Nuestra compañera de trabajo, Valeria Hadad, que fuera atropellada en la esquina de Moreno y San Martín cuando circulaba en su moto, por un automóvil que circulaba a muy alta velocidad por la avenida, el pasado 3 de junio, hasta el momento no ha recuperado el conocimiento de manera total, pero al cierre de esta edición había signos esperanzadores, ya que se habría comunicado en dos o tres oportunidades muy brevemente con sus familiares (con dificultad porque tiene hecha una traqueotomía), de manera coherente, señalando dolores y solicitando atenciones.
Si bien todos los informes médicos son cautos por su recuperación plena, los médicos de ULME -una institución para pacientes subagudos donde está internada actualmente en Buenos Aires- señalan lo positivo del hecho que «se está conectando cada vez más».
Sus familiares señalaron que el lugar donde está internada, en el barrio porteño de Nuñez, es agradable, la atención es buena, la limpieza también y que los kinesiólogos y terapistas trabajan a toda hora.
Precisamente la porción de su cuerpo que estaría más afectada sería la izquierda, pero calculan que con el correr del tiempo se incrementará la mejoría. Los médicos piden paciencia y nuestras oraciones estan con ella.

Valeria Hadad, como era habitual, llevaba a su hijo a la escuela de natación del Club All Boys a las tres de la tarde y lo retiraba a las cuatro para ingresar luego a REGION® donde se desempeña laboralmente.
Pero aquel día no pudo volver a buscarlo, porque a las 14:50 horas, en momentos en que circulaba con su moto por la calle Moreno e intentaba cruzar la Avenida San Martín, seguramente se vio superada por la sorpresa, quién podría imaginar en pleno centro y en ese horario a un vehículo a 90 kilómetros por hora.

El auto, que circulaba desde Casa de Gobierno hacia la laguna, la atropelló y debido a la velocidad extrema, que con holgura superaba las mínimas reglas de tránsito y de lógica convivencia social, subió al cantero central de la avenida, arrancó de cuajo una de las nuevas columnas de la reciente remodelación y sólo fue detenido en su carrera cuando embistió un bloque de concreto, donde derramó todos los fluidos del motor, producto del brutal choque. De haber seguido posiblemente hubiera cruzado a la mano contraria y vaya a saber qué otra desgracia hubiera causado.

Al cierre de esta edición, los partes médicos no alientan esperanzas sobre la vida de Valeria, pero seguramente desde donde ella pueda, seguirá haciendo fuerza para sobrevivir. Su carácter afable, su proceder respetuoso, su buen humor, lo extrañamos en este difícil momento, donde depositamos toda nuestra confianza en Dios para lo mejor.
Pasado este momento incierto -mientras anhelamos su recuperación-, vendrá el tiempo de analizar aspectos de toda índole, donde mientras que una sociedad se autoelimina diariamente, los responsables del control están ausentes y combaten a quienes con mano firme proponen enderezar esta situación.
Problemas extremos requieren medidas extremas. Ya es tiempo de que quienes nos gobiernan se involucren y dejen de lado las actitudes pusilánimes y egoístas.

El martes 10 de junio es el Día de la Seguridad en el Tránsito, ¿cuál será la parodia oficial esta vez?.

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