En la pasada edición de Semanario REGION® Nº 838 dijimos: «Este Programa de Avistaje (que cuesta tan solo $ 30 por persona mayor), hasta donde nosotros hemos podido averiguar, según las características del mismo, tal vez sea único en el mundo. Si algún lector mejor informado nos puede contar sobre otra experiencia similar con ciervos, sería una noticia muy enriquecedora». Bueno, la respuesta llegó nada menos que de un experimentado conocedor y profesional, como el licenciado Fernando Mendez Guerrero, encargado de pesca y caza deportiva del Parque Nacional Nahuel Huapi, que hace pocos días estuvo en Santa Rosa durante la Cena Anual del Club de Caza Mapú Vey Puudú.

Respecto al Avistaje en la Reserva Parque Luro, Mendez Guerrero dijo:
«Es único en el mundo, maravilla, joya de la provincia de La Pampa. Estoy pensando copiarlo en alguna parte del Parque pero no tengo lugar para hacerlo. Realmente la actividad es una maravilla, cómo aprovechan el Parque Luro sin una presencia cinegética, tienen toda una provincia para hacer cinegética, pero en esa parte que se vean los ciervos lo que son. Es una de las cosas más inteligentes que he visto, es para admirar y para copiar, cuando tiempo atrás me dijeron ‘en La Pampa vamos a hacer avistaje de ciervos’, me quedé mudo, pensé ¿cómo no se me ocurrió?. Un producto turístico así es maravilloso, es una joya...».

«Para mí Parque Luro es una de las siete maravillas que tiene la Argentina, es una de las cosas que deberían preservar a ultranza los pampeanos y mantenerla como propia, y mantenerla en el estado que está, a lo mejor aumentando lo que es su contemplación, su interpretación.» dijo Mendez Guerrero.

Cacería de control
En nuestra charla, le transmitimos al encargado de pesca y caza deportiva del Parque Nacional Nahuel Huapi, lo que muchas veces hemos oido de guías y técnicos pampeanos, respecto a la necesidad de en algún momento hacer una «depuración» de la población existente de ciervos en la Reserva Provincial Parque Luro, con el propósito de mejorar la calidad de los animales, ya que se advierten varios con características fenotípicas recesivas.
Mendez Guerrero explicó: «Hay distintos tipos de caza, hay caza científica, caza comercial, caza deportiva y caza de control. Nosotros en el Parque (Nahuel Huapi) por ejemplo, aplicamos en una zona donde existe una población de huemul muy en descenso (huemul es el cérvido autóctono que es el objetivo de preservación del Parque), una cacería de control donde había aparecido una población de ciervo colorado (que es exótico). Lo que aplicamos no es una cacería deportiva, sino una cacería de control, con participación de terceros. Esto es: poner un guardaparque y un cazador, el guardaparque era el que indicaba el disparo; ante una hembra y un macho, se privilegiaba primero abatir la hembra y después el macho. Ya habían invadido la zona, lo que había que hacer era controlarlo numéricamente. Por experiencias que nosotros tenemos registradas, en Nueva Zelanda hubo casos parecidos. Lo que se pudo hacer en ese país, es lo que queremos hacer en Nahuel Huapi, desplazar la población de cérvidos exóticos, correr todos los colorados fuera del área donde está el huemul. Aplicando una presión de caza con tiros y direccionada a través de personal de parques, con participación de terceros. Los terceros en este caso son cazadores deportivos, pero ellos delegan esa necesidad de buscar el trofeo, en el hecho de decir, primero cazo una hembra y después cazo el macho.»
«Por lo que yo sé de Parque Luro, que no es mucho, lo que deberían hacer si es cierto que los planteles que hay de población de cérvidos colorados se empezaron a hibridizar (empezó a ocurrir mezcla de sangres), lo que deberían hacer es no abrirlo a la caza deportiva, sno a una caza de control. El Estado tiene la capacidad de control, que el Estado no controle algunas cosas no quiere decir que no controle nada. Poner un cazador y poner un guardafauna al lado, el guardafauna va a decirle al cazador a quien le tira primero y después lo dejará tirarle a otro y de esa manera van a poder lograr cosas. Eso yo creo que le podría dar muy buenos resultados, eso va a funcionar, porque se hace así en todas las partes del mundo.»
Evidentemente, se desprende de lo explicado, que la necesidad en Parque Luro podría ser una caza de control, eliminando principalmente, animales recesivos (con defectos), para mejorar la calidad del plantel en general. Esta toma de decisión en la Reserva Provincial suena como muy incómoda para el gobierno pampeano, que no quiere que algunos pseudos ambientalistas (que hablan de ecología sin comprender el término siquiera), salgan a criticar y decirles que son unos asesinos.
Lo cierto es que varios entendidos opinan que en algún momento, habrá que hacerlo.