De acuerdo con su etimología, tiene varios significados: alegría, festividad, fuerza, animo, y su clasificación en tinto, blanco o rosado depende del tipo de técnica de producción o vinificación que se haya utilizado. El vino, arraigado a ciertas culturas en el mundo, además de llenar de optimismo y alegría los corazones, hacer vibrar el paladar y mantener el espíritu alerta, es una bebida tónica y nutritiva.

Ese licor se produce por fermentación alcohólica, reacción química efectuada por las levaduras en el azúcar de la uva. De ahí se produce alcohol liberándose anhidridido carbónico. Las levaduras están presentes en forma natural en el hollejo de la uva, pero generalmente se escogen y adicionan otras para mejorar la eficiencia de este proceso y obtener mayor fineza en los aromas liberados.
Una amplia gama de propiedades se le atribuyen, desde dietéticas hasta terapéuticas. Las mas importantes descritas por la ciencia moderna se refieren a su valor nutricional, en tanto es considerado un alimento completo y fácil de asimilar.
El vino se relaciona además con la longevidad, a lo cual contribuye tal vez su contenido en vitaminas como la A, C, y varias del complejo B (biotina, inositol, cianocobalamina, ácido fólico, pantoténico y nicotínico, piridoxina y tiamina, entre otras) .
También contiene una elevada concentración de minerales, sobre todo, calcio, potasio, magnesio silicio, zinc, flúor, cobre, manganeso, cromo, además de poseer el hierro, muy efectivo en los casos de anemia.
Sin embargo su tonicidad, manifestada por los niveles físicos y psíquicos, viene dada principalmente por la presencia de taninos.

«Un vino a su medida», parece ser la sugerencia de «Bodegas López», que con gran cordialidad recibe a visitantes en su planta de Maipú, Mendoza, donde pueden realizarse visitas guiadas gratuitas con degustaciones de vinos o champañas a elección. Más información en: www.bodegaslopez.com.ar

Saludable: Espectro
Otra de sus cualidades radica en que es un excelente diurético, especialmente el blanco, por ser rico en tartratos y sulfatos de potasio que ejercen un efecto benéfico sobre los riñones, ayudando así a eliminar las toxinas del organismo.
Su acción antiséptica ha sido muy utilizada desde la antigüedad, sobre todo en las epidemias.
Es además un antialérgico por excelencia por su riqueza en manganeso y vitamina B y por oponerse a todo exceso de formación de histaminas, elemento con cierta responsabilidad en los fenómenos alérgicos.
Pero su espectro favorable a la salud no se queda ahí. Este exquisito licor ayuda al sistema cardiovascular. Su consumo moderado, aseguran algunos expertos, acelera la depuración del colesterol.
Dosis moderadas de esta bebida son favorables para la digestión de los alimentos, en tanto estimula la segregación de los jugos gástricos, por eso es particularmente recomendada su ingestión junto a las carnes y pescados.
El vino no solo resulta antioxidante y beneficioso para proteger el corazón, sino que estudios recientes han demostrado sus cualidades como hipotenso y reductor de algunos problemas neurológicos, en tanto su contenido en vitamina E hace que sirva para prevenir enfermedades como el mal de Alzheimer, demencia senil mas común en el mundo.
El conocimiento de este producto natural nacido del fruto de la viña, nos permite apreciar su gran utilidad para una vida alegre y saludable, claro está, siempre sin perder el dominio de nuestra voluntad por cuanto su efecto resultaría perjudicial para el organismo