La noticia de que los abanderados de la primaria ya no podrían elegir el colegio secundario cayó mal sobre fines de 2020. Es que tradicionalmente el abanderado institucional (bandera de la escuela primaria, entre turnos mañana y tarde), tenía el derecho de elegir el colegio secundario. Aunque el abanderado no podía elegir turno, es decir sólo podía elegir un determinado colegio pero quedaba al azar si le tocaba mañana o tarde, la posibilidad de tener “banco asegurado” en un colegio era algo bastante interesante, sobre todo en ciudades como Santa Rosa, donde hay colegios más solicitados que otros.
Ahora, la cuestión es si los portadores de “la enseña que Belgrano nos legó” deberían ser premiados con un banco o algo material equivalente… o si el orgullo de llevar la bandera, o ser escoltas, debería ser suficiente recompensa al estudio. ¿No sería mejor que la bandera sea un premio de honor? ¿Por qué alguien se preguntaría esto? A juzgar por el comportamiento irracional que tienen algunos padres, tal vez sea la mejor opción. No es la regla general, pero en algunos casos los progenitores presionan a seños, directivos de la escuela y hasta al mismo alumno/a que parece tener que soportar las frustraciones de los papis.
Anécdotas
La realidad es que en general el acceso a la bandera no es un mecanismo 100% transparente, en contraste con el puntaje de un torneo deportivo. Esto es para todo el sistema en general, pero hay una escuela de Santa Rosa que tiene razones para replantearse cómo se manejan estas cosas. Es sabido que las seños de la tarde son más regaladoras de nota “Sobresaliente”, pero las seños de la mañana no tanto.
Esto ya es una desventaja, no se mide con la misma vara. Otra cosa son los papis y mamis que meten presión (mencionados en el párrafo anterior), algunos de manera directa y otros más sutiles como por ejemplo invitando a las seños a casa a tomar mate y a entablar amistad (¡oh casualidad, en 5º y 6º grado!). Si bien esto no es “ilegal” pero tal vez no es del todo justo que el docente que evaluará a un alumno/a tenga tanta cercanía con sus evaluados.
La foto con la Bandera, el diploma y el cuadro de honor, deberían ser más que suficientes incentivos, sin recompensas materiales. Y desde ya, el Ministerio de Educación de La Pampa debe dar cuenta todos los años de cuáles fueron los esfuerzos realizados para que TODOS los colegios de -por ejemplo, Santa Rosa- sean apetecibles para padres y alumnos y no sólo “algunos colegios del centro” como muy sueltos de cuerpo reconocen “off the record” ciertos funcionarios.
Finalmente, si la medida de quitar la posibilidad de elegir secundario para los abanderados queda de forma definitiva, es comprensible que genere reclamos de padres/madres. ¿Pero, no sería mucho más útil reclamar vigorosamente porque se mejoren las condiciones para el ingreso a TODOS los colegios secundarios?
Mediante Res. 326/21 el Consejo Superior decidió aprobar el Reglamento de Ingreso a la UNLPam para personas mayores de 25 años sin título secundario y en la misma medida deroga toda norma dictada con anterioridad.
En los considerandos, el órgano máximo de gobierno universitario indicó que en las bases del Sistema de Información Universitaria Guaraní de la UNLPam no hay registro de estudiantes exceptuados/as de la presentación del título secundario por la normativa anterior que hayan ingresado a la UNLPam.
En tal sentido indicó que “el ingreso a la universidad supone un proceso complejo de acceso a una cultura institucional alejada de la realidad cotidiana del estudiantado ingresante en general, y de esta población estudiantil en particular, que no implica la progresión de un nivel educativo a otro” y que “se estima necesario atender a las problemáticas generales que atraviesan el proceso de incorporación a la vida universitaria de aspirantes que, en su mayoría, se encuentran alejados de situaciones de estudio desde hace mucho tiempo”.
Expresó además que “asumir la profunda brecha que, en muchos casos, separa a esas/os estudiantes de las exigencias generales propias del contexto académico, implica multiplicar las instancias no sólo de trabajo personal sino también de socialización y adhesión a una identidad colectiva estudiantil, favoreciendo la adaptación a los códigos -a menudo implícitos- de la enseñanza superior”.
Con este nuevo reglamento se propone “acompañar el proceso de quienes aspiran a ingresar a la UNLPam creando dispositivos que promuevan mejores condiciones de ingreso y permanencia”.
Las personas aspirantes, que deben poseer nivel primario completo, deberán participar en las actividades que propone la Secretaría Académica de la UNLPam y aprobar las evaluaciones de aptitudes y conocimientos generales. La Secretaría Académica de la UNLPam será responsable del desarrollo de las actividades y la ponderación y evaluación de aptitudes, conocimientos generales, trayectorias vitales, formativas, laborales. Para ello, articulará con un equipo integrado con referentes del Departamento de Demanda Universitaria, el Área de Educación a Distancia, el Programa Tutoría de Pares para Ingresantes, el SAPSi, y una persona referente por cada Unidad Académica, designada por el Consejo Directivo respectivo.
Ver reglamento en: unlpam.edu.ar