La Asociación Descendientes de Alemanes en La Pampa, todos los años en el mes de septiembre para recordar el Día del Inmigrante, realiza un reconocimiento a abuelos/las descendientes de alemanes, que han vivido y trabajado en nuestra provincia, que han formado su familia y han contribuído al engrandecimiento de esta tierra. Esta distinción se hace mediante la entrega de una medalla grabada con su nombre y el de la Asociación, sostenida por una cinta con la bandera alemana. Este año hizo la entrega la presidente de la Asociación, Alejandra Osterdag, junto al vocal, Oscar Folmer. Las distinguidas fueron Catalina Pin de Folmer; Elisa Recofsky de Púgener y Mariana Scheffer de Scherger
Elisa Recofsky de Púgener
Sus padres vivieron a orillas del Río Volga en Rusia y abandonaron su patria en busca de un futuro mejor. En barco, llegaron hasta la Argentina y se establecieron en la zona de Quemú Quemú donde nació Elisa. Con el tiempo, la mujer contrajo matrimonio con Alejandro Púgener, ya fallecido, y se radicó en Mauricio Mayer. Tuvo siete hijos: cinco varones y dos mujeres, que actualmente tienen 63 y 72 años, viven en Colonia Barón y Agustoni y son sus herederas directas. Además tiene 12 nietos, de los cuales cuatro residen en Mayer. Elisa cumplió 100 años, el 15 de julio pasado, y vive en la casa de una de sus nietas, Griselda Púgener y es cuidada diariamente por Elsa Badilla. Elisa no mira televisión sino que le gusta jugar a las cartas, principalmente a la escoba.
Mariana Scheffer de Scherger
Sus padres se llamaban Catalina Metz y Pablo Schefer. Ellos procedían de Alemania y se trasladaron a Rusia en barco donde en el transcurso tuvieron 3 hijos, cuyos nombres fueron Otilia y Felipe, hermanos de doña Mariana.
En el año 1897 llegaron a Argentina a Coronel Suárez, Provincia de Bs As. Su ocupación era agropecuaria. Aquí tuvieron 3 hijos más: Rosa, Tomás y Juan y luego se trasladaron en chata tirada por caballos hasta Daireaux, donde tuvieron 2 hijos más, Carlos y Marina siendo la menor de los 7 hermanos. En el año 1913, cuando ella tenía 3 años llegaron a La Pampa a la localidad de Monte Nievas.
A los 23 años se casó en Eduardo Castex el 20 de agosto de 1933 con Felipe Scherger, quienes sus padres fueron Magdalena Heck y Francisco Scherger.
Fueron a vivir a la zona rural de Trenel, viajaban en sulky, ocupación también agropecuaria.
Tuvieron 5 hijos: Pablo, José, Rosa, Clelia, y Magdalena.
Luego ya se trasladaban en auto Ford y más tarde en Chevrolet 40.
En el año 1970, decidieron ir a vivir a la localidad de Eduardo Castex. Y cuando sus hijos formaron cada uno su familia se compraron un Ford Falcon. modificar
El 30/11/84 falleció su esposo.
Tiene 13 nietos: Roberto, Ariel, Marcela, Verónica, Claudia, Sonia, Viviana, Silvina, Alicia, Mónica, Marcelo, Luis y Pablo
10 Bisnietos: Martín, Delfina, Mailen, Facundo, Andrea, Gabriel, Belén, Matías, Sofía y German.
El 20 de julio del 2010 cumplió 100 años y los festejó en un almuerzo con sus familiares.
Catalina Pin de Folmer
Hija de Descendientes de Alemanes de Rusia, es la más joven de las tres y va también camino al centenario, ya que tiene actualmente ‘solamente’ 92 años. Sus padres nacieron en la región de Odessa a orillas del Mar Negro al sur de Rusia. Nacida en Winifreda un 24 de noviembre de 1917, vivió sus primeros años en la zona de Colonia El Destino.
A temprana edad (como era costumbre en esos años) comenzó a trabajar en tareas domésticas y del campo en una chacra próxima a Colonia Inés y Carlota donde conoció a Adán Folmer que también se empleaba en ese lugar, con quien un 25 de abril de 1942 contrajo matrimonio en Mauricio Mayer.
Fruto de esta unión nacieron 10 hijos: Teresa Elisa, Celestino Osvaldo, María Rosalía, Ana Catalina, Ángela Elvira, Alberto Carlos, Héctor Ángel, Alicia Esther, Marta Silvia y Oscar Daniel.
Vivió junto a su esposo Adán, en una chacra de 110 has. cerca de Mauricio Mayer donde criaron a sus hijos. Siendo joven aún fallece su compañero en el año 1967 y con muchos de sus hijos muy chicos tuvo que ponerse al frente de la familia junto a Celestino Osvaldo, el mayor de los varones y las hijas más grandes.
Tiempos muy difíciles sobrevinieron en la vida de Catalina pero gracias a su enorme fé, voluntad y trabajo pudo salir adelante.
En el año 1976 decide dejar su vida rural para radicarse en Santa Rosa y así poder brindar estudios a sus hijos más chicos. La chacra queda en manos del hijo mayor quien reside actualmente allí.
Hoy vive junto a sus hijos y es visitada periódicamente por sus 16 nietos y 8 bisnietos.
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