Silvia Actis Giorgetto, Silvana Actis Giorgetto, Corina Torres y Héctor Actis Giorgetto.
Lo decía Ricardo Actis Giorgetto… “el objetivo que teníamos era el sustento de la familia, lo que hay que tener es el espíritu de redoblar el esfuerzo, así como vienen las malas, también vienen las buenas y no hay que desperdiciarlas, no dejarlas pasar de largo y tampoco rematarlas, las posibilidades dependen más, no de la actualidad ni del pasado, dependen de cómo sea la persona, y de cómo uno se enfoque frente a la vida”.
PICOMAR, que es una Marca Registrada, es la empresa que fundaron Ricardo y Aurora y ahora cumple 60 años ‘Uniendo La Pampa y el Mar’. 60 años de una impecable trayectoria comercial, reconocida orgullosamente en el ámbito pampeano y en una gran zona de influencia interprovincial.
Ricardo y Aurora se esforzaron, y trazaron un camino que hoy lo transita su descendencia, hijos y nietos que sostienen y redoblan el esfuerzo, con un renovado espíritu luchador y emprendedor.
Silvia
“Sí, tanto insistió mi papá que nos incorporáramos a la empresa que al final lo logró. Trabajaron mucho mis padres, pusieron muchísimo esfuerzo, eso nos marcó un destino por el gran y dedicado esfuerzo que pusieron. En cuanto a todo lo que idearon, con solidaridad, para que se conozca el pescado y se consuma tuvo su resultado, la gente hoy ya lo tiene incorporado, o sea, las nuevas generaciones lo tienen asociado como algo fundamental de la dieta, quizá no en la cantidad que a nosotros nos gustaría, pero el conocimiento existe. Hablando de los pescados más comunes toda persona sabe de qué estamos hablando y del potencial nutricional del producto. El último evento multitudinario solidario fue cuando Ricar elaboró el chupín para aportar al equipamiento de cocina en el Hospital Gobernador Centeno de General Pico.
Llegó el momento que mi padre decidió que cada uno de sus hijos se hiciera cargo de una parte de la empresa para él ir liberándose. Con Silvia creamos una sociedad para el manejo de la distribución. Héctor desde un inicio con PICOMAR en Santa Rosa, Toay y Anguil, y mi padre con la distribución en General Pico y algunas localidades del norte provincial. Fallecido Ricar que atendía el local en Pico se hizo cargo Corina su esposa e hijos, realizando un buen trabajo, hemos tratado de apoyarla en todo lo que pudimos, pero ella puso muchísimo de ella y ha realizado un trabajo impecable”.
Silvana
“En la distribución propiamente dicha tuvimos muchísimos inconvenientes durante la pandemia, como todo el mundo, pero me permite elogiar a nuestros empleados que en plenas cuarentenas llevaron adelante, religiosamente todas las semanas, la distribución como lo hemos hecho siempre. Han tenido tan buena relación con los clientes siempre, que los esperaban con un plato de comida caliente, ellos pasan varios días arriba de los camiones y pudimos sortear el tema de la pandemia. Gracias a Dios tenemos todo absolutamente en regla, en ese sentido no tuvimos nunca ningún problema, nadie nos detuvo la distribución en las rutas y el pescado pudo llegar a todos como siempre, y los clientes, a pesar de los cortes de horarios, también respondieron haciendo el esfuerzo para poder recibir a los camiones y seguir realizando la venta.
Llamativamente, este último año, creo que lo que más se ha vendido, en proporción digamos porque no es la mayoría de la población la que lo consume, es el salmón rosado y la trucha arco iris. Son productos que se venden muchísimo y son parte de la importante variedad de los productos de mar que comercializamos, y por supuesto, el filet de merluza y el filet de gatuzo, que se venden masivamente.
La relación con nuestros proveedores es excelente, y el trato comercial se ha mantenido de la misma manera durante estos 60 años.
La venta en Pascua con el tiempo se ha ido modificando porque, por lo general, los precios en Semana Santa se elevan, entonces mucha gente compra con 15 ó 30 días de anticipación y va acopiando lo que va a consumir. Creo que se ha hecho una venta un poco más pareja en el año y no ese pico de venta que había en Semana Santa, por lo menos es lo que uno ve desde la distribución”.
Héctor
“Desde que mi padre y madre iniciaron la empresa también se distribuye en Santa Rosa y en el sur de la Provincia, como en el sur de San Luis, Córdoba, el oeste de la provincia de Buenos Aires, hemos llegado a comerciar en 9 de Julio, Olavarría, Bolívar, para dar una amplitud de la región que se atendía. El consumo en la provincia de La Pampa es muy restringido por las costumbres, más que nada por los hábitos, las provincias mediterráneas como La Pampa, San Luis y la Patagonia en general son muy aferradas a otro tipo de consumos. En el centro del país predomina la carne bovina. Aún así en los consumos de mayor cantidad de pescado por año per cápita, el primer puesto lo tiene San Juan, el segundo Mendoza, el tercero Tucumán, el cuarto Córdoba. En Santa Fe, Entre Ríos y toda la Mesopotamia consumen mucho pescado de río, pero también mucho de mar.
No es difícil ese arraigo en Santa Rosa de establecer locales comerciales porque toda la vida los tuvimos, pero siempre significó la ubicación y la preponderancia. PICOMAR en Santa Rosa constantemente indicó un camino, y hay una competencia en todos los niveles, más con la implementación de productos que fueron evolucionando como son los empanados donde el mercado es mucho más amplio. La producción de éstos productos es más amplia en Mar del Plata, Buenos Aires y en otros lugares que fabrican, es como que se ha hecho más masivo ese consumo, cambiando los hábitos de un producto natural y fresco como es el pescado entero, con el que empezaron mis padres, y hoy está la milanesa sin espinas, ya lista para meter en el horno y en diez minutos está para consumir”.
Corina
“Hace un año y medio que estoy a cargo de la central, y en este tiempo he tratado de darle una renovación al negocio y modernizarlo, con la premisa de seguir manteniendo el buen nombre y prestigio del local, incorporando variedad en productos, manteniendo la calidad y tratando de alcanzar a todos los bolsillos de los consumidores. Lo que se trató fue reinvertir en el negocio los frutos que ha venido dando en este transcurso del tiempo. Sí, se nota, está el acompañamiento de los clientes de siempre, hemos incorporado muchos nuevos y han vuelto también otros que momentáneamente habían dejado de comprar por algún u otro motivo, están volviendo nuevamente a PICOMAR.
Después que falleció Ricar tuvimos que acomodarnos entre nosotros y la verdad que estoy muy agradecida tanto con mis hijos que siempre me apoyaron y colaboraron en todo lo que pudieron, como con mis cuñados que también siempre me dieron una mano, más al principio que yo no tenía idea de lo que era una pescadería, y agradecida también con los proveedores que sin conocerme siempre me recibieron con los brazos abiertos y no me hicieron ningún problema, y por supuesto con los empleados del negocio de la las calles 17 y 16 que siempre estuvieron apoyando y empujándome, al principio que a mí me costaba un poco tuve que aprender todo lo que es el comercio y por supuesto agradecer a todos los clientes que siempre estuvieron al pié del cañón, los de siempre y todos los clientes nuevos que apuestan también por PICOMAR”.
Silvia y un proyecto superador
“Hace unos cuantos años iniciamos una etapa de construcción en el Parque Agroalimentario con el proyecto de hacer allí un proceso de envasado, fraccionamiento y hasta de elaboración, no solamente de pescado sino de lo que surja, el plan es ir hacia un producto listo, la idea es ir hacia ese rumbo. Ha habido un cambio notable en la forma que, tanto el consumidor final como el minorista adquieren la mercadería, también es diferente la forma en que la misma se transporta, también son distintos los hábitos de qué se consume, por eso es importante adaptarse a los tiempos, innovar y hacer cosas que satisfagan al consumidor si uno quiere que la empresa que tiene 60 años siga cumpliendo años, ese será nuestro norte comercial”.
Héctor y la incorporación de un local que incluya gastronomía
“Estoy encaminado a la construcción de un local comercial en Santa Rosa que incluye gastronomía, elaboración de platos terminados para consumo, en principio más de tipo rotisería. Las tendencias en el consumo cambian a nivel mundial y la Argentina no estará exenta a los cambios, los argentinos tenemos varios contratos en cuanto a alimentación, obviamente una clara tendencia que con el tiempo se revertirá, hay una evolución en el consumismo, y eso es lo que viene, entonces la propuesta en Santa Rosa es ofrecer un producto renovado y ágil de ser consumido.
Como anécdota de relación comercial y de amistad, en su primer viaje mi padre llevaba el ímpetu de iniciarse en la venta de pescado, sin el conocimiento previo iba de La Pampa queriendo comprar pescado en la banquina del puerto, allí conoció a Pedro Moscuzza, quién le enseñó el arte de comprar en remate y con quién se ha mantenido con su empresa un extraordinario trato comercial y de afecto.
El avance en Santa Rosa también se lo debo a mis hijos Antonella y Mariano que es mi puntal básico y es el que continúa la tercera generación de esta empresa como los hijos de Corina. También pueden tener esa posibilidad porque básicamente la empresa que formaron papá y mamá nació en una simbiosis familia-empresa y yo le agregaría empresa-familia, por eso papá y mamá festejaban el 23 de agosto la fiesta de PICOMAR con los empleados con esa integración socio económica, y festejaban más el día de PICOMAR que el día de su propio cumpleaños, creo que es algo inaudito en Argentina, un caso muy particular y un caso para tenerlo en cuenta.
Y estos 60 años fueron ininterrumpidos, jamás se cedió una semana o se cedió una atención al público durante seis décadas, y esperamos tener esa continuidad si lógicamente Dios y la situación lo permiten mantendremos esa conducta porque básicamente es la respuesta al cliente y por eso PICOMAR prevaleció y prevalece”
La depredación del mar argentino
“Por la depredación de nuestro mar mi padre se quejó -recuerda Silvia-, porque vivimos peleando por el precio de la carne y la hacienda, que no se exporte, poniendo cupos y restricciones a la exportación, o sea que no es algo de hoy, es algo que históricamente existió, y tenemos el supermercado más grande del mundo en el mar argentino y no lo aprovechamos. Aprovechamos una porción ínfima del mar argentino, y siguen pasando los barcos coreanos, chinos y japoneses de la milla 200, están ahí permanentemente entrando y saliendo de la plataforma argentina. Se ve todo el tiempo en las noticias y también en fotografías tomadas desde aviones, de que es como una ciudad flotante la cantidad de barcos que depredan nuestro mar, y nunca, ni la Prefectura, ni la Armada Argentina han podido controlar eso porque es tan grande el litoral marítimo que es muy difícil controlarlo. Es una cuestión compleja y el argentino no se da cuenta que esa producción es propia y que es de todos los argentinos, no es solamente de los barcos argentinos que salen a pescar, y el mundo se sirve y nosotros hacemos poco y nada”.
Clientes, proveedores y empleados de oro
“Queremos agradecer -expresa Silvana finalmente-, a todos los clientes porque en 60 años hay muchos que todavía siguen, hay muchos que ya no están y hay muchos nuevos, pero todos respetan muchísimo la empresa, nos apoyan un montón y siempre han seguido con nosotros aún en la pandemia, con todos los conflictos y los problemas que hubo. Y lo otro que quería es agradecer es a los proveedores obviamente, es más, nos ayudan con las donaciones, en estos 60 años hubo donaciones en donde ellos colaboraron.
Y sobre todo hay algo que tengo muy grabado y que son los empleados, porque a pesar de todo lo que perdimos ellos estuvieron en cada situación y llevaron la empresa adelante, con nosotros destruidos, realmente estábamos así y ellos hicieron todo el trabajo sin que nosotros estemos presentes, y son parte de la empresa, son parte de la familia PICOMAR.
Nosotros no queríamos dejar de agradecer, fue demasiado fuerte verlos llegar a todos cuando mi papá recién se había muerto y todos estuvieron ahí, todos estuvieron apoyándonos y eso es impagable”.