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Del 27 de abril al 3 de mayo de 2018 - Nº 1.313 - Año 28 - INPI 1983083

Día del Trabajador

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El 1 de Mayo de 1886, un grupo de obreros estadounidenses se movilizó en reclamo de reivindicaciones laborales, entre ellas el pedido de reducción de la jornada laboral a 8 horas. La protesta, llevada a cabo inicialmente por 80.000 trabajadores, pronto desembocó en una huelga nacional que afectó a numerosas fábricas. La fuerza demostrada por los obreros en su reclamo marcó un antes y después en la historia laboral, instaurándose aquella fecha como el “Día del trabajador”.

En Argentina, la primera celebración del día de los trabajadores tuvo lugar el 1° de mayo de 1890. Según un artículo del historiador argentino, Oscar Troncoso, publicado en la Revista Panorama en 1970, aproximadamente unas 2.000 personas se reunieron en la Sede del Prado Español. Ese día, en una reunión organizada por el club de trabajadores alemanes Vorwärts a la cual fueron convocados todos los asalariados, se presentó un manifiesto en el cual se explicaba que resolvían fijar el 1° de mayo como el día de los trabajadores sumándose a los reclamos por las ocho horas de trabajo. Según publican varios medios, ese acto fue muy importante para el futuro de la organización de los trabajadores. Meses después se creó la Federación de Obreros, que sacó el periódico El Obrero, auspiciado por el club de trabajadores alemanes Vorwärts.

En los años posteriores, una vez que las distintas fracciones del movimiento obrero organizara actos de forma independiente, se reiniciaron las conmemoraciones del 1° de mayo en nuestro país. Estos actos estaban marcados por una fuerte represión policial. Durante la celebración del día de los trabajadores en la Plaza de Lorea, en el año 1909, la policía atacó brutalmente una reunión de obreros y dejó un saldo de 14 muertos y 80 heridos. Este hecho se conoce como la Semana Roja.

En las celebraciones siguientes, la represión continuó haciéndose presente durante las manifestaciones del 1° de mayo. Sin embargo, la fecha se fue consolidando cada vez más hasta que el 28 de abril de 1930, el presidente Hipólito Yrigoyen decretó el 1° de mayo el día del trabajador en todo el territorio nacional.

Jornada laboral de ocho horas en Argentina
En Argentina, la ley 11.544 sancionada en 1929 durante la presidencia de Hipólito Yrigoyen, estableció que la jornada laboral no podría superar las ocho horas diarias o cuarenta y ocho semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas, excepto para los trabajadores del sector agrícola, ganadero y del servicio doméstico. Esto se modificó el 3 de diciembre de 2008 con la Resolución 71/2008, donde se dictaminó que los trabajadores rurales del país ahora tienen una jornada laboral de ocho horas diarias o cuarenta y ocho semanales.