La gloria humana no es más que un hálito de viento,
que unas veces sopla de aquí y otras de allá,
y cambia la reputación cuando cambia la dirección.
                                                Dante, La Divina Comedia

Todos sabemos que siempre hay testigos de
los aciertos y desaciertos de nuestro accionar
en la vida. Algunos los sufren, otros pueden
verse beneficiados. Las iniciativas que
emprendemos pueden tener trascendencia o
quedar en el anonimato aunque sean buenas.
En el tan próximo 2011 se cumplirán 25 años
desde que dimos a luz una idea que parecía
a contrapelo de todo convencionalismo
del métier: ofrecer un medio periodístico
impreso gratuito.
Nos sentimos cercanos a nuestros lectores,
porque somos un periódico cercano.
Nuestra filosofía es siempre hacer cada semana
la mejor edición, porque la gratuidad del
diario no es la diferencia, pero sí lo es reconocer
que les escribimos a muchos lectores.
El lector necesita calidad, la pague o no. Ya
no se trata de ser gratuito o no, sino de ser
independiente o no. El lector busca coherencia.
Con coherencia en el mensaje se crece.
La unidad de pensamiento que tratamos
de transmitir en tantas ediciones hace a
objetivos sólidos que no son simples
opciones según soplen los vientos.
Con la obstinación con que el náufrago nada
hacia la orilla salvadora y con la convicción
de que si no se distrae y continúa mirando
las luces que le indican, en esa infausta
noche, donde finalmente estará fuera de
peligro, así pensamos que hemos trabajado
y que la alternativa será en la misma dirección.
Las condiciones de la sociedad moderna
son cada vez más duras. Sus integrantes
observan y sufren las muchas veces confusas
y coyunturales decisiones que se toman
y las examinan como desprolijas. La
única coherencia es el ejemplo, obviamente
el buen ejemplo y hacer, hacer y hacer.
Llevar adelante un objetivo y cumplirlo sostenidamente
en el tiempo, es la posibilidad
de lograr aceptables resultados, además de
demostrar que muchas cosas son posibles
con empeño y firmeza en los actos.
La fortaleza del pequeño ha sido ejemplificada
a lo largo de la historia de la humanidad.
La debilidad del grande es comprobable
antes de que él se de cuenta y no pueda
prevenir su caída.
Pero esto no se trata de describir una batalla,
sino de recordar y repasar que muchos
emprendimientos no necesitan de bombos y
platillos para darse a conocer. Es la vigencia
de los principios de su creación lo que hace
al sostenimiento de un estilo y coherencia,
comprobable por otros.
La solidez en las ideas y la permeabilidad
en la apertura a nuevos conocimientos, son
características que se aprecian en las personas
que adquieren madurez. Aspectos
que también se dan en las empresas y
que no se pueden fabricar simplemente
con acciones de marketing.
Hay actitudes sociales que han ido perdiendo
brillo por su falta de uso y también por
omitir su exigencia. La deslucida confianza
es un ejemplo. Sabemos que depositada en
alguien o algo, es como la novia que llega al
altar y espera ansiosa el sí de su prometido.
Cuántos sí se convierten en no aunque no
sean de traje blanco.
Distinguir la honestidad es una tarea que
lleva tiempo, pero es un negocio redituable:
hay poca competencia ejerciéndola. La mediocridad
también hace su tarea disfrazándose
de celebridad, colocando en ciertas vidrieras
lamentables personajes, que sólo hacen por
sí mismos un maquillaje que los cubre.
Llegar a la mayoría de edad supone ciertas
obligaciones y los beneficios de apreciar un camino
recorrido. Diario del Viajero, está orgulloso
de estos años acompañando gratuitamente
a un importante número de lectores
que fue ganando con la persistencia de sus ideales,
la honestidad intelectual de su mensaje,
el no compromiso con ninguna entidad que no
fuera la nuestra y la propuesta de realizar de
manera diferente la tarea de informar y acercar
esa comunicación a un público que sabemos
aprecia el contenido semanal.
Estamos dando el sí sin impulsos oportunistas.
El buen pulso permitirá la continuidad
y a eso apostamos con nuestro trabajo
y convicciones.

Elizabeth Tuma de Besanson
Estas palabras fueron redactadas en ocasión de
celebrar la distinción a la trayectoria que la Liga de
Madres de Familia entregó a Diario del Viajero.