El saber no ocupa lugar… pero curiosamente hay que darle espacio y oportunidades. Hoy las opciones de aprender son amplias, aún las personas no escolarizadas tienen a su alcance diferentes estímulos para hacerlo. Muchas cosas enseñan, por eso se habla de la universidad de la calle, haciendo gala de una experiencia que los claustros no otorgan.
Pero esas espontáneas cátedras de la vida, no siempre tienen un maestro que las conduzca y más de una vez no se aprueba el examen. Aún así, la reflexión y el análisis sobre lo sucedido, pueden lograr un buen promedio que ayude para nuevas decisiones.
En ese aprendizaje caótico que es vivir, compartimos mensajes de otros que insensiblemente van incorporándose a maneras de ser o de opinar. La televisión, por ejemplo es como un gran pizarrón, una pantalla vestida de estudiados colores y gestos, que da lugar a expresiones que muchas veces no resisten el filtro del sentido común del televidente. Es como un muro abierto, con muchas horas de palabras y locuciones desmembradas que no logran armar en su mayoría, un contenido residual de conocimientos.
La televisión pierde ocasiones frente a una inmensa clase de espectadores, que podrían aprender algo más. Y notoriamente se evidencia que en ese, aún entretenido laberinto de espejos, faltó el maestro.
Elizabeth Tuma
Publicado en el Diario del Viajero n° 1045, 9 de mayo de 2007
La decencia es la mejor docencia
De chicos, los titiriteros
nos hacían reír en los circos.
De grandes, los titiriteros de la política
nos hacen llorar en plena calle.
C.B
Ocultar la verdad es una forma de mentir, por lo tanto la función de la prensa es mostrar la realidad cotidiana tal cual es, sin retoques ni manoseos intelectuales.
En un mundo contradictorio e inseguro no hay muchos buenos ejemplos visibles. Aún los denominados países del primer mundo no actúan con una rápida justicia para detener los actos socialmente ilegales y a sus autores y ejecutores.
Una sociedad puede ser grande, en la cantidad de integrantes, sin ser sólida en el nivel de equidad y responsabilidad. Por lo tanto, los países de ese primer mundo no siempre dan diariamente muy buenos ejemplos a la humanidad.
A medida que la población universal crece metódicamente se busca mayores ingresos y fuentes laborales para atender a tanta gente. Sin embargo, hay sistemas que se emplean, que a mediano y largo plazo perjudican insensiblemente el hábitat terrestre. Por eso es necesario y conveniente ampliar el nivel de educación general que permita hacer sin deshacer los ámbitos de vida.
La mejor docencia que podemos dar a nuestros contemporáneos y a sus descendientes, es la decencia a través de buen accionar cotidiano que sean asimilables por todos voluntariamente.
Repasando la historia de la humanidad hemos observado las muchas contradicciones normativas que se han aplicado, que generan mayor inseguridad sobre lo que es válido, inválido y valioso.
La sumatoria de todos estos hechos, que en su aplicación fueron negativos, hace que muchas cosas sean inestables, o de difícil uso.
Carlos Besanson |