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Semanario REGION®

Del 16 al 22 de diciembre de 2022 - Nº 1.520 - Año 32 - INPI 1983083

Navidad: Tiempo de disfrutar con quienes más apreciamos

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En muchos hogares, las reuniones familiares se han ido poco a poco limitando solamente a esta época del año, por lo cual cuidar todos los detalles se hace doblemente importante.

Notas en esta entrada:
- Navidad: Tiempo de disfrutar con quienes más apreciamos
- “El milagro de la Navidad”

Las fiestas navideñas son un momento para compartir y disfrutar con la gente que más queremos. Nos reunimos con familiares y amigos, a quienes en muchas ocasiones, no hemos visto en mucho tiempo, a veces incluso desde la Navidad del año pasado. Y lo que en principio debería ser una ocasión para relajarse en buena compañía, pasar tiempo con nuestros seres queridos, disfrutar de unos días tranquilos en los que nos olvidamos del trabajo o los estudios, se convierte en muchos casos, en días de estrés, preparativos y compras de última hora, desencuentros familiares y excesos de todo tipo.

A veces parece que olvidamos cuál es el verdadero espíritu de la Navidad, y que estas fiestas no son más que unas semanas dedicadas al materialismo, algo que está muy instaurado en nuestra sociedad actualmente, pero que se acrecienta en estas fechas: Demasiados regalos, excesos en comida y bebida, la sobre exposición a mensajes publicitarios que nos invaden por todas partes, aglomeraciones, colas, atascos. El poder reunirnos con nuestra gente debería ser vivido como un regalo, y no como una situación molesta, incomoda, un quebradero de cabeza que estamos deseando que pase cuanto antes para volver a la normalidad.

Simplificar
Para que esto no ocurra, tenemos que simplificar las celebraciones y tener en cuenta las prioridades reales, lo que de verdad importa. No hace falta gastar mucho dinero en regalos ni en lo que vayamos a comer, y tampoco hace falta dedicar horas y horas, que muchas veces ni disponemos, a hacer compras, a cocinar o a los preparativos.
Podemos usar nuestra imaginación y creatividad tanto a la hora de hacer regalos o de preparar el menú.

Aprovechar el tiempo
Es fácil encontrar recetas de platos tradicionales o más modernos, que resultan muy económicos y que requieren de muy poco tiempo para su preparación; o incluso podemos pedir la colaboración del resto de invitados o preparar la comida todos juntos, lo que nos dará, además, más tiempo para pasar en familia.

¿Qué regalar?
En cuanto a los regalos, este suele ser uno de los temas que más nos preocupa, porque no solemos saber qué regalar, lo dejamos para último momento y luego andamos a las corridas en establecimientos abarrotados de gente y normalmente acabamos gastando demasiado dinero, sobre todo, cuando se trata de los más jóvenes de la casa.
La cantidad de regalos que se les hace y la suma de dinero que se gasta, en la mayoría de los casos es excesiva.

Algo más personal
Debemos considerar que lo verdaderamente importante no es la cantidad -ni de regalos ni de dinero gastado-, sino regalar algo que realmente les guste. Casi seguramente apreciarán más que les regalemos algo personalizado, hecho por nosotros mismos, como álbumes de fotos, o fotos enmarcadas, una bufanda tejida a mano, sus golosinas preferidas envueltos de una manera divertida y original.
No debemos olvidar que el mejor regalo que podemos ofrecerles es la dedicación, pasar tiempo de calidad con ellos, asegurarnos que disfruten y que estas fiestas sean tan maravillosas como para que las guarden en su recuerdo.

Buen humor y simpatía
En definitiva, para que el éxito esté asegurado estos próximos días, lo mejor es dejar las rencillas familiares para otro momento y hacer gala de nuestro mejor humor y simpatía para que las celebraciones sean lo más agradables posibles, poniendo especial cuidado en la elección de la música, la conversación, la decoración, el menú, los juegos para los mas jóvenes y quienes no son tan jóvenes, pero dedicando el tiempo y el esfuerzo justos a estas tareas, porque no se trata de que la Navidad nos genere un exceso de estrés que se traduzca en cansancio o irritabilidad, sino que lo transformemos en un tiempo para disfrutar con quienes más apreciamos.

“El milagro de la Navidad”

La Navidad es una época llena de milagros y si no me crees escucha esta historia. Todo empezó con un profesor que decidió asignarles una tarea diferente a sus estudiantes en la víspera de Navidad. Al terminar la clase les dijo: “Es tiempo de compartir nuestro corazón, así que lleven a tantos niños como puedan la alegría de esta Navidad”.

Fue así como un grupo de muchachos se animaron a cumplir con la asignación del profesor y salieron a comprar algunos regalos, que envolvieron y colocaron dentro de un saco. En Nochebuena decidieron que el mejor lugar para repartirlos era el hospital más cercano, donde seguro habían niños anhelando recibir los regalos de Santa.

Disfrazados de Santa Claus y cantando villancicos se aparecieron por sorpresa en el hospital, donde creían que a lo sumo encontrarían una docena de niños. Pero la realidad era que habían muchos más niños aquella noche internados, alrededor de una treintena. Los niños miraban expectante y con júbilo, esperando a ver qué sorpresas les traían estos Santas.

Los muchachos quedaron desconcertados, sabían que los juguetes que habían comprado no eran suficientes para tantos niños, pero tampoco podían romper sus corazones. Finalmente intentando no decepcionarlos, comenzaron a repartir los juguetes que traían a los más pequeñines, y acordaron que cuando se terminaran le explicarían lo sucedido a los más grandes.

Pero cuál fue la sorpresa al notar que cada vez que buscaban dentro del saco un regalo más, lo encontraban. Cada niño recibió su juguete y los muchachos apenas podían creer lo que había sucedido aquella noche. Sin poderle dar otra explicación a aquel problema que matemáticamente no tenía solución, decidieron pensar que se trataba de un milagro de la Navidad.

¿Qué te ha parecido esta historia, increíble verdad? Pues más increíble te parecerá saber que tú también tienes tu propio saco y este nunca se vacía. Está muy dentro de ti, llenito de alegría, amor y cosas que ofrecer. No esperes más y abre ese saco que es tu corazoncito y compártelo con todos los que te rodean en esta Navidad.

Fuente: chiquipedia.com