Semanario REGION®

Del 12 al 17 de abril de 2019 - Nº 1.356 - Año 29 - INPI 1983083

Llega el Finde Largo: 4 días en Semana Santa

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El Cañón del Atuel en Mendoza, creado por los efectos de la erosión, posee características espectaculares y es un paseo maravilloso para hacerlo en auto o camioneta.

No le vamos a decir todo lo que usted puede hacer en La Pampa, porque ya lo sabe.
Pero teniendo cuatro días por delante, podemos programar una salida más larga a otros puntos de provincias vecinas. La otra variante es una escapada a la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.

¿Qué tal si agarramos el auto y hacemos un raid por las provincias limítrofes de Mendoza y San Luis?. Hay tiempo, aproveche.
Lo ideal sería comenzar por Cuyo, saliendo de La Pampa por Santa Isabel -donde se pueden apreciar hermosas artesanías aborígenes-, continuando ya en Mendoza hasta General Alvear y deteniéndonos en San Rafael (poco más de 500 km desde Santa Rosa).
Desde allí, recorrer el Cañón del Atuel se hace una obligación -creado por los efectos de la erosión, de características espectaculares-, un paseo maravilloso que si nunca lo hizo, jamás lo olvidará. Además, es uno de los mejores lugares para emprender una cabalgata, hacer rafting y pesca deportiva.
Luego seguir hacia el norte pasando por viñas de San Carlos, Tunuyán, Luján de Cuyo, con bodegas imperdibles y ya en Mendoza (unos 250 km desde San Rafael), programar medio día para llegarse hasta Maipú, donde se encuentra el Museo del Vino, perteneciente a la Bodega La Rural, único en Sudamérica por sus características y por los elementos que allí se exponen.

Desde ya que la ciudad de Mendoza merece una recorrida por el Cerro de la Gloria, El Plumerillo, el Parque San Martín y los museos que contienen documentos del paso por la región del prócer argentino. Por la zona aledaña a la ciudad se puede conocer sitios y localidades interesantes como las Ruinas del Templo San Francisco, El Challao, las termas de Villavicencio, Cacheuta, Potrerillos y Vallecitos.

Si le gusta hasta aquí el viaje, ahora viene un nuevo tramo (algo más de 260 km) hasta la ciudad de San Luis, provincia en la cual las rutas se distinguen por su buen estado y la abundancia de autopistas. La capital puntana es ideal para sentar base, ya sea en muy buenos hoteles del centro, como en la gran oferta cercana de alojamiento en torno al lago Potrero de Los Funes, hasta el cual hay que llegar en un recorrido maravilloso por la quebrada de Los Cóndores, a través de un anillo turístico por las sierras que abarca el colosal monumento Campamento de Las Chacras -no deje de ir- entre otros atractivos.
En Potrero de Los Funes, circundando el espejo de agua, está el colosal autódromo internacional y a muy poca distancia, la nueva Ciudad de La Punta, donde está emplazada una réplica completa del Cabildo de Buenos Aires.
Como muy recomendable, invierta algo más de medio día en conocer el Parque Nacional Sierra de las Quijadas (menos de 120 km), un conjunto de formaciones geológicas en superficie con una antigüedad de 100 millones de años.
Los voluminosos acantilados, impactan por su tamaño y el intenso color rojo adquirido por la fuerte oxidación de los materiales. En este lugar se han hallado numerosas huellas de dinosaurios, abundantes restos de troncos y raíces petrificadas. Tiene escasos servicios pero mucha belleza.

¿Cómo sigue?... bueno, si hubiera más tiempo diríamos que hay que visitar Merlo (a 190 km al norte), pasando por La Toma -capital del mármol onix- y su dique pesquero; Concarán -pinturas rupestres y Minas de los Cóndores como destacado-, atravesando el Valle del Conlara hasta la Sierra de los Comechingones.
Merlo es una villa turística con todos los servicios, surcada por arroyos, zona boscosa y un microclima que la hizo famosa internacionalmente.
Pero si estamos volviendo, el próximo punto sería Villa Mercedes (a menos de 100 km de San Luis), ciudad pintoresca que inspiró los versos de José Zavala con su «Calle angosta, calle angosta. La de una vereda sola. Yo te canto porque siempre estarás en mi memoria...» resultando en una cueca por música de Alfredo Alfonso. Rodean las afueras infinidad de pequeños espejos de agua y el centro alberga gran riqueza cultural.
Desde allí por ruta 148 podemos regresar por la pequeña población de Nueva Galia, donde en el cruce con la ruta 188 sorprende el Hotel Casino Golden Palace. Siguiendo por la ruta 148, ingresaremos a La Pampa por Victorica, prestando atención que unos 20 km antes está señalizado el ingreso a los parajes “Leuvucó” y “Salinas Grandes” que fueron declarados “lugares históricos” en 1985, ya que se convirtieron en asiento de los últimos grupos de Indios Ranqueles y Vorogas que habitaron el viejo territorio, donde está emplazado el Monumento a “Los Ranqueles” y el enterratorio del cacique Mariano Rosas.
Ni hablar que la zona es la más rica en cuanto a turismo rural y en testimonios de historia pampeana, con estancias turísticas muy destacadas, que es necesario reservar previamente.

El encanto de Buenos Aires
Hay que hacer base en uno de los cientos de hoteles de la Capital Federal y programar salidas.
Con tiempo, por Internet y con pago anticipado, se pueden conseguir tarifas de hasta el 50% menos.
Las salidas posibles son muchas. Una imperdible es Tigre (20 minutos por autopista), con sus ríos, sus paseos por el Paraná, visitando algún recreo o embarcándose en un Catamarán con almuerzo a bordo. De una u otra manera, es para pasar un día inolvidable y sacar buenas fotos. No olvidar recorrer el Puerto de Frutos para apreciar muebles, adornos y artesanías.
Otra salida que le llevará todo el día es la reserva faunística Temaikén (en Escobar 30 minutos por autopista), un zoo de lujo de la familia Pérez Companc, súper moderno, con un cine de 360º, un acuario excepcional, un parque de aves muy destacado. Tienen buenos baños, gastronomía y estacionamiento.
Una cena show tanguera, es una salida inevitable de la noche. Se destacan muchos lugares buenos, algunos con precios más elevados que otros, pero hay que buscar comprar las entradas en las carteleras con descuentos.
Obras teatrales, revista, humor y todo el cine del mundo, adornan la insomne noche porteña.