Este martes 30 de octubre se celebra en todo el ámbito nacional el “Día de la Democracia”, fecha instituida para conmemorase como jornada oficial en recuerdo de la recuperación de la misma que consiguió el país ese día del año 1983, hace exactamente 35 años atrás.
Aquel 30 de octubre, Alfonsín se convirtió en el primer candidato radical que pudo vencer al peronismo, y lo hizo por un amplio margen: obtuvo el 52 % de los votos contra el 40 % del Partido Justicialista. Ese día volvieron a ser las urnas, como medio canalizador de la voluntad popular, las encargadas de elegir a nuestros gobernantes.
Habían pasado siete años desde el último golpe de estado, el que derrocó al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Un conjunto de hechos que le hicieron mucho daño a la Argentina, obligó a los militares que se habían apoderado del poder, ejerciendo una dictadura donde se produjeron atropellos y delitos graves, a convocar a elecciones generales. Fue en un contexto muy conflictivo, luego de los problemas provocados por grupos terroristas que sembraron el caos en la sociedad argentina, sumado a los abusos por parte las distintas Fuerzas que los combatieron, con el antecedente de un conflicto armado con Chile y finalmente la guerra perdida por la recuperación de las Islas Malvinas.
El General Reynaldo Bignone, último presidente militar de facto, fue el encargado de colocarle la banda presidencial al candidato de la Unión Cívica Radical: el Dr. Raúl Ricardo Alfonsín que asumió el 10 de diciembre, otra fecha muy significativa que por Ley N° 26.323 se incorporó al calendario nacional como el Día de la Restauración de la Democracia.
Al finalizar el acto de traspaso, Alfonsín se asomó al balcón para saludar a la multitud que desbordaba la Plaza de Mayo: “El pueblo, unido, jamás será vencido”, dijo en su discurso, y la gente coreó ese estribillo.
En nuestros días, la coalición Cambiemos -que integra el radicalismo-, gobierna nuevamente el país a nivel nacional luego de haber derrotado otra vez en las urnas al Justicialismo en 2015.
Todas las miradas están puestas ahora, en 2019, cuando se esperan elecciones libres para se renueven autoridades por medio del voto popular.
Lamentablemente muchas voces antidemocráticas permanentemente azotan el escenario nacional, pero es de esperar que el pueblo argentino pueda sostener el mandato constitucional, cumpliendo y haciendo cumplir la Ley, para nuevamente decidir a través del sufragio, quien deberá gobernar la Argentina en el próximo período 2019-2023.