En la 13ra edición de nuestro Suplemento Color de Construcción y Diseño «Concreto», decíamos lo siguiente sobre el tema:
Toda la comunidad advierte el gran desarrollo que de manera permanente tiene la capital de la Provincia, que atrae como ciudad moderna a familias del interior, que genera emprendimientos comerciales a veces gigantescos, que con fuerza arraiga a muchos que sólo vinieron a estudiar o trabajar por un tiempo y decidieron luego quedarse a vivir.
Lo cierto es que, ya sea por medio de obras de capital privado o las generadas por el Estado, la mayoría de ellas confluye en la búsqueda de solucionar un problema común, que es cubrir la demanda habitacional, que tiene una misma necesidad, con distintos bolsillos para pagar...
Quienes trabajan en la calle circulando la ciudad, es decir fuera de las oficinas administrativas, deben actualizarse de manera permanente precisamente respecto a las nuevas calles y barrios que van surgiendo.
En nuestra redacción es un comentario habitual de taxistas, remiseros, distribuidores, policía o inmobiliarios (cuando buscan la «Guíaplano REGION®» actualizada de las calles y barrios de Santa Rosa), la expresión de cómo la ciudad se ha desarrollado y se expande en forma continua.
Este desarrollo y expansión, es preocupación de muchos sectores y tiene muchas facetas.
Preocupa a las fuerzas responsables de brindar seguridad, preocupa a los profesionales por el impacto urbanístico, preocupa a las autoridades por el control del tránsito, preocupa a los ambientalistas por lograr un equilibrio razonable y la lista es larga.
Teniendo en cuenta el desarrollo y la expansión mencionados, si nos propusiéramos enumerar qué cosas habría que solucionar, sin ir más lejos habría que pensar que pasará con el aeropuerto en el futuro, en el lugar donde quedó, un verdadero «freno» al desarrollo del sector Norte, asociado a un problema ambiental y de seguridad (está pegado a grandes barrios populares), si es que recuperamos como dicen, los vuelos de cabotaje que supimos tener.
Las Piletas Sanitarias ya están muy cercanas a los barrios de viviendas. Aparte del mal olor, preocupan las napas contaminantes. |
Otro tema puede ser las piletas sanitarias. Donde están ubicadas, son otro escollo limitante que deberán afrontar las autoridades en pocos años más, no solamente por lo desagradable que resulta el olor que se respira en barrios cercanos, sino por las napas contaminantes.
El Parque Industrial mismo, parecía lejos 30 años atrás y ahora está pegado a populosos barrios y hasta un nuevo hospital. El día que de verdad se radiquen las industrias y empresas de servicios derivadas (una deuda pendiente porque estan diseminadas por toda la ciudad), habrá que ver cuál es el impacto ambiental también.
La Av. Santiago Marzo, por ejemplo, debería perder la denominación de «circunvalación», porque ya no «rodea la ciudad», de manera que todo el tránsito vehicular liviano y pesado de importantes rutas, atraviesa sectores muy habitados, con la consecuente peligrosidad en la circulación.
La Terminal de Omnibus, pegada al Centro Cívico, no debería demorar más su reubicación. Es necesaria su expulsión, para que los micros de gran porte dejen de circular internamente por calles y avenidas que no están preparadas para ellos, ni en los radios de giro, ni en la altura de cables, etc.
El predio del actual autódromo, inadecuado para la actividad automovilística mayor, debería tener otro aprovechamiento, tal vez turístico y cumplirse otra deuda pendiente de una nueva pista que genere competencias de alta popularidad nacional y que sea nuevamente una actividad rentable.
El predio del Tiro Federal, aún parece un conflicto sin resolver en los hechos, partiendo al medio un sector barrial de importantes inversiones inmobiliarias con gran futuro, ¿hasta cuándo?.
No es razonable que en una ciudad como Santa Rosa, haya quedado una hectárea dentro de la misma, a la que no se le de un mejor aprovechamiento, no por quienes usan el predio actualmente, sino por lo que se podría hacer allí. |
Y como para completar ¿hasta cuándo el Ejército Argentino seguirá ocupando las 10 manzanas que ocupa en Villa Tomás Mason?
Los lectores memoriosos recordarán que a fines de año pasado se supo periodísticamente, que el Ministerio de Defensa rechazó un pedido de devolución de ese espacio con la excusa de no contar «con predios capaces de reemplazarlo», cuando en realidad, el Ejército Argentino dispone de abundante superficie en Toay como para solucionar sus necesidades burocráticas, ya que el predio de la calle Raúl B. Díaz no sería operacional de instrucción de tropas en la actualidad, sino más bien técnico y administrativo, donde ocurre el disparate de que en 23 mil metros cuadrados de superficie cubierta trabajarían nada más que unas 100 personas.
Si la proyección oficial de crecimiento de la ciudad de Santa Rosa, indica que dentro de 10 años seremos 150 mil habitantes, hay que hacer algo.
Muchos han sido los reclamos durante tres décadas para que esas instalaciones vuelvan a la comunidad civil. La hipótesis de conflicto con Chile, que comenzó en la época de los años ‘70, donde los mandos militares consideraban a Santa Rosa y otros puntos de La Pampa como estratégicos para una eventual guerra, quedó atrás.
No es razonable que en una ciudad como Santa Rosa, haya quedado una hectárea dentro de la misma, a la que no se le de un mejor aprovechamiento, no por quienes usan el predio actualmente, sino por lo que se podría hacer allí. Cuando fue escuela, más de mil internos dormían y comían en sus instalaciones. Con el correr de los últimos 30 años, se propuso que el lugar fuera un campus universitario, un hospital y hubo quienes pensaron en un gran centro comercial.
Según lo publicado por el diario «La Arena» en su edición del 7 de noviembre de 2008, el pedido de devolución fue realizado por la fundación «Un lugar en el mundo. Patagonia Argentina», cuyo presidente sería Miguel Angel Maldonado, con el propósito de recuperar el inmueble de la ex Escuela Hogar, para el establecimiento de un hospital general de niños, que podría aliviar la sobrecarga del Garrahan de Buenos Aires.
Pero no pudo ser y las 10 manzanas seguirán estando allí como una muestra de la ineficacia nacional, hasta que las autoridades provinciales y municipales le den importancia al asunto, generando por ejemplo, una consulta popular sobre el tema, herramienta válida y pacífica de la democracia. |