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Semanario REGION®

Del 16 al 29 de julio de 2021 - Nº 1.454 - Año 31 - INPI 1983083

Un kit convierte un vehículo tradicional en uno eléctrico

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La empresa misionera “Electro Auto” viene realizando con éxito la conversión para hacer autos eléctricos, desde un vehículo chico hasta una camioneta (hasta de 3.000 kg máximo), que luego pueden cargarse con el enchufe de una casa y una vez instalado -aseguran-, se gasta solo el 10% en uso y mantenimiento comparado con un naftero.

La compañía misionera vende e instala los kits completos, con los cuales se logra transformar cualquier vehículo en uno eléctrico, con prestaciones similares a los que se venden con esa tecnología de fábrica -como los Tesla- y aseguran que sus kits aprueban la VTV (verificación técnica vehicular) sin ninguna complicación.

El costo de cada conversión oscila en una inversión que arranca en los $ 500 mil y puede trepar hasta $ 2 millones, según sea el caso. Lo más caro de los kits son las baterías de litiofosfato de hierro. Con su uso se logra reducir las emisiones de gases contaminantes y lograr un aire más limpio en las ciudades.
La misma empresa vende e instala también cargadores de carga rápida, pero reducir a la mitad el tiempo de cargado.

La popularización de estas conversiones podría llevar en poco tiempo a que más empresas y talleres comiencen a realizar la venta e instalación de los kits (que debe ser realizada por personal capacitado, hay cambios en el auto como el reemplazo del electrocompresor del aire acondicionado, o la dirección en caso de no ser eléctrica, etc).

El “argentesla”, como le dicen simpáticamente los misioneros, es una realidad que está tocando la puerta de muchos usuarios que verían como una buena inversión instalar un kit que reduciría en gran manera el costo operativo en las ciudades, por el ahorro en mantenimiento y uso de combustibles tradicionales.
“Electro Auto” tiene en sus planes capacitar a interesados, además de producir y vender equipos propios fabricados en Argentina, que actualmente importan desde China.

Encuesta del ISEV sobre el cinturón de seguridad

El ISEV (Instituto de Seguridad y Educación Vial), entidad que recientemente cumplió 36 años de labor ininterrumpida, desarrolla en las redes encuestas destinadas a conocer la “cultura vial”. Las mismas son dirigidas por la Psicóloga Social Maria Eugenia Bertotti.

Muchas de las cuestiones desarrolladas se vinculan a los exámenes desarrollados para la habilitación de conductores en la Ciudad de Buenos Aires.
La presente se llevó a cabo sobre el conocimiento del usuario sobre el cinturon de seguridad, donde más de 2 de cada 10 demostró desconocer las características del principal instrumento de seguridad en el automotor.

Cuando un conductor de un vehículo sin cinturón de seguridad aprieta los frenos fuertemente o choca contra otro vehículo o un obstáculo rígido, en virtud de la ley mecánica de la inercia, su cuerpo continúa moviéndose a la misma velocidad que iba hasta entonces, hasta que se ve detenido violentamente por algo duro. Este segundo choque es el que mata o lesiona. De la velocidad que lleva el vehículo en el momento del choque y de la longitud del espacio en que se detenga el mismo, depende la violencia del golpe que sufran los ocupantes en el interior del vehículo.

Según los estudios del Grupo de Investigación de Lesiones de Siniestros Viales de la Universidad de Cornell (Nueva York), la proporción en que las diversas partes del cuerpo son afectadas por lesiones en los siniestros de automóvil, es la siguiente:

-Cabeza y cara: 75%

-Cuello y región cervical: 7%

-Pecho y región torácica: 27%

-Brazos: 30%

-Abdomen, pelvis y región lumbar: 16%

-Piernas: 47%

Estos porcentajes, al sumar más del 100%, nos prueban que muchas víctimas de siniestros viales resultan con lesiones múltiples por regla general en la cabeza y en otra parte del cuerpo. Las partes más afectadas son la cabeza y las piernas.

El conductor y los pasajeros sin cinturón de seguridad son vulnerables a las lesiones producidas por accidentes en grados muy diferentes según el lugar que ocupan en los asientos del automóvil.
Usando el cinturón de seguridad se reducen las lesiones en el cerebro en un 33% y un 56%, en conductor y acompañante delantero, respectivamente. Pasa lo mismo con las heridas faciales (45% y 64%), con las lesiones en los ojos (38% y 40%) y lesiones en los pulmones (33% y 58%).

La principal ventaja del cinturón es la de “empaquetar” al automovilista en su asiento en caso de choque o vuelco, impidiendo que sea lanzado fuera del vehículo o se golpee contra las partes duras del interior del coche, liberándole así de la muerte o de lesiones graves.

El cinturón de seguridad es un seguro de vida que se renueva cada vez que se abrocha; es un auténtico salva vidas.
Sin cinturón de seguridad, un cuerpo a 100 km/h alcanza una velocidad comparable a la caída desde 40 metros de altura.
Usa el cinturón de seguridad. no puedes vivir sin él.

Colaboración: Dr. Eduardo Bertotti, Director ISEV