Con el armado del arbolito, todos los ámbitos de nuestra casa comenzaron a impregnarse del espíritu navideño. Rojo, verde, dorado, guirnaldas, lucecitas que titilan.
Los colores y símbolos de la Navidad se multiplican en cada rincón para esperar a esta fiesta que reúne a la familia cada año.
Este encuentro trae consigo el placer de sentar a todo el mundo alrededor de la mesa, arreglada para la ocasión.
Tradiciones, costumbres e ideales se ven reflejados en las casas, en las comidas, en las mesas de nuestras cenas navideñas.
La Navidad resulta la mejor ocasión para sacar las cosas buenas y bonitas que tenemos en casa y que a diario no utilizamos.
Para que vajilla, cristalería, cubiertos o manteles luzcan en la mesa, conviene ponerlos a punto unos días antes.
En esta nota, aportamos algunas sugerencias que todo resulte de maravillas:

-Lo primero sería comprobar si los manteles y servilletas que se van a utilizar están limpios. Si son blancos y estuvieron guardados durante mucho tiempo, en ocasiones amarillean. En ese caso, convendría lavarlos, si no, basta con una planchadita para quitar los dobleces.
-Si en la casa hay vajillas antiguas que nos regaló la abuela o las tías, lavarlas cuidadosamente a mano con agua jabonosa y vinagre. Si las piezas de la vajilla tienen decoraciones en dorado o plateado tener la precaución de no ponerlas en el lavavajillas para que no se estropeen.
-Parece un detalle menor, pero es importante tener en cuenta de qué material son los cubiertos. Si son de acero, basta con lavar con agua y jabón y secar para que no queden marcas.

Siguiendo con los cubiertos, si son de plata o plateados, es conveniente frotarlos con un paño impregnado en alcohol. Al guardarlos nuevamente, lo mejor es envolverlos en papel de seda para que no reciban luz y se ennegrezcan.
-Preparar la cristalería es una tarea que lleva tiempo y paciencia. Sólo por estar guardada y sin usar, las copas se llenan de polvo, pero es muy fácil dejarlas perfectas si las lavamos con agua jabonosa tibia y las aclaramos con agua fría. Si después de este proceso siguen opacas, hay que anadir vinagre al agua jabonosa y el cristal brillará más. Para secarlas, basta con dejarlas escurrir hasta que estén “casi” secas y pasarles después un paño que no deje restos.
-Si el caso es utilizar recipientes, fuentes, tablas o cubiertos con partes en madera, para que queden perfectos hay que evitar el lavavajillas. Hay que lavarlos a mano con agua jabonosa y secarlos bien. Los recipientes y tablas quedan mejor si les pasamos un paño ligeramente impregnado en aceite de oliva, eso los realzará mucho.
-Las jarras y licoreras son piezas que quedan preciosas en la mesa. Si al sacarlas se las ve opacas o manchadas, lo mejor es dejarlas una noche con agua y vinagre y frotar luego suavemente con un cepillo y quedarán brillantes

Para adornar la mesa no dejar nada al azar, utilizar centros naturales, velas, cintas, pequeños motivos navideños, ramas de pinos… sacando fuera toda la creatividad y habilidad decorativa.

¿Y el menú?
Pensar en el menú para las fiestas implica saber qué vamos a comer y también analizar si tenemos ganas de trabajar y cocinar, o vamos a comprar comida afuera. Una de las modalidades que se usan en estos tiempos es la de preparar un cerdo o un pavo y elaborar en casa las entradas, las ensaladas y otras guarniciones.
Entre los primeros platos son un clásico el matambre, los fiambres, el vitel toné y como un detalle exquisito, las copas de mariscos. Para las guarniciones, la clásica ensalada rusa nunca decepciona, otras sabrosas son la waldorf, la jardinera y las que combinen vegetales, quesos y frutas secas.
Un clásico local es un buen asado; en muchas casas la carne es el plato preferido para estas fechas.
También se puede optar por un lunch -una alternativa práctica y fresca para el verano-, encargando sandwiches y bocaditos a una confitería.

En cuanto a las bebidas, podemos pensar en ellas por momentos: aperitivos, jugos naturales o un ponche para la recepción de los invitados; vinos y gaseosas para la cena y espumantes para el brindis. Hay que tratar de disponer las botellas en la heladera el día anterior, o por la mañana, para que todo esté bien refrigerado. Una buena idea es comprar hielo con anticipación y mantenerlo en el freezer.

Con respecto a los dulces, para la cena navideña, es habitual comprar frutas secas y turrones, tradición que hemos incorporado de los países nórdicos en los que hace frío en esta época. Sin embargo, en estas latitudes, podemos optar por postres más frescos, aprovechando la riqueza de las frutas.
Para hacerlo, sólo hay que sustituir las pasas de uva, castañas y nueces por frutas frescas. Es una excelente idea que además aporta aroma y color a nuestra mesa. Aquí le ofrecemos algunas sugerencias:

-Rodajas de sandías acompañadas de uvas, algunas hojas verdes alrededor de una vela dorada le dan un efecto chic a la mesa.
-Como la fiesta es en la época más calurosa de año, es bueno recordar que las frutas cortadas y dispuestas en una bandeja o plato de vidrio acomodadas sobre hielo picado quedan lindas y pueden ser un delicioso postre.
-El día anterior a las fiestas macere frutillas. Para la cena de Navidad, dispóngalas en un gran bowl. Al lado, coloque otro recipiente con crema y copas. Cada invitado podrá servirse las frutillas con o sin crema, según lo desee.

La Cocina de REGION®
Pan Dulce Facilísimo

Ingredientes: 2 cucharadas de levadura, 1 taza de leche tibia, 1/2 taza de azúcar, 1 cta. de sal, 3 huevos, 1 K. de harina común, 1/2 taza de manteca, 1 taza de pasas de uvas, 1 taza de frutas abrillantadas surtidas, 1 taza de nueces picadas, 1 taza de harina común, alguna bebida para saborizar.

Preparación: Mezclar en un recipiente la levadura con la leche tibia, azúcar y sal, dejando descansar 10 minutos. Mientras tanto, batir los huevos en un recipiente aparte. Colocar en un bowl grande la harina, agregar la levadura diluida, los huevos batidos, la manteca derretida y la bebida, unir bien con las manos y amasar hasta formar una masa suave. Tapar la masa con film o un repasador y dejar leudar hasta que duplique su tamaño.
Mezclar las frutas con la harina en un recipiente y agregar a la masa leudada amasando que queden bien distribuidas.
Dividir en 2 partes iguales y colocarlas en moldes de papel para pan dulce, dejar leudar nuevamente. Pintar con huevo batido y hacerles a cada uno un corte en la parte superior en forma de cruz y cocinar en horno moderado alrededor de una hora.