Esta Navidad, es como si lo tradicional nos diera un descanso: salen a escena otros tonos que hasta ahora no se asociaban a esta festividad, son el blanco y el negro, que sumados al rojo invitan a una celebración muy especial.
Estos colores ya están presentes en ornamentos, árboles, adornos y accesorios que componen la creación de un entorno festivo. Los más modernos pueden decorar prescidiendo del clásico arbolito, pero enriqueciendo con otros elementos alegóricos que se complementarán para crear el clima deseado.
Si se tiene en cuenta lo religioso, hay figuras modernas en cerámica que pueden estar dispuestas e iluminadas en un rincón.
Para la puerta, si bien lo clásico es una rueda de muérdago, se puede elegir hoy entre una gran variedad de propuestas, armando una composición personal de campanitas, moños, cintas. Las cintas siempre son una opción alternativa ideal para crear color donde no lo hay o para cambiar el estilo con los tonos elegidos. Una guirnalda del año anterior se aggiorna fácilmente con un toque de cintas que le cambien el aire.
Tanto esta Navidad como las que se vienen observando en los últimos años, hay una tendencia hacia lo simple y despojado, la misma línea que se impone en decoración: ya nada es tan saturado, podemos decir que son más minimalistas.
Si vamos a armar una mesa al aire libre, podemos incluir flores frescas en un centro de mesa importante y completar con velitas colocadas dentro de fanales, esto dará un tono íntimo y relajado a la reunión.
Como consejo: no es necesario decorar toda la casa, sino incorporar accesorios y elementos de buen gusto en el lugar donde la familia estará reunida, teniendo en cuenta este lugar como central. Y lo que no debe faltar son esos detalles simples pero significativos: un porta servilletas dorado o plateado, o los adornos alegóricos en la mesa, que pueden ser sencillamente unas cerezas armadas con hojas verdes.
Colaboración:
Susana Piazza, Cuatro Elementos,
www.cuatroelementos-susanapiazza.blogspot.com
|