Consideran en extremo injusto encadenar a los hombres con tantas leyes, tan numerosas que es imposible leerlas todas, y tan obscuras que muy pocos pueden comprenderlas.
Tomás Moro (1478-1535)
…No pueden atacarse impunemente los derechos de los pueblos. En los particulares súbditos es un crimen de traición; pero en los magistrados y autoridades es la más enorme y sacrílega violación de la fidelidad que deben a la confianza pública y a las leyes constitucionales de sus empleos…
Mariano Moreno (1778-1811)
…No puede dejarse con expectación paciente que se prolonguen dolencias tan profundas: y ha llegado ya el tiempo de indagar si el gobierno es lo que debiera ser bajo nuestras instituciones republicanas: el instrumento de distribuir la mayor porción posible de felicidad sobre el mayor número posible de individuos. Los pueblos no aman las instituciones que los rigen sino cuando estas condiciones se hallan cumplidas.
Domingo F. Sarmiento (1811-1888)
Publicado en Diario del Viajero Nº 347 del 22 de diciembre de 1993
El mundo comienza a enfermarse cuando quienes toman decisiones ya lo están Así empezaba hace años una carta a un amigo, tratando de explicarle ciertos males de la sociedad. Pero siempre hay situaciones tan inconclusas como la célebre sinfonía de Schubert, y la repetición constante de errores y falencias demuestran que el hombre evoluciona más lentamente que las tecnologías que inventa y aplica.
El quedantismo de los de arriba se contrapone con el quedantismo de los de abajo, y políticas y actitudes inmovilistas frenan las posibilidades de prosperidad de muchos.
No es lo mismo la vacilación, con su consecuente pérdida de tiempo, que la espera del momento oportuno para ejecutar. Ir corriendo a ninguna parte es la versión errática del movimiento pendular.
Los propósitos y las excusas de algunos se contraponen con los gritos y empujones de otros, como si las intenciones declaradas justificaran las inconductas en los hechos, borrando artificialmente sus consecuencias.
Las fiestas de fin de año llevan a algunos a una búsqueda de una epifanía espiritual, que signifique la aparición o manifestación de ideas o mensajes brillantes que llenen de nuevas esperanzas las ansias de nuestros congéneres. Sin embargo considero que es responsabilidad de cada uno de nosotros ser los emisores de esos mensajes, y no depender especulativamente del de otros, que no son siempre sinceros y debidamene orientadores.
Habitualmente los últimos días del mes de diciembre integran un período de meditación sobre nuestros sueños y proyectos y el análisis de sus concreciones. Separar la fantasía de la realidad es un acto de autocrítica que a veces puede ser doloroso, pero de necesaria ejecución. Hacer un balance objetivo es el esfuerzo de desdoblarse y convertirse en juez y parte de los propios actos. Y al final de cuentas saber que muchas de las cosas que nos pasan son fruto de nuestras acciones u omisiones.
Los trastornos de conducta de muchos conductores nos afectan a todos, pero no debemos olvidarnos de que somos los verdaderos timoneles de nuestra vida Desde ya las tormentas no las generamos nosotros, pero sí somos los responsables de desarrollar la capacidad para capearlas, y la resistencia para aguantarlas. Esa seguridad que nos puede dar el sabernos pilotos de tormentas nos quita el miedo de vivir, y nos da la sabiduría suficiente para disfrutar los momentos de paz y alegría. El amor hará el resto.
Los errores de conducta los podemos pagar muy lentamente, pero finalmente se saldan públicamente. Los aciertos podrán permanecer en nuestra privacidad, pero nos pertenecen en un todo, como un fondo de reserva válido para siempre.
Carlos Besanson |