En una República democrática,
al derecho a la información
corresponde la obligación
por parte de los funcionarios
de comunicar claro.
C.B

Es muy difícil ver la luz cuando el túnel tiene muchas vueltas. Así lo hemos manifestado en otras oportunidades, sosteniendo que el zigzagueo irregular desorienta y termina mareando a muchos seguidores.
Hay momentos en que la toma de decisiones de algunos, se convierte en apuestas, que tienen mucho de azaroso. La estabilidad que da la eficiencia en producir bienes y servicios con valor agregado, es poco discutible en ambientes ciudadanos.
Sin embargo, en muchos sitios de la administración pública la burocracia resta competitividad a los integrantes de la sociedad de un país, y eso es inexportable y de difícil compensación. El que estos hechos se den en casi todas partes, no implica que debamos aceptarlos por su vulgaridad y resignarnos por su frecuencia. Desde ese punto de vista inoperante aceptemos todas las enfermedades y epidemias, sin combatirlas ni neutralizarlas, porque es un mal de todos...
La responsabilidad del ser humano en el manejo de sus propios actos es enorme. Se habla constantemente del deterioro del medio ambiente y el peligro que eso significa para la generación de nuestros hijos. También la ineficiencia tolerada trastoca el ambiente y la sociedad que con ella convive.
La torpeza habitual y sin autocrítica, se torna en los hechos incorregible.
Crecer en tecnología sin mejorar en equidad y justicia es restar seguridad ambiental y social. Por ende, algunos pueden confundir el concepto de que sufre más quien primitivamente muere con un cuchillo que quien lo hace actualmente a causa de una bomba atómica, o viceversa.
El desarrollo de técnicas modernas para comunicar, no implica necesariamente honestidad en quien da la información original y quienes la difunden. Las mejoras en los instrumentos y herramientas comunicacionales no bastan para darnos seguridad en la honestidad del mensaje.
Sólo la búsqueda de la verdad por parte de todos, y el ejercicio cotidiano de los ciudadanos de sus derechos, pero también de sus responsabilidades, nos darán esa apetecible seguridad tan necesaria para que nuestra vida se justifique en el tiempo.

Carlos Besanson