El rubro inmobiliario y el de la construcción -que funcionan en simultáneo- son un motor muy grande de la economía de la Argentina.
Notas en esta entrada:
- Perspectivas para el mercado inmobiliario en el último trimestre del año
- 11 de Octubre: Día del Martillero Público y Corredor de Comercio
Dar proyecciones en nuestro país ya hace muchos años se ha vuelto extremadamente complejo. La Argentina tiene un combo de ingredientes que lo hacen único y escapa a toda posibilidad de análisis lógico.
Si hablamos del rubro inmobiliario esto se acentúa notablemente. Partamos de la base de que las operaciones inmobiliarias se realizan en dólares y los argentinos ganamos en pesos: un porcentaje ínfimo de la población puede adquirir doscientos dólares mensuales por las restricciones impuestas por el gobierno y contamos con una ausencia total de créditos hipotecarios.
Durante el 2021 asistí a un Congreso Internacional de Real Estate y en una charla con un canadiense sobre nuestro mercado, intenté explicarle cómo funcionaba, ¡fue imposible!
Pese a todas estas complejidades, podemos vislumbrar qué puede llegar a suceder para este último trimestre del año. Las estadísticas siempre nos muestran que a nivel de cantidad de operaciones es el más fuerte -de hecho generalmente el 35 % del volumen total del año se realizan en estos meses-. Pero para que esto suceda deberían pasar dos cosas fundamentales que repercuten fuertemente en la compra/venta de propiedades:
1- Que el dólar no tenga ningún sobresalto. El tipo de cambio de 220 quedó en el pasado, hoy el mercado se asentó en un dólar blue de 290, y si esto continua del mismo modo hasta a fines de diciembre el mercado va a estar movido.
2- El aspecto político, tema por demás espinoso: que el gobierno no realice ningún movimiento brusco, que genera mayor incertidumbre en la población.
Si estos dos factores se mantienen del mismo modo en el que se encuentran, hasta el final de este ajetreado año que viene siendo este 2022, no tengo dudas que el volumen de operaciones tendrá un repunte importante, lo cual le daría algo de oxígeno al país. No olvidemos que el rubro inmobiliario y el de la construcción -que funcionan en simultáneo- son un motor muy grande de la economía de la Argentina.
Colaboración: Gerónimo Odriozola, broker inmobiliario de Remax Roble
El 22 de diciembre de 1945 la Federación Argentina de Entidades de Martilleros, instituyó la fecha del 11 de octubre como “Día del Martillero Público”, en conmemoración de la asamblea constitutiva originaria que significó su fundación en 1943.
Si bien la fecha de celebración de los Martilleros y los Corredores Públicos es la misma, el Colegio que los agrupa establece una diferencia entre ambas profesiones.
Martilleros y Corredores
Como para definir los roles, digamos que por un lado, el Martillero es quien practica la denominada subasta pública, ya sea en forma privada o como auxiliar de la justicia, cuyo origen data de la subasta en el mundo Greco Romano y que más antiguamente la practicaban los fenicios, empleando la misma como instrumento de negociación.
El Corredor de Comercio por otra parte, es el encargado de contactar y/o mediar entre el vendedor y el comprador, mediante una retribución por su tarea, interviniendo en consecuencia entre la oferta y la demanda.
En nuestra Provincia, estos profesionales se encuentran matriculados en el Colegio de Martilleros y Corredores de Comercio de La Pampa, en donde se puede dilucidar cualquier consulta. La actividad de los mismos está rígidamente reglamentada y se puede apreciar sus deberes y obligaciones a través de las disposiciones emanadas por el CMCCLP en su página web: colegiomartilleros.com.ar