Decíamos en la nota anterior (ver aquí), que el Noreste de Brasil y sus playas, es una región para visitar todo el año, donde la temperatura promedio es de 30 grados.
Comenzamos la semana pasada relevando la ciudad de Fortaleza -casi en el Ecuador Terrestre que divide la superficie del planeta siendo la línea imaginaria más cercana al sol-, donde detallamos su amplia zona turística, que posee bellezas naturales espectaculares, cercanas e incomparables.
En esta entrega, hablaremos de la hermosa ciudad de Recife y de la antigua Olinda, mencionando las playas de Joao Pessoa -el punto más oriental de América- y las de Natal, con su costa de dunas y aguas cálidas, que serán motivo de la nota de la semana próxima.
Recife
La ciudad de Recife, capital del estado de Pernambuco, muestra grandes rascacielos y modernas avenidas, que se mezclan con el casco histórico de mediados del siglo XVI, patrimonio histórico y arquitectónico legado por los colonizadores portugueses y holandeses. El hecho de estar atravesada por los ríos Beberibe y Capibaribe, le ha conferido el mote turístico de ser la «Venecia de Brasil», aunque esta grandilocuencia -típica de nuestros hermanos cariocas-, más allá de la belleza que le confiere, lejos queda de semejante comparación. No obstante, esta particularidad y la gran cantidad de puentes que intercomunican diversas geografías barriales, permite que se puedan hacer city tours embarcados, descubriendo el corazón de Recife, apreciando desde otro ángulo sus edificios coloniales y callejones tradicionales, que según historiadores tiene algunas semejanzas con el estilo de la ciudad de Amsterdam, Holanda, país que dominó colonizando esta porción de Suramérica entre 1630 y 1653.
Playa «Boa Viagem»
Recife -habitada por más de un millón y medio de personas-, cuenta con excelente infraestructura turística, donde sobresale en la misma ciudad, la playa de Boa Viagem, la más frecuentada, debido a sus aguas tranquilas. Aunque no es un dato menor, que nos haya sorprendido sus carteles de alerta de no alejarse demasiado de la costa, por la presencia de tiburones, información que no parece perturbar a los bañistas locales.
Urbanizada a lo largo de una extensa avenida costanera, la playa tiene piscinas naturales de agua azul ubicadas entre la arena y los arrecifes. Es ideal para el baño y la familia, atendiendo a lo antes mencionado, a lo que debemos agregar, que cuenta con buena presencia de bañeros alertas ante estas circunstancias. Para los aficionados al buceo, Recife ofrece diferentes áreas de excursión en el fondo del mar, con áreas distribuidas a lo largo de la costa y un parque de aproximadamente 30 barcos naufragados.
Otras playas de Recife
Entre las playas cercanas más importantes podemos mencionar, al norte: Playas de María Farinha, Pau Amarelo y la isla de Itamaracá. Al sur: Playas Calhetas, Gaibú, Paraíso y Suape. María Farinha por ejemplo, dista 30 kilómetros de Recife, es de arenas finas y aguas tranquilas, repleta de cocoteros, ideal para el baño y la familia.
Allí se encuentra el gran parque acuático «Veneza Water Park», el más grande de Pernambuco, con 90 mil metros cuadrados dedicados a la diversión, donde abundan toboganes de agua y piscinas salidas de cuentos de hadas.
Boa Viagem, la playa citadina de Recife, tiene piscinas naturales
de agua azul ubicadas entre la arena y los arrecifes.
La ciudad de Olinda
Es una ciudad de casi 400 mil habitantes, pegada al norte de Recife, distante a sólo 7 kilómetros y ha ganado ese nombre -según cuenta la historia-, debido a que es realmente bonita, calificativo que de manera alguna podríamos negar. Olinda es una ciudad colonial, que se levanta sobre siete colinas en las que sobresalen joyas de la arquitectura portuguesa y holandesa de estilo barroco, conservando parte de su trazado urbano colonial de villa, motivo por el cual ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Olinda es una ciudad colonial, que se levanta sobre siete colinas en las que sobresalen joyas de la arquitectura portuguesa y holandesa de estilo barroco.
Se caracteriza por sus antiguas iglesias, museos y escenarios del pasado donde holandeses y portugueses libraron batallas encarnizadas. También son monumentos de Olinda construcciones del siglo XX, por ejemplo el edificio de la Caixa d’agua (reservorio de agua) la primera construcción modernista erigida en Brasil.
Cuesta arriba entre las callejuelas se llega a un amplio mirador, desde donde se divisa la ciudad colonial bañada por el Atlántico y se aprecia, cercana, la moderna Recife con sus rascacielos.
Joao Pessoa y Natal
Joao Pessoa está a 125 km. al norte de Recife, ubicada en el extremo oriental de las Américas, donde está prohibida la construcción de edificios altos en toda la costa playera. Natal, 163 kms. más hacia el norte, se caracteriza por sus dunas, arrecifes, acantilados y piscinas naturales, siendo uno de los destinos más buscados del país.
Estos dos importantes centros turísticos, los abordaremos en detalle la semana próxima.
PARTE 3>>
Entre la línea del Ecuador
y el Trópico de Capricornio
Nuestro recorrido de invierno, abarcó diversas playas brasileñas del Noreste, ubicadas entre la línea imaginaria del Ecuador hasta el Trópico de Capricornio, involucrando los estados de Ceará, Río Grande Do Norte, Paraiba, Pernambuco, Alagoas, Río de Janeiro y Sao Paulo.
Para los relevamientos de más al norte (nota de la semana pasada) hicimos base en Fortaleza. Para cubrir Natal, Joao Pessoa, Recife, Porto de Galinhas, Maragogi y Maceió, hicimos base en Recife.
Para los de Santos, Guarujá y Buzios, en Río de Janeiro y San Pablo. |