El lunes 17 fue el festejo en el salón de fiestas La Rural, donde directivos, empleados, familiares y colaboradores, se dieron cita para celebrar nada menos que 40 años de actividad comercial ininterrumpida y despedir 2007.
Varias características le han dado la fama y el prestigio que Calfucurá («el hotel del indio» como se lo nombraba entre viajeros en las primeras épocas), se ganó en el tiempo.
Su impactante construcción en la década del ‘60 fue una de ellas, cuando la zona era un incipiente pueblo invadido por el medanal circundante que en los días de viento -que no se han ido pero duelen menos-, acumulaba montañitas de arena frente a cada casa de una Santa Rosa que ya perfilaba modernidad.
El esqueleto que comenzó a tomar forma allá por 1965 y que inauguró el 16 de diciembre de 1967, fue comentario de todos los que venían por estos pagos. Trece pisos con ascensores, con salón panorámico de convenciones, estacionamiento y un restaurante de gran nivel, ubicado en el corazón de Santa Rosa, a una cuadra del Centro Cívico, si hoy sería notorio, en aquel momento fue impactante.
Fue el primer cuatro estrellas de la provincia y marcó un destino, la clara intención de La Pampa de llamar la atención como un lugar de fuerza y pujanza entre otros del país.
La Web del hotel es: www.hotelcalfucura.com
Identidad cultural
Sus dueños originales, visionarios, tuvieron un alto concepto en los detalles y esta fue otra de las características sobresalientes. Conjugaron identidad regional con la cultura del arte, al encargarle al escultor Abel Magnani, de origen italiano ya radicado en Mar del Plata, que confeccionara la pintura que serviría de base para hacer el mural del gran cacique.
Luego, cuenta la historia, fue ampliado y preparado en diminutos bloques de mosaicos venecianos por el profesor universitario de artes José Domingo Laporta. Estos mosaicos se pegaron en bloques mayores y fueron enviados para su armado a modo de rompecabezas en la imponente torre antes de su inauguración, sin duda toda una gesta arquitectónica, particularmente para la época.
Años después llegó el reconocimiento, declarando el gobierno pampeano al mural del Cacique Calfucurá como un «Bien Histórico Artístico de Interés Provincial».
Permanente remodelación
En estas cuatro décadas de trabajo ha recibido a miles de turistas, personalidades de todos los ámbitos, del mundo del espectáculo, diplomáticos, famosos, políticos y estadistas.
Con el correr de los años, nuevos dueños se fueron incorporando a las familias originales, todos convergiendo en el interés común de mantener en alto el prestigio de una marca que se constituyó en un sello para La Pampa.
La actualidad lo muestra con piscina, solarium, un lobby totalmente remodelado, sistema Wi Fi, habitaciones en suite, 200 plazas de capacidad, salones de conferencias y para banquetes, con todo el confort de estos días.
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