La “Pulpería de Chacharramendi”, ícono de la localidad pampeana, hoy lamentablemente está cerrada al público.
La localidad pampeana de Chacharramendi arriba este domingo a su 120º Aniversario. Al frente de la Comisión de Fomento se encuentra actualmente Ariel Mauna, quien ha desarrollado importantes inversiones con la asistencia del Gobierno Provincial.
No obstante, los efectos devastadores de esta pandemia interminable han hecho mella en todas las localidades pampeanas y en especial aquellas que tenían a la actividad turística como aliada, como es el caso de esta población estratégicamente ubicada en el corredor turístico patagónico, cuna de una joya histórica, la mítica “Pulpería de Chacharramendi”.
Historia breve
Lo contamos muchas veces, pero el público se renueva –como dice Mirtha Legrand-: La historia de Chacharramendi enlaza las vivencias del 900, con la era actual del pavimento en que la localidad se convirtió en un lugar casi obligado para conocer, por su estratégica ubicación sobre la Ruta Nacional Nº 143, precisamente cuando el pavimento se bifurca y se convierte en la Ruta Provincial Nº 20, conocida popularmente como “Ruta del Desierto”.
Fue hace más de un siglo atrás cuando Fernando Seijó donó algunas parcelas donde se afincó la población. En ese tiempo el único edificio era el almacén de ramos generales de Fernando Seijó, cuya trayectoria sería la misma historia de la localidad, plasmada en las posteriores vivencias de la “Pulpería de Chacharramendi”, también conocida como Boliche de Feito o El Viejo Almacén.
Es que precisamente, el almacén de Seijó -ya convertido en un parador que adquirió su propia fama-, sobrevivió a su fundador, quedando en manos de José Feito, un empleado que terminó siendo el nuevo propietario.
Desde el principio, allí fue donde funcionó el juzgado de paz y la estafeta de correo, convirtiéndose en un punto de confluencia de la vida de una vasta franja pampeana.
Por allí pasó la Galera -carruaje de transporte de tracción a sangre, portador de cartas, diarios, alguna encomienda y pasajeros- que iba de General Acha hasta Limay Mahuida. En Chacharramendi había una barraca, se acopiaba la producción ganadera, era hotel y sitio apropiado para los encuentros, los intercambios y las anécdotas, que hasta nos remonta a la época del mítico bandido Juan Bautista Bairoletto.
Hoy la localidad cuenta con expendio de combustibles, alojamientos turísticos, locales gastronómicos y proveedurías. Un buen centro sanitario atiende las necesidades básicas de la población y su zona, siendo la Escuela Hogar Nº 176 la encargada de albergar la función educativa. Completa las necesidades un Salón de Usos Múltiples, una piscina que tiene como proyecto ser cubierta y al lado de la sede municipal un cajero ATM del Banco de La Pampa-.
La Pulpería
La “pulpería” -cuya denominación etimológica se debate entre muchas dudas y pocos aciertos-, es el nombre costumbrista que le cabe de manera exclusiva, a la tienda rural más tradicional y añeja registrada geográficamente en nuestro país.
En ella se reunían los personajes típicos de cada región a conversar y enterarse de las novedades. Era el lugar indicado donde se podía tomar bebidas alcohólicas y practicar entretenimientos lúdicos -generalmente donde se apostaba dinero-, como las peleas de gallos, se jugaba a los dados, a tirar la taba, juegos con naipes, etc.
Los establecimientos eran una viva expresión de la cultura local y solían contar con algunas guitarras para que los parroquianos dieran muestras de sus habilidades tocando y cantando o se organizaran payadas y bailes entre el gauchaje.
Esperada reparación
La secretaria de Cultura del Gobierno de La Pampa, Adriana Lis Maggio, junto a la directora de Patrimonio Cultural, Elina Sáez, estuvieron los primeros días de abril en la localidad pampeana de Chacharramendi, reunidas con el intendente Ariel Mauna, a fin de coordinar una nueva estrategia para avanzar en la efectiva reparación de la Pulpería -bien declarado Patrimonio Cultural pampeano- que desde hace años, presenta una complejidad múltiple que necesita de diversos saberes y la aprobación de los expertos para poder realizarla (ver REGION® Nº 1.441)