Hay algo que nos mantiene vivos
y es el recuerdo de lo que aconteció.
José Saramago (1922 - 2010)
Sin lugar a dudas, y desde siempre, la política afecta la vida de cualquier ser humano aunque no participe activamente en ella.
Vivir en sociedad y aceptar sus pautas -normas o no- es parte de esa política que interferirá indefectiblemente en el devenir de cualquier persona.
Hay hechos e imponderables que se producen, ajenos a la voluntad de muchos, de mayorías, y que terminan afectándolos igual. En estos días hemos asistido a uno de ellos.
Como en una novela histórica, los argentinos concurrimos en tiempo real a la nuestra, luego de la inesperada noticia que daba a conocer el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner.
El día en que se llevaba a cabo el Censo Nacional, habilitó no sólo la pregunta a saber: ¿Cuántos somos?, sino también el interrogante más difícil de contestar: ¿Cómo somos?
Las imágenes emitidas por las pantallas de televisión, parecería que hubieran capitalizado más alto que el encendido para el Mundial de Fútbol. Qué viene ahora, qué pasará…, qué harán…, era la cuestión que se planteaba. Paso a paso y por entregas, los medios condujeron a una población que necesitaba exorcizarse en un rito de despedida.
El poder político que siempre atrae, funcionó como imán más allá de las atribuciones de quienes fueron protagonistas estos días. Todos deseaban saber el qué, cuándo y cómo transcurrirían los acontecimientos. La mayor cantidad de gente tuvo oportunidad de saberlo y protagonizar con su propia letra y participación lo que quiso demostrar. Es parte del ejercicio democrático. Poder expresar lo que se siente o no hacerlo. Y quiérase o no, es la Historia que se mete en nuestra historia personal. Y no necesita ser partidista para valorarla como tal.
Alguna vez escuché que la muerte empareja a quienes nos dejan para siempre. Para los que debemos continuar y aportar aún a este mundo, apreciar las diferencias y respetarlas nos hará algo más fácil la tarea en el presente y en el futuro.
Por ello me remito a párrafos que escribí en ocasión del funeral del ex presidente Raúl Alfonsín, publicado en el Diario del Viajeron° 1145, del 8 de abril de 2009.
...Los anhelos de vivir en el país buscado, donde los objetivos del ciudadano común se cumplan y los esfuerzos sean compensados, se amalgaman siempre detrás de quien o quienes creemos pueden alcanzarlos para beneficio de todos...
...Una postura reflexiva nos recuerda que el sufragio contabiliza el deseo de mayorías avalatorias del ejercicio del poder, pero no genera fianzas con plazos indefinidos. Que los mandantes aprenden sobre la delegación del manejo de la cosa pública -la de todos- y la brújula del sentido común funciona y se observa cuando los polos no se hacen tan visibles y que la voz del pueblo soberano puede escucharse cuando se sabe expresar...
Elizabeth Tuma |