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Semanario REGION®

Del 26 al 31 de marzo de 2021 - Nº 1.439 - Año 31 - INPI 1983083

45 veces Nunca Más

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“Se cumplen 45 años desde el inicio de la dictadura militar más cruel de nuestro país y una de las más sangrientas de América Latina” dijo con sus palabras el diputado nacional del PRO, Martín Maquieyra, completando con: “Son tiempos de reflexión: como sociedad tenemos que pensar lo que nos dejó el golpe del 24 de marzo y las heridas que se abrieron y nunca sanaron.

En este día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, seguimos sin olvidar y reclamando justicia por todos aquellos que fueron víctimas de la dictadura. Jóvenes, que podríamos haber sido nosotros mismos, nuestros amigos, familiares, hijos e hijas que sufrieron esta persecución que costó la vida de miles de argentinos.

La memoria no es solo recordar y hacer valer el pasado, sino también ser consciente del valor y la importancia del presente. Por eso, no es solo un día para rememorar lo que pasó sino también para valorar la democracia, la libertad de expresión y el diálogo por sobre cualquier diferencia. Tenemos que agradecer que vivimos en una época en la que podemos debatir y manifestarnos pacíficamente, pero debemos trabajar más en el diálogo entre dos ideologías distintas. Es el diálogo lo que lleva a un país adelante, no un extremo o el otro, sino el intercambio y la diversidad de ideas. Debemos recordar esos momentos duros, pero también conmemorar cómo el país salió adelante en el 83, porque los argentinos querían que la violencia terminara.

Frente a cualquier dictadura, o ante cualquier gobierno autoritario, lo más importante es la defensa de los derechos humanos. Estos derechos deben ser respetados siempre y bajo cualquier forma de gobierno, aplica a todos los partidos y a cada circunstancia. Se ha desvirtuado el concepto al usar los derechos humanos para un posicionamiento político en particular, usando la historia como beneficio propio, pero mirando para otro lado cuando realmente se vulneran los derechos humanos en nuestro país.

En nuestro presente se siguen quebrantando los derechos humanos y es nuestro trabajo pedir que escuchen a esos compatriotas, reclamando que el Estado se ocupe. “Nunca más” no es solo un lema, es un constante recordatorio de que la vulneración de derechos humanos no puede volver a suceder.

Hoy estamos donde muchos no pudieron estar porque perdieron la vida en esa época. Es nuestro deber recordarlos, reclamar justicia por ellos, asegurarnos que esos años no se vuelvan a repetir y manifestar una vez más: Nunca más”.

Colaboración: Martin Maquieyra, diputado nacional del PRO

La Pampa se sumó al reclamo por “Memoria, Verdad y Justicia” desde Conhello

Un emotivo acto se vivió en la localidad de Conhello, donde se llevó a cabo la conmemoración central del 45 aniversario del último Golpe de Estado en Argentina.
El gobernador Sergio Ziliotto llamó a no olvidar lo ocurrido “en esa oscura noche”, consideró que quienes niegan el número de detenidos-desaparecidos y dicen que los Derechos Humanos son un curro, “ofenden a los argentinos y los que dieron la vida por luchar por causas justas”. Fernando Pérez, hijo y hermano de desparecidos, entregó al mandatario provincial el pañuelo blanco de su madre, Felisa Nilda Sotelo, integrante de Madres de Plaza de Mayo.

El acto se hizo en memoria de Mario Aníbal Castro y Ramerio Pérez, ambos víctimas del terrorismo de Estado y oriundos de la localidad sede del acto central. También de Eduardo Alfredo Pérez y Felisa Sotelo, hijo y esposa de Ramerio.
Junto al Gobernador estuvieron los ministros de Gobierno, Justicia y DDHH, Daniel Bensusán; de Educación, Pablo Maccione; de Seguridad, Horacio di Nápoli, y de Conectividad y Modernización, Antonio Curciarello. También legisladores nacionales y provinciales, además de una importante cantidad de vecinos.

“Este pañuelo será una guía”
“Cuesta agregar palabras después de lo que hemos vivido. Realmente conocer en carne propia lo que significó esa noche, la más oscura que sufrió la democracia de nuestro país nos marca muy adentro, no solo para no olvidar lo que pasó sino principalmente luchar para que no vuelva a pasar”, expresó el gobernador Ziliotto.
“Por eso, como decía Fernando, el símbolo de ese pañuelo que Felisa me quería entregar personalmente va a ser una guía para aplicar políticas públicas, fijar políticas de Estado que tengan que ver especialmente con tener memoria, y tener memoria también no sólo para que no vuelva a ocurrir lo que pasó el 24 de marzo de 1976, sino también para tirarle con esta cruda realidad a aquellos que siguen negando lo que pasó; que siguen diciendo que no son 30.000 los detenidos desaparecidos y que los derechos humanos son un curro”, manifestó más adelante.

En ese sentido afirmó que quienes dicen eso “ofenden a los argentinos, pero especialmente ofenden a los que dieron la vida por luchar por causas justas, infinidad de causas, desde las organizaciones políticas, sindicales, luchando para que los trabajadores tuvieran una mejor vida, para que existiera la justicia social. Creo que muchas veces hay que dejar de lado las palabras y empezar con las acciones, por eso es necesario saber la verdad, por eso seguimos apoyando cada una de las instancias en las cuales, a partir de los procesos de juzgamiento se lleva adelante aquí en la provincia de La Pampa”.

“El próximo 12 de abril se conocerá la tercera etapa del juicio de la llamada Subzona 14, en democracia como corresponde, con el derecho a defensa que marca la Constitución Nacional, esa Constitución Nacional que patearon en una noche oscura y que no permitieron que ninguno de estos 30.000 hermanos y hermanas pudieran defenderse. Estos días de recuerdo, estas situaciones, nos llevan también a nosotros a marcarnos cuál es el camino y a trabajar en conjunto”.
Precisó que “hace pocos días hemos enviado a la Cámara de Diputados de la Provincia una nueva Ley de seguridad ciudadana o seguridad pública, con una profunda raigambre y respeto a los derechos humanos, tan simple, como casi imposible hasta ahora. Uno de los principales objetivos que tiene este proyecto de Ley, es una reivindicación a nuestros detenidos desaparecidos, porque no debemos olvidar que la Policía de La Pampa fue colaboracionista del proceso, de la noche oscura del 24 de marzo de 1976. Los convoco humildemente, como ciudadano no como Gobernador, a tener memoria, a luchar por la verdad y a exigir justicia”.

“Que nos digan dónde están los cuerpos”
Fernando Pérez, se mostró orgulloso por “estar presente en el pueblo, en el lugar que nació mi padre. Cuando entrábamos, comentábamos con mis hijos la emoción, la profunda emoción que nos invadía. Volver al lugar de los ancestros es volver al lugar donde necesariamente todos en algún momento necesitamos volver para saber de dónde venimos”.
“Para nosotros, que vivimos directamente la dictadura cívico militar como víctimas y sobre todo, aquellos que vivimos la desaparición forzada de algún familiar nuestro, tener un lugar tiene una relevancia importantísima. No hay forma hacer el duelo por nuestras familias, por eso pedimos todos los días de nuestras vidas que nos digan dónde están los cuerpos, necesitamos saberlo”, reclamó.

“Pasaron 45 años y los represores, los torturadores están vivos y aquellos que murieron, nunca dijeron la verdad. Nunca nos dijeron dónde están”.
“Mi madre tenía un deseo: poder transmitir con actos simbólicos lo que significó la lucha. Lo que significa nuestra lucha por la memoria, por la verdad y la justicia donde la impunidad estuvo presente. No es por nada que seguimos, y hoy, más que nunca, levantamos la bandera de la memoria y la verdad y la justicia. Principalmente la levantamos porque hay muchos que quieren que esto se olvide, así como en el gobierno anterior del ingeniero (Mauricio) Macri, permanentemente se cometían actos de negacionismo teniendo profundo desprecio por lo sentíamos las víctimas”, sostuvo.

En ese sentido rescató la figura del ex presidente Néstor Kirchner, “fue el único que en nombre del Estado argentino nos pidió perdón, el Estado terrorista fue el que cometió los hechos más aberrantes de nuestra historia. Por primera vez alguien nos pide perdón y abre una etapa que para nosotros fue de un valor impresionante”.
Al entregar el pañuelo blanco de su madre al Gobernador, le pidió que “cuando piensen en los actos que cotidianamente se llevan adelante desde el Estado provincial, no se olviden que hay luchas previas. Toda mi familia quería y luchaban por un pueblo con justicia social, simplemente eso”.
“Mi madre quería hacer eso Sergio, ella iba a venir a entregarte su pañuelo. Ojalá que este acto no sea un acto más, no sea un feriado más y nos pueda servir para reflexionar, para ver hacia donde estamos yendo. Tener el pañuelo de Lila con nuestros nombres es tener el pañuelo de las madres es tener el pañuelo de los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos. Para nosotros es muy importante que no quede como un acto singular. Porque nosotros somos parte de una lucha colectiva”, finalizó.

“La defensa de los DDHH es política de Estado permanente”
El subsecretario de DDHH, Juan Pablo Fasce, reflexionó que “hoy estamos aquí para seguir haciendo memoria, para seguir buscando la verdad y para seguí promoviendo los actos de justicia que todavía están pendientes. Aquí en La Pampa dimos pasos importantes en tal sentido, naturalmente nos falta mucho por recorrer, hay resultados significativos que hemos logrado, pero tenemos que seguir este camino”.
“La defensa de los derechos humanos ha sido una política de Estado permanente en la Provincia de La Pampa, nuestro Gobernador así lo sostuvo y lo manifiesta cada vez que tiene oportunidad desde el primer día de su gestión. De hecho, no hace más que mantener y dar continuidad a una política de Estado que ya había impuesto su antecesor, Carlos Verna, pero él a diario nos compromete y nos insta a seguir profundizando este proceso de Memoria, Verdad y Justicia”, sostuvo.

“Un homenaje a los que no están”
El intendente anfitrión, Pablo Cervellini, además de recordar las figuras de Pérez y Castro, también hizo lo propio con el vecino de Eduardo Castex, Sergio García “que fue asesinado por la triple A. Sergio García, era una persona que tenía un vínculo muy estrecho con nuestra comunidad. Lamentablemente, en este homenaje no podemos contar con la presencia de dos personas que no dejaré de mencionar: Ángel, nuestro intendente, y Felisa, madre de Fernando, a quien quiero dedicar especialmente este homenaje y seguramente desde algún lugar nos estará acompañando y muy feliz de que su hijo esté pisando la tierra donde nació su padre”.

“Como todos sabemos venimos de un Gobierno nacional que durante 4 años se encargó de negar y minimizar lo sucedido durante la última dictadura, por suerte, nuestra Provincia ha sostenido a lo largo de todos los años políticas públicas comprometidas con los derechos humanos”, dijo el jefe comunal.
En este sentido precisó que hace poco tiempo “se anunció el ingreso al Registro de Víctimas de Terrorismo de Estado Pampeano a 15 personas más, incluidas Mario Aníbal Castro. Por eso es que hoy, a 45 años del Golpe de Estado,  seguimos plantando memoria por los 30.000 compañeros muertos y desaparecidos, memoria para no olvidar lo sucedido y que nunca más una dictadura militar gobierne nuestro país; también pedimos verdad para llevar paz a miles de argentinos que sufrieron pérdidas irreparables”, finalizó.

“El olvido no es opción”, de Yanina Rolero Estigarría

 Tengo 4 o 5 años. Vivimos en la quinta de mi abuelo Guito en General Pico, La Pampa. El lugar es hermoso. La vida allí es tranquila, alejada de todo. Calles de tierra, gallinas y perros. Una hamaca, muchas plantas, croar de ranas. Pero un halo de tristeza y memorias del terror rodea a mi madre. Acaba de decidir leer de un tirón y por primera y única vez el “Nunca Más”. Ella sabe muy bien de qué se trata y no está segura de poder terminarlo. Pero siente que debe hacerlo.

Tengo 13 o 14 años, ella viaja a Buenos Aires a un Congreso de Fonoaudiología. A su regreso, la escucho contarle a alguien, una amiga quizá, que cada vez que entra al subte o camina una estación de trenes no puede dejar de mirar las caras de todos los varones flacos y altos que se cruza. Siente que algún día una de esas caras podría ser la de su primo Alejandro. “¿Y si nunca le tocó estar en uno de esos vuelos de la muerte? ¿Y si lo dejaron mentalmente quebrado y desamparado tirado por ahí? ¿Y si está perdido?” La angustia vuelve a instalarse en nuestros cuerpos. Llora.

Mi madre llevaba menos de un mes estudiando en la ciudad de San Luis cuando se perpetró el Golpe de Estado el 24 de marzo de 1976. Ese día ella y mi futura madrina intentaron hablar a General Pico para comunicarse con sus familias y ver qué hacían. Pero la tarea fue imposible. Eran épocas en dónde en la Telefónica te daban 12, 18, 20 hs de demora para poder establecer una llamada. Los papás de su compañera y amiga lograron hablar a la pensión y le dijeron “¡veníte!”. Ahí no más mi mamá se sumó y emprendieron la temeraria decisión del regreso.

Como llevaban poquito tiempo en San Luis, todavía no conocían el movimiento de colectivos. Lograron subirse a un micro que las dejaba en Río Cuarto. Una vez allí intentarían saber si alguna combinación las trasladaba a Pico o a alguna localidad de La Pampa. “Nos largamos a tontas y locas”, me contó, porque tampoco sabían si los colectivos iban a seguir circulando. Los choferes tuvieron conmiseración de ellas y de su angustia y pusieron toda su energía en tratar de darles calma y ver si podían aportar algún dato de las opciones de micros.

Durante el viaje a Río Cuarto las fuerzas de seguridad los pararon tres veces. Obligaban a los varones a bajar y poner las manos contra la pared del colectivo y los palpaban e interrogaban. A las mujeres les tocaba el mismo ritual pero adentro del micro.

Cuando finalmente llegaron a Río Cuarto era la medianoche. Se encontraron con que la estación estaba completamente cerrada y a oscuras. Uno de los choferes se bajó del colectivo y con una linterna iluminó hacia las oficinas. Le pareció ver que un micro pasaba a eso de las tres de la mañana desde Córdoba hacia La Pampa. No sabían si iba a Pico o a Eduardo Castex. Tampoco tenían forma de comunicarse con sus familias para avisarles que las busquen dónde sea. Pero a esa altura del partido “era jugárselas a las que fuera”.

Tenían 18 años. “En ese momento nos quedamos tu madrina y yo sentaditas en un banco de la estación y en el banco de al lado un borracho durmiendo la mona. Esas éramos las únicas tres almas que estábamos en el lugar”. “Afortunadamente”, me dijo, durante el tiempo eterno que se quedaron esperando, no pasó ningún auto de la policía ni de militares y a las tres y media o cuatro de la mañana llegó un colectivo que, por suerte, pasaba por General Pico.

Mientras estaba sentada en ese banco, a oscuras y asustada, su padre, Agustín Estigarria, el abuelo Guito, llama a mi abuela Pepa durante la madrugada y le dice que si él no da señales de vida en los próximos tres o cuatro días, que presente un Habeas Corpus. Era Diputado Nacional en ese momento. Finalmente pudo regresar.

Después de un tiempo, ellas volvieron a San Luis y comenzaron su vida universitaria con cierta “aparente” normalidad. Ese primer año, mi mamá forma parte del coro de la universidad y establece contacto con gente de la cultura local. Pero un día va al ensayo y se encuentra con todo cerrado y carteles de que la actividad estaba suspendida. El “boca en boca” y los murmullos en los pasillos confirmaron lo peor, el Director del coro y el Director de Cultura de la universidad habían desaparecido.

No serían las únicas desapariciones. Al año siguiente, en mayo, levantan a Ale. Mi madre estaba en Pico cuando sonó el teléfono durante la madrugada: “se llevaron a Alejandro”, anunciaba la voz del tío Cacho del otro lado de la línea. Un grupo de tareas entró a la casa familiar en Ranelagh, los golpearon, rompieron todo y lo secuestraron. Su primo tenía 18 años, cursaba el sexto año del Politécnico.

En el ’78 el miedo sigue instalado. En San Luis la policía levanta en la calle a un compañero de la universidad y a otro chico que estudiaba farmacia. Era la medianoche. Los interrogan sobre sus actividades y él dice que venía de estudiar de la casa de unas amigas, le preguntan quiénes eran esas amigas y cuando él dice el nombre de mi mamá, enseguida se centraron en indagar qué tipo de relación tenía con ella, si se reunían seguido, qué tipo de material leían, de qué hablaban, qué actividades hacían.

Cuando a la mañana siguiente él le cuenta todo y la increpa preguntándole en qué estaba metida ella no supo qué era lo que estaba pasando, se asusta mucho y se vuelve a La Pampa. Pero al día siguiente mi abuelo la sube de nuevo a otro colectivo y la manda de regreso. Su análisis de la cuestión era que si la tenían vigilada y controlada iban a poder ver que ella no estaba en ninguna actividad extrauniversitaria y que si no la habían agarrado hasta ese momento ya no la iban a secuestrar. Criterio que resultó acertado pero que podría haber estado totalmente equivocado. Mi madre todavía siente pavor en ciertas calles, en algunos lugares.

Tengo 38 o 39 años, camino la Plaza San Martín de General Pico. Hay una muestra y actividades en memoria de los 30.000 desaparecidos. Recorro los nombres, miro las caras, leo las palabras del horror, las memorias y me largo a llorar el llanto desahuciado de los que estamos y de los que ya no están.

- “Gracias mami por las memorias, pasan los años, pero la congoja sigue.”
- “Sí. Es imposible olvidar. Además, no quiero hacerlo.”

Colaboración: Yanina Rolero Estigarría
(N. de la R.: la autora es prima de Alejandro Estigarria que sigue desaparecido).

Intervención “Sembrando Memoria para no olvidar” en Casa de Gobierno

En el marco de la Semana de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el pasado sábado se realizó la instalación “Sembrando Memoria para no olvidar” en Casa de Gobierno, sobre la avenida Luro, como parte del programa del Gobierno de La Pampa a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos. 

La obra del fotógrafo y artista Rodrigo Pérez hace referencia a las víctimas pampeanas antes y durante la dictadura cívico militar en el marco de las actividades de recordación de los 45 años del golpe cívico militar. La instalación se podrá observar durante toda la semana. Durante la colocación estuvo el subsecretario de DDHH, Juan Pablo Fasce.

En los fundamentos de la instalación, el artista Rodrigo Pérez indicó: “las piedras adquieren su forma a medida que pasa el tiempo, cada uno de sus bordes, sus redondeces, son producto del roce del agua y la tierra. Días tras días, horas tras horas su forma se va desarrollando en contacto con distintos elementos. A su modo, la memoria corre la misma suerte, se forma con el devenir del tiempo, capa tras capa va conformando un consciente que nos define en la actualidad. Cada hecho que nos involucra va conformando una nueva capa en nuestro recuerdo permitiendo, de esta manera, generar nuestra identidad”.

“Este proyecto se construye en base a ese concepto. Se parte de la analogía entre la piedra y la memoria, sus formas de construirse, la dureza de lo aprendido. Los rostros transferidos en ellas son esas huellas indelebles que soportan, incluso el devenir del tiempo, son esos rastros o señales que quedan de un suceso y que resisten al olvido", afirmó.

Semana de la Memoria en la UNLPam

En el marco de las actividades desplegadas tanto en Santa Rosa como en General Pico en la Semana de la Memoria, el miércoles 24 se inauguró la obra de la artista plástica Raquel Pumilla en el hall del edificio universitario de Gil 353.

Mediante Res. 70/2021 del Rector, y en conformidad con la Resolución N° 300/2019 del Consejo Superior, se autorizó la realización de la obra de la artista consistente en un pañuelo blanco por cada desaparecida/o pampeano en la última dictadura militar en la pared de la cara norte de la columna derecha del edificio.

La permanencia de la obra será por un período de dos años a partir de la fecha de la Resolución. Asimismo se estableció que dicho espacio será utilizado en forma permanente para obras relacionadas a todo lo relacionado con los derechos humanos.

Actos en Santa Rosa

La Municipalidad de Santa Rosa comenzó la Semana de la Memoria el lunes 22 de marzo en la Plaza San Martín con el descubrimiento de dos baldosas en recuerdo a María Leonor Abinet y Miguel Angel Gallinari, desaparecidos en el año 1976, y contó con la especial presencia de su hija Elena.
El acto fue encabezado por la Viceintendenta de la ciudad, Paula Grotto; autoridades municipales, del Concejo Deliberante, de UTELPA, del Movimiento Pampeano por los Derechos Humanos y vecinos que emotivamente se acercaron a recordar esta fecha.

El Subdirector de Derechos Humanos y No Violencia de la Municipalidad de Santa Rosa, Juan Esponda fue el responsable de dar las primeras palabras.
Acto seguido habló a los presentes la secretaria general de la Unión de Trabajadores de la Educación de La Pampa, Lili López. Posteriormente, fue momento de escuchar la intervención de Víctor Giavedonni, representante del MPDH y luego habló Elena Gallinari, cerrando el acto Paula Grotto.

Acto central en el Parque Don Tomás
El acto central municipal en la capital pampeana se concentró el miércoles 24 en el Monumento Memoria Popular de la Laguna Don Tomás, a la luz de un resplandeciente sol a los pies del monumento.

El acto estuvo encabezado por el Intendente Municipal, Luciano di Nápoli, acompañado por la Viceintendenta Paula Grotto, el Diputado Nacional, Ariel Rauschenberger y el Secretario de Gobierno de la comuna, Heriberto Mediza, entre otras autoridades provinciales, municipales y representantes de distintos organismos e instituciones sociales vinculadas con los Derechos Humanos.

La ceremonia comenzó con la plantación de un ejemplar de algarrobo colorado a los pies del monumento a la Memoria Popular, en el marco de la campaña “Plantemos Memoria” impulsada desde los movimientos de derechos humanos, y en cumplimiento además de la Ordenanza Municipal N° 1747/96, a través de la cual se insta al municipio a plantar un árbol en distintos espacios verdes de la ciudad, cada 24 de marzo por cada desaparecido durante la última dictadura hasta completar la cantidad de 30 mil.

Seguidamente, el Intendente di Nápoli junto al ex sindicalista Julio Braile procedieron al descubrimiento de una placa que homenajea la valentía de un grupo de abogados pampeanos que en plena dictadura cívico-militar, presentaban hábeas corpus pidiendo por la libertad y en ciertos casos solicitando la ubicación de muchas víctimas pampeanas del terrorismo de estado. Los profesionales del derecho reconocidos son Ciro Lisandro Ongaro, Antonio Berhongaray, Emir Di Nápoli, Carlos Pérez Funes y Manuel Cuadrillero. El nombre del Doctor Ciro Ongaro fue incorporado recientemente a pedido de los vecinos Julio Braile y Miguel Maldonado, víctimas de terrorismo de estado, quienes en su momento hicieron desde el SOEM la demanda correspondiente a la presente gestión comunal, y esta consideró merecida y oportuna de concretarse en la jornada de hoy.

Continuando con el acto, fue invitado a hacer uso de la palabra el actual parlamentario del Parlasur Nelson Nicoletti, quien en el año 1976, era periodista y director del diario cooperativo “La Capital”, y vivió en carne propia el terrorismo de estado, tras ser víctima de secuestro, tortura y detención ilegal por parte del gobierno de facto.

Palabras de Nélson Nicoletti
Inundado por una gran emoción, Nicoletti brindó un emotivo discurso destacando la inquebrantable lucha de los miles de jóvenes estudiantes, trabajadores, militantes políticos y sociales, y artistas que sufrieron persecución y muerte durante la última dictadura militar.

En ese marco, expresó: “Hoy tengo este privilegio de estar acá, y solo para decir que no nos han vencido. Porque la verdad es que habremos dejado a esos 30 mil jóvenes compañeros en el camino, e infinita cantidad de madres increíblemente doloridas, y hemos visto morir a muchos padres solo de tristeza, y también visto a lo largo de todos estos últimos 45 años tantos avances y retrocesos, donde por momentos nos hacían perder la esperanza de que pudiéramos reconstruirnos como sociedad, pero en este reconocimiento a quienes dieron la vida, yo también quiero agregar a quienes sobrevivieron al terror, y que están con nosotros, y que además han comprometido en estos 45 años su militancia y su vida, para ser un testimonio de que efectivamente No NOS HAN VENCIDO, porque aquellos sueños, anhelos y utopías siguen siendo el motor de muchos sobrevivientes”.

Por su parte también efectuó un reconocimiento a las figuras políticas nacionales y provinciales que permitieron significativos avances en cuanto a la investigación de los crímenes de lesa humanidad perpetrados durante dicho oscuro periodo del país, resaltando al ex presidente Raúl Alfonsín por la creación de la CONADEP y su Nunca Más, impulsando los primeros juicios a las juntas militares.

También reconoció el coraje del ex gobernador de la provincia Rubén Marín, de mandar a investigar la violación de los derechos humanos hacia cientos de pampeanos e impulsar múltiples acciones para reparar las heridas de una sociedad destrozada. Asimismo, exaltó la figura de los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández, afirmando que “Como no levantar con orgullo la figura de Néstor Kirchner, que cambió de lugar la lucha por los derechos humanos, poniéndola en un sitio del que no retrocederemos jamás, y que luego profundizó como presidenta Cristina Fernández con otras medidas, que han conseguido crear una especie de fuerza y columna vertebral a lo largo de todos estos años que nos permitieron incluso aguantar a pie firme los últimos 4 años de negacionismo e intento de olvido”.

Por otra parte, hizo mención al merecido reconocimiento que se impulsó desde la legislatura provincial por aquellos años y a través del denominado Cancionero de los Ríos, a la obra de varios artistas populares pampeanos que fueron perseguidos, encarcelados, ninguneados u obligados a exiliarse durante la última dictadura militar, en un intento por acallar sus voces.

Seguidamente, Nicoletti hizo además mención en sus reconocimientos al ex Gobernador Carlos Verna por haber jerarquizado el espacio institucional de los Derechos Humanos en su gobierno, y al Gobernador Ziliotto por las recientes incorporaciones y reconocimiento a más víctimas en la lista de ciudadanos pampeanos desaparecidos por el terrorismo de estado, incluso fuera de ésta.

Palabras del Intendente Municipal
Continuando el acto, también dirigió palabras a los presentes el Intendente Luciano di Nápoli, quien primeramente señaló que: “esta es una fecha muy especial y sentida para muchos de los que hoy estamos presentes en este acto, porque remueve recuerdos y trae sentimientos importantes. Y en lo personal estoy conmovido por la presencia de los familiares de Ciro Ongaro, para un merecidísimo homenaje para estos colegas que se la jugaban con valentía, presentando recursos de hábeas corpus durante la dictadura, y en ese marco es especial también para mi, porque en esa placa que hoy se descubrió está también el nombre de mi padre, lo cual me conmueve verdaderamente”.

Por otro lado, remarcó que “el autodeterminado Proceso de Reorganización Nacional, en realidad fue una dictadura sangrienta y cobarde, que vino a perpetrar el genocidio más grande del que se tenga memoria en nuestra tierra, y fundamentalmente a eliminar, extirpar y a exterminar a una generación de compañeros y compañeras que luchaban por un país distinto, y una patria más justa, libre y soberana”.

Paralelamente, señaló que otro de los objetivos de la última dictadura en nuestro país fue implantar de un modo cruento, la perpetración de un plan económico, financiado y orquestado desde otras latitudes, por los Chicago Boys y el capitalismo financiero internacional, el cual alcanzó ribetes continentales, dado que durante el mismo lapso varios países de Latinoamérica sufrieron el mismo destino que la Argentina, bajo el yugo de gobiernos dictatoriales.

En ese contexto, repudió los hechos y prácticas aberrantes implementados por la última dictadura militar para implantar su plan económico, como los centros clandestinos de detención y tortura, los fusilamientos y el robo sistemático de bebés. Recalcó que “aún hoy estamos buscando en la Argentina a más de 400 por entonces niños, que hoy deben tener mi edad. Y eso es una lucha que no abandonaremos jamás”.

Por otro lado, refiriéndose al plano local, afirmó que “a través del ejemplo y testimonio de los compañeros y compañeras en los juicos de la Subzona 14, quedó eliminada la oscura teoría de que La Pampa había sido una isla, ya que claramente no lo fue, dado que aquí hubo más de 400 personas cesanteadas, hubo más de 200 personas perseguidas y detenidas ilegalmente, hubo víctimas cuyos nombres están aquí a mi espalda, hubo centros clandestinos de detención, y sobrados ejemplos de que la provincia sufrió en carne propia aquel genocidio que hoy venimos a denostar”.

Paralelamente, resaltó el coraje y tenacidad de los movimientos e organizaciones de derechos humanos, y en especial el que tuvieron las Madres, Abuelas e Hijos de víctimas del terrorismo de estado, que desde los orígenes de la dictadura emprendieron una lucha por recobrar la memoria popular, la verdad y la justicia, y que no desistieron aún a pesar de los lamentables periodos donde afloró el oscurantismo,  y surgieron terribles retrocesos como las leyes de obediencia debida y punto final, junto con los indultos.

En tanto, enfatizó que “a partir de la llegada del querido, recordado y admirado por mi presidente Néstor Kirchner, pudimos avanzar nuevamente en la investigación, dada la derogación y anulación de las leyes de obediencia debida y punto final, lo cual permitió que se pudieran realizar cientos de miles de juicios a lo largo de todo el país, y en la provincia de La Pampa, la posibilidad de haber desarrollado los Juicios de la Subzona 14 I y II”.

Di Nápoli reconoció no obstante que aún falta mucho por hacer en materia de derechos humanos en nuestra provincia, y por eso en vísperas de lo que será el tercer juicio vinculado a la causa conocida como la Subzona 14, consideró oportuno remarcar su pedido a la justicia para que se resuelvan lo antes posible los recursos interpuestos por la defensa de ex jefe de la Policía Provincial durante la dictadura, Luis Enrique Baraldini, para poder avanzar con dicho sentido.

En ese contexto, afirmó que “Si bien es cierto que Baraldini ha podido ser condenado en el juicio Subzona 14 II, estamos esperando que la justicia pueda resolver prontamente los recursos presentados por su defensa; defensa que él mismo le negara a los compañeros y compañeras detenidos y desaparecidos, para que pueda seguir dando explicaciones a toda la sociedad pampeana sobre dónde están esos compañeros y sobre las vejaciones que sufrieron cientos de pampeanos en esa época. Estuvo muchos años prófugo, escondido como una rata, y por eso ahora exigimos que se pueda sentar prontamente en el juicio de la Subzona 14 III”.

Cerrando el acto, las autoridades presentes junto a familiares de los pampeanos y pampeanas víctimas del terrorismo de estado, efectuaron la colocación de claveles a los pies de las placas que recuerdan los nombres de estos últimos, situadas en derredor la base del monumento a la memoria erigido en el Parque Don Tomás, bajo autoría del artista plástico Raúl Fernández Olivi y el arquitecto Miguel García.