La propuesta que el Autódromo de La Pampa lleve el nombre de Juan Marchini no es nueva. En 2012 se lo habían pedido al gobernador Oscar Mario Jorge.
Por Javier Cid
Muchos medios se han hecho eco en las últimas semanas (hasta algunos lo dan por hecho) de la noticia que señala que el Autódromo “Provincia de La Pampa” podría a ser rebautizado con el nombre de “Juan María Traverso”, lo que indudablemente no hay caído bien en un sector muy importante del automovilismo pampeano.
Está claro lo que ha sido el “Flaco de Ramallo” para el automovilismo argentino. Nadie pone en duda sus dotes de gran volante, múltiple campeón en las categorías más importantes del país, que además supo construir debajo del auto un perfil mediático interesante, con “puteadas” históricas, anécdotas divertidas y hasta mensajes que pueden se aplicables a cualquier aspecto de la vida. Eso nadie lo discute, sería muy tonto hacerlo.
El tema es que “el Flaco de Ramallo”, curiosamente nació en Ramallo, provincia de Buenos Aires y no en La Pampa, donde tenemos muchos y muy buenos referentes del deporte motor, en el presente, pero fundamentalmente en la historia. Estaríamos totalmente de acuerdo con que en Ramallo, la plaza, la avenida principal y hasta la comisaría (si es que así lo desean) lleve el nombre de ese popular deportista, ¿pero en La Pampa…?, ¿es necesario?
Juan Marchini, por ejemplo, seguramente hizo muchos méritos para tener ese reconocimiento. Fue el único pampeano (por adopción, porque había nacido en Carlos Casares) en ganar una carrera de TC, cuando las “cupecitas” hacían que las multitudes estuvieran interminables horas con la oreja pegada a una radio a la cual normalmente se le “iba la onda” y muchas veces no permitía tener una información acabada sobre la marcha de determinada etapa.
Narciso Cornelio Marchini, “Juan”, fue el primer piloto en girar dentro del Autódromo Ciudad de Buenos Aires (hoy bautizado Oscar y Juan Gálvez). Eso ocurrió el 19 de octubre de 1952, cuando la fiesta estaba preparada para homenajear a los Gálvez (otros grandes exponentes del automovilismo vernáculo), pero este pampeano que representaba a General Pico se les adelantó sorteando de la mejor manera los embarrados caminos de una última etapa de un Gran Premio.
Para quienes no lo conocen (fundamentalmente ese legislador provincial que presentó un proyecto viendo la tele, pero lejos de los libros y hasta de Google), hay que decir que Juan Marchini nació en Carlos Casares, provincia de Buenos Aires el 20 de julio de 1911, a los 9 años su familia se radicó definitivamente en General Pico. Su debut fue en 1930 con un Ford T y, en 1936 corrió su primera carrera en lo que luego sería el TC ganando la Vuelta del Norte de La Pampa.
En 1948 corrió la Buenos Aires - Caracas con el Nº 117 clasificando 11º en la General y, 5º en rendimiento con motores Standard. Ese resultado y el hecho de haber llevado el nombre de La Pampa por gran parte de Sudamérica hizo que “Hormiga” y su acompañante, Hernán Gallo, fuera recibidos como héroes en su ciudad, con un acto multitudinario para la época frente a la sede de La Reforma.
En 1951, Juan Marchini ganó La Vuelta de La Pampa, pero también tuvo muchos finales decorosos en la categoría donde participó en un centenar de competencias. No son pocos quienes, en distintos puntos del país se refieren a él como “el piloto del llano que dominaba a la montaña”.
La propuesta que el Autódromo de La Pampa lleve el nombre de Juan Marchini no es nueva. De hecho, cuando estaba por inaugurarse, en noviembre de 2012, un grupo de piquenses encabezados por el historiador Héctor “Pocho” Pérez presentó la inquietud al gobernador Oscar Mario Jorge, apoyado inclusive, por la firma de los responsables de los cinco clubes tradicionales de la Ciudad.
Habría mucho para contar de Marchini, se habla de una personalidad osca, de un excelente mecánico y gran piloto que tenía su máquina en la agencia Ford, y que no permitía que casi nadie “metiera mano” en el auto, que esa era su gran debilidad y a la que le dedicó gran parte de su vida. “Juan” falleció en Pico el 7 de noviembre de 1978 y la calle 107 lleva su nombre.
José Matilla, gran periodista piquense y admirador de Marchini, inventó la palabra “piquenserismo”. Hoy y ante estas circunstancias tendríamos que hablar de “pampenarismo”, que no sería otra cosa que revalorizar nuestra historia y reconocer a nuestra gente. Nadie desconoce a Traverso, pero era de Ramallo…
Colaboración: Javier Cid
N. de la R.: Para ilustrar más el conocimiento sobre Juan Marchini y la pasión fierrera piquense, ver nota y video relacionada con Aldo Flaquer, de General Pico, publicada en 2018 en REGION® Nº 1.303