- ¿Qué libro puedo regalarle
a tu hijo?, le pregunté a una colega.
- A Daniel le gusta leer ciencia
ficción, me contestó ella.
- Entonces que lea los diarios,
le respondí.
Más allá de la entintada sátira
el mundo se nos presenta como tal: ficticio, confuso,
irresoluto, imposible. de ciencia ficción.
Por eso cuando mejor estemos preparados
para unir nuestro conocimiento con la capacidad de acción,
podremos descifrar nuestra realidad y por ende proyectar
nuestro futuro.
Elizabeth Tuma
LOS PROFESIONALES Y SUS SERVICIOS
Publicado el 28 de febrero de 2001
- DV nº 722
Estadísticas recientes señalan
la existencia de un gran número de profesionales que
sufren problemas de desocupación en proporciones similares
a las de otros trabajadores. Estos datos, podrían de
manera superficial interpretarse como la negación del
viejo concepto, que la desocupación y la subocupación
se dan fundamentalmente en quienes no tienen una preparación
adecuada para el trabajo, y que generalmente ocurre,
con aquellos que no han terminado estudios afines a
sus actividades.
Considerar que la acumulación
de certificados y diplomas es suficiente para tener
un porvenir asegurado, es un dato incompleto.
Lo que permite sortear adecuadamente los riesgos presentes
y futuros, son los conocimientos reales debidamente
asimilados. Más aún, si uno no aprende a desarrollar
la facultad de interpretación de los hechos, sean estos
agradables o no, mal puede desarrollarse metódicamente
en el campo laboral.
Es la capacidad de análisis,
y la toma de decisiones adecuadas, lo que permite sobrevivir
y crecer, dentro de una sociedad que está en una transformación
difícil para sus componentes. Se podrá discutir si estamos
en el comienzo de una nueva edad o era,
pero lo evidente es que las reglas de juegono
solamente no son las mismas, sino que muchos están jugando,
obligados o no, con los ojos vendados.
Nadie puede estar seguro sobre
las tareas específicas que va a realizar dentro de veinte
o treinta años. Por lo tanto todo aprendizaje, por más
científico que fuera, tiene que estar basado en una
capacidad de adaptación constante a los avances culturales,
y a ciertas realidades sociales. Aprender a investigar
todos los días los datos de la actualidad, sin desconcertarse
por ellos, es parte de la inquietud y también de la
necesidad de todos, como para no desorientarnos en un
mundo que, pareciera, tiene la brújula loca.
Siempre hemos sostenido la necesidad
de la educación permanente. Por lo tanto no se
puede discutir la constante vuelta a la escuela
que todos tenemos que hacer repetidamente en nuestras
vidas. Sin embargo no es el mero presentismo escolar
lo que va a permitirnos emerger en aguas turbulentas.
Es la real adquisición de nuevos conocimientos, adaptados
a los cambios, lo que puede permitirnos ser útiles y
activos con nuestro trabajo.
En distintas oportunidades manifestamos,
en reuniones de educadores universitarios, la conveniencia
que, cualquiera sea la carrera que el alumno siga, debe
cursar un seminario de marketing de servicios,
en donde puede aprender a definir adecuadamente ¿quién
es su cliente? ¿adónde se encuentra? ¿cómo llegar a
él? ¿qué necesidades tiene? ¿cómo satisfacerlas?
Este tipo de seminarios, adaptados a cada carrera o
actividad profesional, ayuda a que no crezca un nuevo
tipo de proletariado, con muchos certificados
y papelitos que pintan un curriculum,
pero que no da perfiles exitosos de trabajo.
Los contingentes de estudiantes
mal preparados, a veces con profesores sin experiencia
laboral actualizada, terminan en temporales trabajos
contingentes.
Carlos Besanson
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