La mentira organizada es otra
forma de fraude.
C.B
Cuando ejercí intensamente mi profesión de abogado tuve oportunidad de encarar muchos casos de fraude cometidos por empresas y personajes que en apariencia tenían relevancia como marca o como apellido conocido.
En esos episodios, en función de mi constancia y perseverancia, lograba finalmente sentencias que implicaban derrotas públicas de los estafadores.
Escribo sobre el tema, de vez en cuando porque me permite aprovechar una experiencia acumulada, para una mejor información de mis amigos y lectores.
Nada puede ya sorprender a quienes repasan y tienen siempre presente las historias ya vividas, que parecen historietas o dramas humanos.
En la antigüedad, cuando la tecnología no existía, a medios de comunicación, la protesta del público se hacía en la calle y en ciertos sitios convocantes, por ejemplo se utilizaban estatuas de Roma, siendo la más conocida Il Pasquino, que tenía la boca vendadaen donde el pueblo, de modo anónimo criticaba o se mofaba de ciertos personajes romanos.
¿Cuál es o cuáles son actualmente los sitios en donde los ciudadanos manifiestan su no conformidad sobre el manejo de la cosa pública?
No siempre los medios periodísticos ayudan a una mejor y más clara información. Algunos se convierten circunstancialmente en cloacas verbales, otros con un lenguaje más elegante, distraen sin concentrarse en los puntos esenciales que evitarían que el público se desoriente o equivoque. A veces los dichos y escritos huelen mal, como si los tufos ajenos fueran disfraces ambientales que integrasen un quorum...
El mal manejo de los dineros propios y ajenos termina deteriorando la imagen de empresas y países. No todo es fraude, pero mucho es incapacidad unida a una deshonestidad contagiosa.
Ofrecer dinero para ser gastado por el deudor, sin orientación adecuada y eficiente, genera fracasos que pueden disfrazarse, pero que bajan la calidad de vida de un pueblo.
A veces sorprende que los juegos de palabras se conviertan en fracasos monetarios por el descontrol de quienes tienen que ejercer el control de los fondos propios y ajenos. Coordinar conjuntamente la riqueza con la honestidad mejoraría la justicia con la paz social.
Carlos Besanson |