La construcción del nuevo centro cívico, «un barco encallado en el medio del desierto» según su proyectista, fue un paso simbólico que se convertía en indicador de los nuevos tiempos que se vivían.
En esos primeros momentos era necesario armar toda una estructura que, no solo sirviese a la parte administrativa, sino que además apuntalase el crecimiento de los sectores productivos provinciales.
Así fue como se creó el Banco de La Pampa, que este 18 de mayo celebra 46 años de vida institucional.
Mirando hacia medio siglo atrás, reseñábamos ¿Cuáles fueron los principales problemas que hallaron los gobernantes provinciales? Eran muchos y graves.
Sin dar un orden de prioridad pueden citarse la baja cantidad de habitantes y los riesgos de un despoblamiento que se mantenía desde los años ‘30; una economía basada en la actividad primaria y con muy bajos niveles de industrialización, precios de productos agrícolas deprimidos; falta de rutas que interconectaran a las poblaciones entre sí y a las áreas productivas; el serio problema de la escasez de agua potable; la crisis generada en el noroeste provincial a partir de la interrupción de los escurrimientos de los ríos Atuel y Salado; necesidad de revitalizar el proyecto de desarrollo del río Colorado, caído en una triste agonía desde la crezca grande; mejoramiento de las comunicaciones y aumento de la generación eléctrica; control de los problemas ambientales como la erosión y la deforestación; impulso de la educación en niveles superiores, etc. Había mucho por hacer en la nueva provincia y aunque no todo, mucho se hizo.
Uno de los primeros pasos que se dio y sin dudas muy simbólico, decíamos, fue la construcción del nuevo centro cívico enclavado a la vera de la ruta nacional 5, en una zona medanosa. La idea del arquitecto Testa de diseñar «un barco encallado en el medio del desierto» para albergar las nuevas autoridades, se convertía en indicador de los nuevos tiempos que se vivían. La creación de ministerios y reparticiones tales como Vialidad, Agua y Energía, Bosques, Ganadería, Agricultura, Educación y Cultura, Salud Pública, etc. se constituían en indicadores de los diversos frentes de trabajo que se impulsaban.
En esos primeros momentos era necesario armar toda una estructura que, no solo sirviese a la parte administrativa, sino que además apuntalase el crecimiento de los sectores productivos provinciales, así se creó el Banco de La Pampa por Ley Provincial N° 96 del 24 de septiembre de 1954, para promover el desarrollo económico; comenzando a funcionar institucionalmente el 18 de mayo de 1959, fecha que se recuerda a la hora de celebrar su aniversario, que en 2005 es el número 46.
Desde hace más de medio siglo el BLP ha venido creciendo, con un impulso destacado a partir de 1995, donde se adquirieron más de 20 nuevas filiales compradas a otra entidad. Actualmente el BLP tiene presencia además de en La Pampa, en las provincias de Buenos Aires, Río Negro, Neuquén y últimamente en Huinca Renancó, Córdoba.
«La fuerza de convicción y la proyección de futuro que guiaron a nuestros pioneros y fundadores, es el marco de referencia en el cual se fundamenta el compromiso de nuestra gente en pro de un servicio personalizado y consustanciado en un profundo conocimiento de las necesidades de nuestros clientes y accionistas, para el crecimiento de la economía regional» afirman desde la institución crediticia pampeana, que en 2004 el Consejo de Calificación de Fitch Argentina Sociedad Calificadora de Riesgo S.A., decidió subir a la Categoría A2 (arg) al Endeudamiento de Corto Plazo del Banco de La Pampa S.E.M., argumentando entre otros puntos, el favorable desempeño de la Entidad durante ese ejercicio. |