Los molinos eólicos
pueden ser una opción válida como complemento
del sistema energético para una pequeña
ciudad o aplicación específica, pero ¿es
racional poner en manos de sistemas eólicos la
generación de energía de un país
entero: domicilios, industrias, etc.? Especialmente teniendo
en cuenta la actual crisis en la materia y sin olvidar
que la energía es un recurso estratégico
en el cual el fracaso de una "experimentación"
puede significar la ruina de una nación. Además,
es muy cuestionable la aseveración de que la energía
eólica es "limpia" y barata ya que sólo
es efectiva el 30% del tiempo.
Eduardo Ferreyra, presidente de la FAEC, Fundación
Argentina de Ecología Científica (ver
REGION Nº 649, "...la noticia del Glaciar
Upsala es un 'nuevo fraude de Greenpeace'") plantea
el tema de manera contundente en un artículo
de 14 páginas, enviado a nuestra redacción,
del cual reproducimos los párrafos centrales:
Greenpeace elaboró su Informe "Atucha II
vs. Energía Eólica" con la convicción
de que todo el mundo se tragaría sus errores
y exageraciones, como ha venido sucediendo desde la
formación de dicha banda eco-terrorista. Las
cosas son bastante diferentes, como se expone en este
informe de FAEC.
El Informe de Greenpeace tiene una serie de inexactitudes
que merecen ser comentadas, porque la mayoría
de lo que se expresa allí está sacado
de contexto, o es una deformación lisa y llana
de la verdad y de los datos técnicos y científicos
sobre la energía nuclear y la energía
eólica.
Hechos Concretos irrefutables
Las centrales nucleares Atucha I y Atucha II (de 350
y 692 MWh respectivamente), sin emisión de gases
de invernadero y construida en un área de unas
20 hectáreas, producen unos 1000 MWh las 24 horas
del día, día y noche, semana tras semana,
todo el año (con interrupciones de 30 a 40 días
para mantenimiento cada 18 meses). Usando turbinas de
energía eólica -que rinden sólo
el 30% de su capacidad debido a la naturaleza fluctuante
del viento- serían necesarias 3.555 turbinas
de viento de 750 KWh de capacidad, o 2.666 turbinas
de 1 MWh cada una, o 1.333 turbinas de viento de 2 MWh
de capacidad cada una, para producir la misma cantidad
de electricidad que entregan Atucha I y II.
Qué propone Greenpeace
Greenpeace, de acuerdo a su Informe de marzo de 2004,
"Atucha II versus Energía Eólica"
afirma: "La propuesta de Greenpeace es que los
480 millones de dólares que restan para la obra
de Atucha II se destinen a impulsar un plan de corto
plazo para el desarrollo de una industria eólica
local. Dicho plan debe tener como meta de corto plazo
alcanzar unos 300 MW para el 2007 y los 3.000 MW
para el 2013. Tales objetivos y sus líneas
directrices para un programa de esa naturaleza hemos
presentado en el informe 'Energía Eólica:
3000 MW en el 2013' que incluye un análisis de
corto plazo por la Cámara Argentina de Generadores
Eólicos (CADGE)."
Introducción a la Verdadera Energía
Eólica
Las turbinas de viento modernas vienen en una gran cantidad
de tamaños, desde pequeñas unidades de
100 watts diseñadas para suministrar energía
a hogares individuales o cabañas, hasta las gigantescas
turbinas con aspas de más de 50 metros de diámetro,
que generan entre 1 y 2 MWh (megawatts) de electricidad.
La gran mayoría de las turbinas actuales son
del tipo eje horizontal con tres aspas, entre 15 y 45
metros de diámetro, produciendo entre 50 y 350
KWh (kilowatts) de electricidad (1 MWh = 1000 KWh =
1.000.000 watt/h). Las hay de mayores dimensiones, de
mejor ecuación costo/beneficio y de mayores precios.
El principal productor de turbinas de viento es Dinamarca,
que desarrolló la industria y la actividad mediante
grandes subvenciones y subsidios a la energía
eólica. En 2003 el gobierno de Dinamarca anunció
la suspensión de dichos subsidios habiendo comprobado
la poca eficiencia de este tipo de energía, que
encarece los costos de electricidad para el usuario.
Según datos de Vestas Wind Systems, la más
grande de las compañías Danesas fabricantes
de turbinas de viento, y quizás la más
grande del mundo, el valor de cada turbina "Vestas
V90" de 2.0 MWh (FOTO) es de $2,258 millones de
Euros, o $2,71 millones de dólares.
Estas turbinas de 2.0 MWh proveen 600 KWh de energía
aprovechable, o 0,6 MWh. Para conseguir producir los
3.000 MWh "efectivos", realmente utilizables
por la red interconectada, prometidos por Greenpeace
para el año 2013, se tendrá que usar una
cantidad de turbinas de 2.0 MWh, que determinaremos
aplicando la "regla de tres simple":
0,6 mWh ---------- 1 turbina / 3.000 mWh ------ X
3.000 x 1 / 0.6 = 5.000 turbinas
El costo de estas turbinas, a $2,71 millones de dólares
cada una, significa una inversión de $2.710.000
x 5.000 = $13.548 millones de dólares.
Repase el cálculo las veces que crea necesario.
Greenpeace dice que podría hacerlo con sólo
$3.050 millones de dólares. ¿Deliran
o mienten?
Teniendo en cuenta que las turbinas deben estar espaciadas
entre sí por una distancia de entre 5 a 15 veces
el diámetro de sus aspas (N. de la R:
estos cálculos y los del párrafo anterior
están detallados en el sitio Web que se menciona
al final) serían necesarios 800 km2 de
territorio para producir los 3.000 MWh prometidos por
Greenpeace.
Resumiendo
Para producir los 3.000 MWh prometidos por Greenpeace,
serán necesarios 800 km2. Esto costará
$13.548 millones de dólares, a precios actuales
de mercado. Una central nuclear de 1000 MWh de última
tecnología, como las producidas por INVAP, la
exitosa empresa estatal argentina, (digamos del tipo
"pebble bed" como se están construyendo
en Sudáfrica y China), costaría no más
de $1.100 millones de dólares, de manera que
para producir los 3000 MWh que quiere Greenpeace, a
un costo de $13.548 millones, con $3.300 millones obtenemos
la misma energía, a casi una cuarta parte de
lo que Greenpeace propone gastar. Además, nos
ahorramos 799,97 km2, que se pueden utilizar para siembra.
Verdades a medias
Greenpeace omite cuidadosamente mencionar un factor
sine qua non para conectar un parque eólico a
la red interconectada nacional: es imperativo la construcción
de estaciones de generadores eléctricos convencionales
(de gas o fuel oil, etc) para proveer de energía
a la red en los momentos en que el "parque eólico"
no suministra electricidad. Como el período de
no provisión de energía eólica
es de 70% del tiempo real, los generadores eléctricos
convencionales (quemando fuel oil, gas natural, carbón
u otros combustibles), deben funcionar el 70% del año
entregando la "electricidad eólica prometida"-
pero no entregada, y el 30% restante deben permanecer
funcionando en "standby", es decir, en reserva,
gastando combustible inútilmente (¿y los
gases de invernadero, Greenpeace?) esperando el momento
del día en que los molinos no produzcan energía,
ya sea por falta de viento, o por exceso del mismo.
Greenpeace no dijo toda la verdad. Mintió
todo el tiempo.
(El minucioso informe de Ferreyra -de 14 páginas-
reseña a continuación otras refutaciones
a la "propuesta de Greenpeace" en cuanto a
los costos, la capacidad de generación de energía,
la explicación de por qué la energía
eólica no es autosustentable, los datos de otros
países, etc. y cierra con los siguientes párrafos.)
De lo expuesto aquí, y considerando la gravísima
crisis de energía que sufre la Argentina, lo
único sensato es terminar de una vez Atucha II
y planear la instalación de otros reactores de
avanzada tecnología, como los que fabrica INVAP.
Tecnología nacional confiable, mano de obra nacional
experimentada, materia prima nacional y ruptura de la
dependencia de proveedores extranjeros de insumos.
¿O será que a Greenpeace no le conviene
que nos independicemos de los proveedores de tecnologías
del exterior, y sigamos en nuestra eterna dependencia
de las corporaciones extranjeras? Después de
todo, como multinacional extranjera, Gr$$npeace tiene
que hacer causa común con sus hermanas saqueadoras.
Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Fundación Argentina de Ecología Argentina
Nota completa en:
http://www.mitosyfraudes.8k.com/Nuke/InfoAtucha.html
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