Los permanentes ataques a la heladera, a las alacenas y demás compartimentos en donde se suelen almacenar alimentos son -especialmente en estos días de encierro- un punto neurálgico de la vida familiar.
Ya sea por estar aburridos, ansiosos, tristes o con ganas de hacer algo, comer suele ser una forma de sobrellevar el tiempo. Si a eso se le suma, además, una ingesta desordenada desde la mañana, tendremos un día repleto de opciones nocivas para la salud que luego, además, generarán angustia por la mala alimentación, remordimientos y malestar general hacia uno mismo. Sin mencionar afecciones que podrían gestarse o empeorar como colesterol, diabetes, obesidad, etc.
Hambre emocional
La ansiedad se relaciona muy frecuentemente con el hambre emocional, que aparece de forma repentina y con un deseo de consumir comidas específicas.
Es verdad que cuando comemos alimentos que nos gustan, esa ansiedad suele “calmarse” pero solo por un tiempo. Debemos saber que no tenemos que tapar ese sentimiento con la comida.
La ansiedad no es del todo mala
Lo hace consciente del peligro, lo motiva a mantenerse organizado y preparado y lo ayuda a calcular los riesgos. Aun así, la ansiedad no controlada puede tener un gran impacto en su calidad de vida.
Con solo cambiar algunos hábitos se puede hacer una gran diferencia para calmar la ansiedad y nutrir el organismo de forma saludable.
Consumir una dieta rica en verduras, frutas, legumbres, cereales integrales y proteínas magras puede resultar útil.
Ricos en antioxidantes
Un estudio en el 2010 determinó que la ansiedad está relacionada con un estado antioxidante total reducido, por ello hicieron una revisión del contenido antioxidante de 3.100 alimentos, especias, hierbas, bebidas y suplementos y hallaron que los alimentos ricos en antioxidantes incluyen:
-Frijoles (porotos): rojo pequeño seco, pinto, negro, riñón rojo.
-Frutas: manzanas, ciruelas pasas, cerezas dulces, ciruelas, ciruelas negras
-Bayas: moras, fresas (frutillas), arándanos, frambuesas.
-Nueces
-Verduras: alcachofas, col rizada (kale), espinaca, remolacha, brócoli.
-Las especias con propiedades antioxidantes y ansiolíticas incluyen la cúrcuma (que contiene el ingrediente activo curcumina) y el jengibre.
Recomendamos algunos tips para ayudar a controlar un poco el hambre emocional:
1.-No descuides tu alimentación. Intentá no saltear las comidas, de esta forma vas a sentir mayor ansiedad y hambre durante todo el día.
2. Evitemos los picoteos. De esta forma no vamos a poder registrar todo lo que estamos consumiendo.
3. Cuidá la calidad de los alimentos. Intentá incorporar alimentos reales y disminuir todos los productos ultra procesados, ya que contienen altos contenidos de sodio, azúcar y grasas. Podemos incorporar alimentos como legumbres, granos integrales, frutos secos, variedad de frutas y verduras.
4. Cuidá las cantidades. Que un alimento sea saludable no quiere decir que podamos consumirlo en gran cantidad. Los frutos secos son un claro ejemplo, si bien tienen una alta calidad nutricional, también son altos en calorías, por lo que deberíamos moderar su consumo.
5. Planificá y organizá tu semana. Podés crear menús semanales, podés organizar tu heladera y tu alacena, y también crear una lista de compras saludables. De esta forma, llevar a cabo una alimentación saludable va ser mucho más fácil y vas ahorrar tiempo y dinero.
6. Probá recetas saludables nuevas. Vas a poder probar alimentos y preparaciones. Que una alimentación sea saludable no quiere decir que sea aburrida, solamente es animarse a probar cosas nuevas.
7. Dentro de tus posibilidades mantente activo y no descuides tu descanso, ni tu hidratación, sobre todo en invierno que quizás es un poco más difícil poder hidratarnos bien.
8. ¡Y lo más importante! No te exijas, si las cosas hoy no te salieron bien, mañana lo vas poder intentar nuevamente, recordá que con pequeños cambios podemos lograr grandes resultados.
9. Es fundamental ingerir 8 vasos de agua en el transcurso del día.
10. Es recomendable implementar distintas técnicas nutricionales como acompañar las colaciones con infusiones; tomar agua; condimentar los alimentos con cúrcuma, clavo de olor, romero, cardamomo, etc (da más saciedad) y dejar compoteras de frutillas o arándanos listos para consumir.
Es muy importante entender que ante cualquier duda o inquietud deben consultar con algún profesional para que los pueda guiar y ayudar.
Colaboración: Lic. Guadalupe Matos
Nutricionista de DIM Centros de Salud
M.N 9906 – M.P 502