reconocido por todos. Ese planteo, realmente pionero en el país, con el tiempo se fue generalizando.
En un importante diario leímos una carta del presidente de la empresa tabacalera Nobleza Piccardo S.A. en la cual hace una defensa de su actividad, y de la concepción publicitaria, que según ellos desarrollan. En un tramo de su alegato menciona: numerosasencuestas alrededor del mundo demuestran que el público consumidor tiene un conocimiento considerablemente elevado de los riesgos de fumar.
Si el tema no fuera tan dramático, esos conceptos semejan a una boutade francesa, o en un mero juego de palabras; porque lo que no existe, en el fumador que se inicia, es el conocimiento considerablemente elevado, del elevado riesgo de fumar. Por lo tanto la carta, que busca ser exculpatoria, no justifica el daño social que produce la adicción al cigarrillo.
Las tabacaleras han perdido largos pleitos ante los tribunales americanos. Los fallos que les han sido adversos, y las importantes indemnizaciones reconocidas por los daños sufridos por los usuarios de todas las marcas, no pueden ya resucitar a los muertos Por favor guarden silencio en su homenaje. |