Con motivo de conmemorarse el 21 de octubre el día del Radioaficionado Argentino, hablamos con el piquense Luis Lorenzo Acosta, un radioaficionado “con frecuencia”.
Luis, aparte de prestar servicios fotográficos para el diario La Reforma, tiene un hobby hace ya casi 30 años, haciendo sus primeros pasos en la afición radial en el Radio Club de General Pico de la mano del querido vecino Héctor Ombroni.
Nuestro entrevistado remarcó durante el diálogo periodístico: “en el tema de radioafición me metí por la telegrafía, desde muy chico siempre me llamó la atención la radiotelegrafía, me acuerdo que en casa en aquellas épocas en Pico, eran muy pocas las personas que tenían televisión, y me deleitaba con la radio en la cocina por la noche, con una vieja “Zenith” de las eléctricas, escuchando el movimiento marítimo, la telegrafía, pero no entendía nada. Los buques transmitían todo en telegrafía era un medio de comunicación eficaz y lo sigue siendo y a mí me llamaba la atención”, narró Luis.
“Mi padre me mando a aprender telégrafo al ferrocarril donde estuve un tiempo y después me fui a trabajar y a los catorce años laburaba de cadete. De grande a los 40 años aprendí la telegrafía aquí en el Radio Club General Pico, con Héctor Ombroni, profesor de telegrafía, y que debo aclarar realmente que nos tuvo mucha paciencia, ahí arranco, y ya hace casi tres décadas que estamos con el tema de radioafición, rendimos el examen que corresponde ante las autoridades de la CNC, obtuvimos nuestra señal distintiva que es LU6UBN, lo cual esa autorización nacional me permite tener todo el sistema irradiante en casa y los equipos de radio que corresponde”.
“La radioafición es un servicio a la comunidad, en estos momentos sí es un hobby, hobby ciencia como le llamo porque uno experimenta, si no sabe electrónica experimenta en fabricar antenas, se perfecciona en las comunicaciones, y en caso de necesidad uno colabora con la sociedad en comunicaciones en defensa civil o en lo que haga falta. Nosotros no hemos tenido catástrofes como en otros países donde los sistemas de internet se caen, entonces ahí empiezan a tallar los radioaficionados, en pedidos de socorro, en búsqueda de familiares, o llevar algún mensaje a alguien que lo necesita, o en conseguir algún medicamento, estamos a disposición y para servir en ayuda”, puntualizó.
“La radioafición está aceptada mundialmente, en países muy avanzados tecnológicamente como por ejemplo EEUU, Italia, Francia o Rusia donde existen los radioaficionados y también en primer lugar en todos los países del mundo que uno se pueda imaginar, allí están los radioaficionados.
La práctica en La Pampa está muy bien considerada y hay bastante actividad, con este tema de la pandemia me sirve mucho para charlar con otros colegas radioaficionados del país, siempre La Pampa tiene presencia en el aire.
En este momento la pandemia es el tema o motivo central de charla, por ejemplo con la gente de Mendoza ellos dicen que están muy complicados, Córdoba me dice lo mismo, los colegas de Chile me manifiestan que siguen complicados, y ellos nos preguntan cómo estamos nosotros acá en La Pampa, y le decimos que dentro de La Pampa en el contexto de todo el mal que hay en la Argentina y en las grandes urbes, estamos bien. Nosotros estamos en fase 5, que se puede trabajar y lógicamente con las limitaciones que el Ministerio de Salud propone”.
“Todos son temas que podemos charlar, en las zonas de frontera, en el Chaco, en Formosa hay colegas radioaficionados que tienen comunicación con las zonas rurales adonde a esos colegas radioaficionados acuden los docentes con material educativo y explican alguna clase para los chicos que por razones de desconectividad no tienen acceso, porque no todo el mundo y más en esas zonas tan alejadas no hay conexión de internet, y muchos chicos tampoco tienen la posibilidad de tener una computadora, entonces en esos lugares de frontera los radioaficionados están prestando una colaboración enorme. Aquí en La Pampa gracias a Dios no ocurre porque la mayoría de los pueblos tienen su conectividad.
“Nosotros tenemos una reglamentación que debemos cumplir, no podemos hablar de política, ni de religión, ni tampoco aquellos temas que puedan herir o discriminar, nosotros salimos llamando al aire, un llamado general como nosotros le llamamos un o CQ y no sabemos quién nos puede responder del otro lado.
Siempre digo que los radioaficionados somos embajadores sin cartera, porque de acuerdo a nuestra forma de actuar estamos dejando bien sentada a nuestra localidad y a nuestra provincia, pasa todo por la educación e incluso por nosotros mismos promocionando nuestro terruño, me siento halagado de que pregunten y orgulloso de poder contestar, y describir las bondades que ofrece La Pampa”.
Anécdota
“Era alumno del Radio Club, mis primeras armas las estaba haciendo en telegrafía, no recuerdo el año pero fue cuando Héctor Ombroni estuvo en la Antártida, yo sabía que él a las seis de la mañana ya comenzaba su actividad, yo no tenía antenas todavía en mi casa, entonces pedí permiso para ir temprano al Radio Club y cuando escuché a Héctor Ombroni transmitir, yo lo llamé con la señal distintiva del Radio Club, eso fue para mí un halago importantísimo, que inclusive Ombroni en uno de sus libros escribió que fui el primer alumno que le dio la satisfacción de comunicación con la Antártida, eso para mí fue un impulso muy grande en lo personal a seguir con el hobby de la telegrafía”.
“Dentro de lo que es la radioafición hay muchas formas de comunicación, y todo se ha tecnificado, pero también sigue lo artesanal de los comienzos y se mantienen las bases, equipo de radio y antena, los más tecnificados hoy se fabrican en serie, los radioaficionados de aquel entonces lo fabricaban ellos, salían en amplitud modulada y era muy difícil conseguir los elementos, se conseguían trastos viejos de la Segunda Guerra Mundial que llegaban aquí a la Argentina como lámparas o electrodos, todos los elementos que se necesitan para fabricar una radio y siempre había alguien que se daba maña, hoy ya la sofisticación de los nuevos equipos requiere de uno ese consumo, de tener equipos de alta gama que no es mi caso”, remarcó Luis Acosta.
Interferencias
“Entre nodos no hay interferencias uno puede hablar tranquilamente con un corresponsal, otro puede escuchar y puede intervenir también en la misma comunicación. Las interferencias más comunes que sufrimos ahora los radioaficionados que vivimos prácticamente dentro de una ciudad, son de los modem de las computadoras, las fuentes mismas de las computadoras, también tenemos interferencias de los sistemas de cámaras de vigilancia y los de quipos electrodomésticos, lamentablemente sí es un gran problema”, reveló.
Amistad radial
“Entre los radioaficionados existe una linda camaradería, por ejemplo gracias a la radio he hecho muchos amigos en el país y en el mundo con los que nos comunicamos a veces a diario y no nos conocemos personalmente. Saben quién soy, cuantos nietos tengo, todo, inclusive amigos de acá de la Argentina, de Córdoba, Mendoza, de La Plata, amigos de años por radio y no nos conocemos de manera personal.
En este día del radioaficionado, quiero dejar expresado un gran saludo a todos los colegas de La Pampa, sabemos que muchos somos entrados en edad y que nos tenemos que cuidar, pero tenemos la fortuna de tener un equipo de radio en nuestras casas y con eso podemos estar comunicándonos con distintos colegas del país y de países limítrofes, eso nos ayuda a sobrellevar este encierro que estamos teniendo, y todo gracias a la radio”, subrayó nuestro entrevistado.