Terminar con el hambre y
la ignorancia...
Juan Bautista Alberdi
La frustración en los sentimientos
puede transformarse en una enfermedad
con posibles secuelas.
La supervivencia consiste no sólo en la capacidad de aguante físico y mental, sino en un accionar inteligente que logra actuar en un medio agresivo que desgasta y daña. C.B
Como tantos ciudadanos he tenido que convivir en constantes crisis políticas y económicas. Mi independencia económica ayudó a mantener mi salud mental en momentos en que todo temblaba. El país, poco a poco, pasó a depender de acreedores usurarios y falsos inversores de dineros non santos
Una de las cosas que me sorprendía siendo joven profesional, era observar cómo en el mundo empresario se confundían en la toma de decisiones, y también operativamente, los conceptos de producción y productividad, como si los mismos fueran sinónimos o casi lo mismo. De esta manera se mezclaban parámetros diferentes para medir resultados y mejorar los mismos.
Si tomáramos por ejemplo una mina de carbón y tuviéramos necesidad de incrementar su producción, podríamos aumentar la cantidad de personas mal remuneradas que trabajan con pico y pala, o mecanizar la perforación sin necesidad de explotar malsanamente a la gente. Sin embargo, la solución no es tan simple si no sabemos elegir la maquinaria adecuada, o no adiestramos apropiadamente al personal que la maneje, o nos endeudamos desproporcionadamente para adquirir un equipamiento que no alcanza en su rentabilidad para amortizar la deuda adquirida.
Difundir el conocimiento ayuda a producir con eficiencia. Dentro de una malformación general no se asimila las causas de los fracasos, propios y ajenos, como un ejemplo, doloroso pero orientador, que preserva de la acumulación de nuevos errores
Se puede producir utilizando hábiles conocimientos para ganar eficiencia, reduciendo tiempos y costos. También están los que trasladan a los precios sus repetidos errores, sin hacer los reajustes necesarios para sobrevivir a mediano o largo plazo.
Las nuevas circunstancias a medida que se presentan, generan nuevas obligaciones y maneras de aplicación. Dirigir sin saber es casi como jugar a las escondidas entre gente con los ojos vendados Nadie sabe realmente lo que está pasando y se tiene que dejar llevar por el olfato. De esta manera los olores se convierten en inseguras pistas que pueden estar podridas.
Debemos producir y utilizar conocimientos. El que sabe mejorar lo que hace, actúa sabiamente. La tecnología es una herramienta que hay que usar inteligentemente con el aprovechamiento adecuado.
Los empresarios que no saben manejar costos consideran que están cubiertos con incrementar sus precios sin tener en cuenta la realidad del mercado, y la incidencia que tendrá una escalada de precios que puede llevar a una dañina inflación, que con su vigencia paralice el poder de compras de su clientela.
El empresario honesto y exitoso puede hacer docencia con sus acciones, al generar y crear riquezas que sean distribuidas con equidad... en ese momento se sentirá orgulloso de ser independiente de algunos factores condicionantes.
Carlos Besanson |